Leodán Suárez Quiñones es la mujer transgénero que ha militado más seriamente en la oposición cubana. Hace años que trabaja con Cuba Independiente y Democrática (CID) desde San Juan y Martínez, un pueblo de Pinar del Río, al occidente de La Habana, que debe su fama al cultivo del tabaco.
CID es una organización que se fundó en 1980 con un programa socialdemócrata. Su líder fue Huber Matos, uno de los comandantes que peleó a las órdenes de Fidel Castro y acabó condenado a 20 años de prisión.
Suárez Quiñones representó a CID en un taller celebrado en Jamaica a finales de septiembre. A su regreso a Cuba denunció haber sido hostigada por las autoridades en el aeropuerto.
Esta violencia se ha hecho habitual en las últimas semanas contra mujeres que salen del país o regresan a él en funciones relacionadas con el activismo social o político con enfoque de género.
Seis cubanas no pudieron viajar este 17 de septiembre a Trinidad y Tobago, donde asistirían a un taller sobre empoderamiento femenino organizado por el Instituto Simone de Beauvoir, una organización con sede en México.
A principios de mes otro grupo de mujeres no pudo llegar a Praga, República Checa, para un taller de tema semejante.
La actriz Iris Ruiz, una de las integrantes del grupo, publicó en su cuenta de Facebook un texto titulado «Manifiesto de una regulada», donde acusa al gobierno de violar su derecho constitucional y su libertad para moverse fuera del país.
Ruiz es una de las activistas del Movimiento San Isidro, conocido por sus protestas contra el Decreto 349, una reciente legislación que criminaliza el arte independiente en Cuba.
En el documento, la actriz comparó la prohibición de viajar con la violencia sexual que sufren las mujeres de parte de los hombres. «Saber que como mujer, en algún momento de la vida te va a tocar, que algún fulano puede venir a abusarte… esa es la sensación», escribió.
Leodán Suárez Quiñones pudo dejar La Habana, pero fue interceptada a su regreso por las oficiales de la Seguridad del Estado. La interrogaron sobre su viaje a Jamaica y amenazaron con no permitirle salir del país en la próxima ocasión, contó la activista trans.
Suárez Quiñones denunció además maltrato de parte de las autoridades aduaneras.
La activista aseguró a Tremenda Nota que le hicieron borrar una grabación de su teléfono móvil y que dañaron un televisor que había importado.
«Se reúnen más de ocho personas entre oficiales de la seguridad y de la aduana, y uno comienza a golpearme el TV y me dice: “Si ustedes son trágicos, más trágicos somos nosotros y ahora tienes que pagar tu TV roto”», contó.
Mathadela Tamayo, una activista afrodescendiente que integra el Comité Ciudadanos por la Integración Racial, también denunció el pasado 9 de septiembre un incidente de acoso que involucra a la Aduana General de la República de Cuba.
Tamayo aseguró que después de entrevistarse con un oficial de la Seguridad del Estado debió pagar un impuesto excesivo por los artículos que había comprado en Estados Unidos.
Por su parte, Suárez Quiñones debió enfrentar otro interrogatorio el pasado viernes al regresar a San Juan y Martínez.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) escuchó la pasada semana en Washington a periodistas, abogados y activistas en una audiencia pública donde se expusieron numerosas violaciones de derechos humanos ocurridas en la Isla.
Uno de los participantes, Pablo Díaz Espí, director del periódico Diario de Cuba, señaló que la prohibición de viajar al extranjero se ha convertido en la principal herramienta del gobierno para reprimir a la sociedad civil independiente.
El 25 de septiembre la periodista Rosalía Viñas, de la revista Convivencia, también denunció en redes sociales que las autoridades migratorias del Aeropuerto Internacional José Martí le impidieron salir del país por cuarta vez.
Otra de las reguladas es la activista Katherine Mojena, miembro de la organización opositora Unión Patriótica de Cuba (Unpacu).
«Desde entonces [2016] hasta la fecha me han impedido salir de Cuba en más de cinco ocasiones. Ahora mismo fui seleccionada para participar en un programa de formación sobre sobre cómo enfrentar y reportar la violencia de género (…) Cuando fui a preguntar [a las autoridades migratorias], seguía “regulada”», contó Mojena al diario 14ymedio.
La reportera Luz Escobar, del mismo periódico, también explicó en Facebook que las autoridades cubanas mantenían una prohibición de salida del país contra ella por «razones de interés público».
Según un artículo publicado en 14ymedio a más de 150 periodistas, activistas y opositores políticos se les prohíbe la salida del país.