Si usted es de lo que les gusta invocar el 187#11
Usted es mi lector y no merece de mí otra cosa que la verdad, al menos lo que pienso sin anestesia. No viene nadie con salidas rápidas. El 23-F fue –como lo escribí en el Miami Herald- un bluf basado en un absurdo error de cálculo –varias veces cometido-, que además empeoró la situación, cohesionó a un adversario y Trump luce que no tiene ni la menor intención de usar esa última opción con la que muchos sueñan, menos durante las elecciones y quizás tampoco en su hipotético segundo período. Se lo digo para que usted se prepare y tome las decisiones basado en hechos y no en quimeras, que es lo que deberían estar haciendo los políticos, en este momento.
Así que ya es hora de decirnos la verdad. “Todas las opciones están sobre la mesa”, es y ha sido siempre una frase progresiva, que significa en realidad: “vamos a agotar todo el tiempo y recursos posibles, para no tener que usar la opción de fuerza” es decir, que significa lo contrario que lo que pensaron muchos venezolanos. Ni siquiera representa una amenaza.
Política e históricamente se trata de una retórica de conflicto norteamericana que viene siendo usada desde que fue dicho por primera vez “el mantra nuclear” (todas las opciones abiertas) con la “opción nuclear de Eisenhower” en 1955. Por eso si vamos a hablar de sus tiempos, Irán –uno de los que asesoran al régimen- es el mejor ejemplo, la dijo Bush en su primer discurso (2002) y la repitió durante ocho años, luego la repitió Obama hasta que se cansó otros ocho y los iraníes estuvieron en 2015, a punto de conseguir su bomba (Foreign Policy), y hasta hoy luego de 17 años, Trump la ha repetido varias veces y para los iraníes no significa otra cosa, que no sean años de sanciones de todo tipo.
Hablemos entonces de su aplicación en el Panamá de Noriega, que es un mejor ejemplo, ya que esa frase la dijo Reagan tres años antes de la invasión, la repitieron mil veces en la prensa y en el Congreso en 1987 y 88, la escuchó el mundo cuando Elliot Abrams dijo: “no excluimos ninguna idea porque quiero que Noriega pase algunas noches sin dormir” y así fue explicada una y otra vez después incluso de que Abrams se marchara de la administración Reagan, luego de tres años de aplicar “opciones sobre la mesa”, mientras Noriega dormía a pierna suelta.
Faltarían unas elecciones, otro presidente y otro año antes de la invasión -porque también las dijo James Baker y varias veces fue objeto de debates en el Congreso-para que finalmente los que estaban sobre el terreno, dijeran que todo lo intentado durante cuatro años, había fracasado. Por eso la famosa frase, de las “opciones sobre la mesa” significa, años de ensayo y error y discusiones de otras ideas.
Así que todo líder opositor, que piense que la Constitución es como el bolso de Mary Poppins, antes de caer en la tentación de proponer algo como el 187:11 o asaltar Bastillas porque tienen a su “gran hermano” detrás, debe repensarlo un poco porque bastante daño hizo a los políticos de Panamá, que las asaltaron y pidieran en las calles invasiones durante al menos dos años, antes que un nuevo presidente, tomara la decisión. Deben dejarse de ideas mágicas y simples, porque el problema que tuvieron los líderes de aquel entonces fue caer en simplismos suicidas, como: “Noriega tiene sus días contados” (1985) “Noriega está colgando de sus uñas” (1986), “Noriega ya no tiene soporte ni de los suyos” (1987), “Noriega es un tiranosaurio en vías de extinción” (1988), “Noriega está perdido (..) no saben que hacer” o exclamar que “esa política de las bolsas de dignidad” (nuestras Claps) “eran caridad” o el mas célebre “Los militares panameños son cobardes, en los que les pongan un Marine se rinden”.
Sobre el 187:11 en Panamá y luego de que las opciones “fallaran sobre la mesa” porque estaban causando un daño terrible y apuntalaban más a Noriega, fue que el presidente “legítimo” (Del Valle) pidió la opción militar en privado y se hartó de hacerlo hasta que luego, cuando ya tenía que vivir escondido, la pidió públicamente hasta marzo de 1988 en la que ya se tuvo que exiliar luego de que todo su entorno fuera arrestado. Y Reagan y Abrams se marcharon al año siguiente, viendo como apaleaban y masacraban a toda la oposición, sin que esta supiera que en las conversaciones decían cosas como: “¿Y por qué nosotros tenemos que enviar a un buen chico de Illinois a morir por los panameños, mientras éstos pasean en las calles con sus Mercedes?” (Yates 2008 p. 58).
Así que voy con algunos consejos para los que quieran aplicar el 187:11 (y en un futuro el TIAR).
Si usted desea invocar el 187:11 porque cree que ya vienen: Vea por favor el ruego desesperado de Luis Almagro frente a la desidia planetaria y en especial la estadounidense. Vea también todo lo dicho por Bolton y Abrams así ocurra el escenario mas duro, ellos pueden omitir información pero no mentir públicamente a los votantes y darle herramientas a sus contendores electorales. Eso fue lo que vio el régimen.
Si Usted desea invocarlo porque alguien le dijo que Guaidó tiene detenidos los portaaviones: Le explico que le mintieron, lo dijeron Pence, Pompeo, Bolton, Abrams, republicanos y demócratas, muchos europeos lo dijeron en distintos idiomas y también se lo dijo todo el grupo de Lima, no hay intervención militar en camino. Y el régimen y sus asesores externos también lo saben.
