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Álvarez de Toledo: «El nacionalismo, esa religión laica»

La candidata del PP por Barcelona a las elecciones del 28-A debate con el dramaturgo Albert Boadella sobre cómo devolver Cataluña a los demócratas

La candidata del PP por Barcelona a las elecciones del 28-A, Cayetana Álvarez de Toledo, y el actor Albert Boadella poco debatieron sobre la situación que vive Cataluña al coincidir en que está dominada, a su entender, por un nacionalismo xenófogo que niega que haya «muchas cataluñas». Se trata de «una religión laica», admitieron ambos, que a modo de «secta», según el actor, actúa de forma absolutamente «fanática» para perjudicar a los españoles.

Durante la conversación, que este martes en Barcelona, la candidata popular y el dramaturgo se mostraron esperanzados de poder «recuperar Cataluña» para los «verdaderos demócratas». Álvarez de Toledo ironizó que esa ha sido la virtud del procés: ha hecho aflorar a la Cataluña arrinconada y ha dado un baño de realidad a los nacionalistas. En este sentido, aboga por «rearmar a la democracia» desde la responsabilidad política y usando todos los instrumentos del Estado de Derecho «sin complejos» para garantizar la libertad y la igualdad de todos los catalanes.

Discreparon relativamente sobre la necesidad de suspender o no la autonomía catalana para llegar a ese objetivo. Un tajante Boadella habló de un «155 balsámico» que condujo a unas elecciones y a un asentamiento del nacionalismo; mientras que desde las filas populares Álvarez de Toledo lo dejó en la necesidad de «volver la autonomía a los demócratas de Cataluña, a sus ciudadanos, restando peso y poder a la autonomía del nacionalismo».

Un mal que para ambos proviene de lejos y que se ha forjado gracias al victimismo de los catalanes y de dirigentes como Pujol, e incluso Maragall, desde Convergencia y hasta el PSC. Sin olvidar a Cambó y la Lliga Regionalista, a Macià, Companys… lo que demuestra que «el catalanismo ya nace xenófogo», advirtió Boadella. Un actor que confía en las nuevas generaciones, las que ahora no tienen más de 10 años, porque el nacionalismo se ha quedado sin «gurú», el papel que durante años hizo Pujol y que según el dramaturgo ya no está unido por las ideas y «puede que su descomposición vaya cuajando» y las generaciones que suben se pregunten «porqué les han metido en este embrollo».

Para llegar a este objetivo, los populares defienden que hay que desmontar moral e intelectualmente al nacionalismo y eso pasa por dar poder a quienes sí son demócratas. «Será largo, tardará décadas, pero hay que empezar ahora», señaló Álvarez de Toledo al mencionar que todo lo que ha estado tapado por la «crosta» nacionalista debe dejar paso a demócratas: la cultura, los canales mediáticos, la economía, los centros educativos «donde ahora se adoctrina»,… porque «esto no se arreglará con unas elecciones o con un decretazo», añadió. Y defendió la Constitución en contraposición a las tesis de Vox que, según la líder popular, «es un partido nacionalista, juega con los enfados, con los cabreos, y hace una cosa que no comparto: dice que como el nacionalismo ha sido desleal con el sistema constitucional hay que tirar ese sistema. Asume el fracaso del pacto constitucional que afirman los independentistas», zanjó para cerrar su conversación con Boadella ante decenas de simpatizantes y militantes. Estuvieron también presentes el candidato popular a las municipales para la Alcaldía de Barcelona,  Josep Bou, y el presidente del PP de Catalunya, Alejandro Fernández.

 

 

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