Así funcionaba la millonaria red de sobornos para acceder a universidades de elite
Las actrices Felicity Huffman ("Desperate Housewives"), de 56 años, y Lori Loughlin ("Full House"), de 54, así como grandes empresarios e inversores son parte de los 50 acusados en el esquema, informó la fiscalía federal de Massachusetts, que lidera el caso.
Más de 30 padres adinerados, incluidas dos actrices de Hollywood, fueron inculpados el martes ante una corte de Boston, Massachusetts, por pagar millonarios sobornos para que sus hijos ingresaran a prestigiosas universidades de Estados Unidos.
Las actrices Felicity Huffman («Desperate Housewives«), de 56 años, y Lori Loughlin («Full House»), de 54, así como grandes empresarios e inversores son parte de los 50 acusados en el esquema, informó la fiscalía federal de Massachusetts, que lidera el caso.
Un total de 33 padres «pagaron enormes sumas de dinero para garantizar la admisión de sus hijos a algunas facultades a través del uso de sobornos y credenciales académicas y atléticas falsas«, dijo a periodistas el fiscal federal de Massachusetts, Andrew Lelling, al develar la investigación de 10 meses en la que participaron cientos de agentes federales.
Nueve entrenadores deportivos universitarios están también acusados de integrar el esquema.
El fiscal dijo también que «por ahora» entre los inculpados no hay estudiantes, que en muchos casos no sabían que sus padres habían intermediado para su ingreso a la universidad.
Un catálogo de privilegio
«Estos padres eran un catálogo de riqueza y privilegio. Incluyen por ejemplo presidentes de empresas públicas y privadas, exitosos inversores inmobiliarios y de valores, dos conocidas actrices, un diseñador de modas famoso y el codirector de un bufete legal mundial», precisó el fiscal de Massachusetts.
El acusado de liderar el esquema, William Singer, recibió US$ 25 millones de padres en sobornos entre 2011 y 2018 para que sus hijos entraran a las universidades de Yale, Stanford, UCLA, Georgetown, la Universidad de Texas o la Universidad del Sur de California (USC).
Parte de los pagos a Singer -que llegó a cobrar hasta US$ 6,5 millones para garantizar una admisión- eran hechos por los padres a una fundación caritativa creada por él. Eso les permitía además deducir impuestos de sus contribuciones «caritativas».
Singer y otro acusado, el entrenador jefe de vela de Stanford, John Vander Moore, se declararán culpables esta tarde, anunció el fiscal.
Lelling dijo que 38 de los 50 acusados fueron detenidos en seis estados, y siete negocian su rendición.
«Creemos que todos, padres, entrenadores y facilitadores, mintieron, hicieron trampa, y escondieron sus delitos a expensas de estudiantes que trabajan duro y de contribuyentes», sostuvo.
A veces Singer sobornaba a entrenadores para que aceptaran a estudiantes en sus equipos, y otras veces creaba perfiles atléticos falsos para los hijos de sus clientes, inventando logros deportivos y falsificando fotografías de los jóvenes compitiendo, que a veces sacaban de internet.
La entrenadora del equipo femenino de fútbol de Yale aceptó por ejemplo US$ 400.000 para recibir a una estudiante que nunca había jugado al fútbol de manera competitiva, según la acusación. Por ese servicio, la familia de la joven pagó a Singer US$ 1,2 millones.
Además, Singer cobraba entre US$ 15.000 y US$ 75.000 por corregir las respuestas erróneas de los exámenes de admisión universitaria de los hijos de sus clientes, o para que otra persona se hiciera pasar por ellos para dar las pruebas.
«No puede haber un sistema de admisión diferente para las personas adineradas», comentó Lelling. «No puede haber tampoco un sistema judicial diferente para ellos».
Examen corregido
Un acusado que colabora con la fiscalía y coordinaba el esquema, contó que ofreció a la actriz Felicity Huffman sus servicios para que las respuestas erróneas del examen de admisión universitaria (SAT) de su hija mayor fueran corregidas.
Huffman es acusada de pagar US$ 15.000 por el test modificado de su hija mayor, y el FBI asegura que comenzó el mismo proceso para su hija menor pero luego abandonó la idea por temor a levantar sospechas.
El FBI grabó incluso una conversación telefónica de Huffman con el intermediario donde discuten el tema.
La actriz Lori Loughlin y su esposo, el diseñador de moda Mossimo Giannulli, también inculpado, son acusados de pagar medio millón de dólares para que sus hijas fueran incluidas en el equipo de remo de la USC, aunque no son remadoras. Las dos hijas de la pareja fueron aceptada en la universidad.