Si usted desea invocarlo porque ha leído analistas que sostienen que hay portaaviones “cruzando por el estrecho”, métase en la pagina de internet de esos portaaviones que le dirán que van rumbo al soleado mediterráneo y al estrecho pero de Gibraltar. Y si lo hace porque le han dicho que es una señal que cerraran la embajada, entienda usted que eso no ha pasado nunca, no ocurrió en Trípoli hasta que entraron a la capital, no ocurrió en Iraq y en Panamá los empleados tuvieron que usar autos alquilados y el embajador Harris se quedó allí. Así que entienda el asunto más bien como me lo explicó un experto: “no ha pasado nunca, simplemente no tenían como garantizar la seguridad y Pompeo no quería que Hillary le devolviera el favor de Bengazi en las elecciones”. Y esto también lo sabe el régimen y sus asesores externos.
Si usted desea invocarlo porque los políticos están tratando de matizar el asunto explicando que “esas cosas no se hablan en público”, pues le explico que es una mentira piadosa, usted verá ese debate como se ha visto en todas las ocasiones anteriores, verá filtraciones reales de quienes no están de acuerdo, formarse la coalición, conformarse lentamente la fuerza militar, verá a varios presidentes pidiendo permiso a sus senados, verá amenazas y escaladas militares, porque no ha ocurrido nunca en la historia algo como lo que usted pide, que no se hiciera público, como público será el debate para pedir los créditos adicionales de Trump. Y el régimen y sus asesores externos lo saben.
Para los irresponsables que deseen invocarlo porque así debilita a “Guaidó, porque no está a la altura” les explico que después de Guaidó no hay nada. O más precisamente aún después de Guaidó no hay ni una Cuba, porque Venezuela será más bien “Cubalia”, una mezcla de esa Isla, con Somalia. Así que no es un asunto de que si usted logra sacar del camino a Guaidó, la comunidad internacional escogerá a su candidato; si Guaidó falla, por culpa de sus correligionarios, lo que va quedando, del ambiguo apoyo de la comunidad internacional, nos dará una patada en la baja espalda.
Si usted desea invocarlo porque no le gusta ver a Guaidó con la Unidad Democrática y cree que se necesita a un líder que no pacte con la dirigencia democrática, con el chavismo disidente y al chavismo originario, sino que debe ser lo contrario pues necesita un líder que no se reúna con nadie y que gobierne solo, pues va en contra de toda la comunidad internacional que ha solicitado precisamente esa unidad que logró Guaidó.
Pero si usted es político y habla públicamente del 187:11, le sugiero que no lo haga. A los militares no les gusta que los llamen cobardes. Y déjeme decirles algo, un amplio sector de la joven oficialidad media, no lo son. Eso lo decían de los panameños y combatieron duramente durante horas y algunos batallones, durante días contra un enemigo superior. Eso dijeron algunos de los argentinos y se ganaron el respeto de los ingleses en combate. Usted es pues, un político que constantemente llama cobardes a sus militares y con razón no los ha convencido nunca de que lo apoyen.
Por otra parte si usted es un político más radical y habla públicamente del 187:11, el mensaje que les llega, es que usted quiere que los maten. Y eso, discúlpenme el sarcasmo, les gusta mucho menos a nuestros militares. No solo le da la razón a los del régimen que sostiene que usted los odia, sino que además los cohesiona permanentemente contra nosotros y especialmente contra usted. Es decir, Usted pidiendo eso, nunca va a ser su Comandante en Jefe.
Finalmente tengo que hacer uso de una frase de Konrad Adenauer: “en la política hay adversarios y correligionarios; estos últimos son los más peligrosos”. Desde que Guaidó llegó a los venezolanos por sorpresa, tuvo que enfrentar la campaña del 233 y después la otra campaña que decía que de no ser por ellos, no se hubiera juramentado dejándolo como un político manipulable, luego la increíblemente nefasta y gigantesca campaña de medios internacionales emprendida contra él, para explicar que todo lo que hacía, no venía de él sino que era una planificación de otros y eso tampoco vino del régimen.
Luego tuvo que soportar la campaña donde explicaban que además de manipulable, que sus ideas eran las de otro, que era solo alguien temporal -pues no se podía presentar a las elecciones- ¿Para que arriesgar el cuello con el cese de la usurpación por él, si después gana otro que a lo mejor es el que me llama cobarde o quiere que me bombardeen y no respete el acuerdo?. Y esa campaña, tampoco vino del régimen.
Luego ha tenido que soportar la campaña de que se ha plegado al chavismo, otra que dice que está reunido con la unidad democrática –veladamente que es un corrupto- otra de una “repartición de cargos” y ahora otra, que lo llama traidor o cobarde por no apretar un botón mágico que no existe, como si fuera posible que un Comandante en Jefe llamara a sus militares cobardes o provocando que los bombardeen.
En fin, ¿para que alguien va a arriesgarse a que lo torturen, si es la propia locura opositora la que sostiene que es alguien manipulable, cuyas ideas no son suyas, que es pasajero, que no garantizará el respeto de los acuerdos, más de lo mismo y visto como un cobarde por los suyos y si lo invoca quiere asesinarnos?, allí quizás tengan una respuesta más acertada del porque no se ha logrado el cese de la usurpación. Y he aquí que el régimen sorprendido sostiene, que ¿para qué golpear a Guaidó?, si son los suyos los que lo están masacrando, como ha exterminado a todos sus héroes.
En fin, volviendo a citar a Adenauer, en política “hay enemigos, enemigos temibles y compañeros de partido”.
No amigos lectores, no es únicamente el régimen, el que nos tiene así. Corremos el riesgo de vivir el derrumbe de la última iniciativa; no es que queda poco tiempo para que sobrevenga la catástrofe, es que ya la vivimos y la diferencia entre salir o terminar de hundirnos, radica en nosotros mismos. Detengan las campañas, si es que ya no es demasiado tarde.