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Andrea Levy: «Ni la bandera es sólo de derechas ni la cultura sólo de izquierdas»

La edil quiere que Madrid se identifique pronto «con un oasis de libertad y de cultura abierta». Tras reivindicar a Galdós, el teatro y la música, su gran proyecto es un museo del Siglo de Oro

Dicen que el sector de la cultura es mayoritariamente de izquierdas, pero en el Ayuntamiento de Madrid reivindican que la gestión es más abierta y plural con el modelo que está poniendo en práctica el centro derecha (basta recordar la polémica de las Naves de Matadero). Andrea Levy (Barcelona, 1984) lidera desde el PP esa alternativa que ya se ha convertido en un referente de moderación en un país cada día más polarizado. Nada más llegar al cargo, el pasado junio, supo que Carmena no había programado ni un acto por el centenario de Pérez Galdós. Decidió volcarse en el recuerdo de esta gloria nacional, escritor republicano y de izquierdas. Siete meses después, está empeñada en que que se identifique Madrid con cultura «excelente y para todos».

 

Andrea Levy, en Centro Centro, dependencias culturales del Palacio de Cibeles
Andrea Levy, en Centro Centro, dependencias culturales del Palacio de Cibeles – IGNACIIO GIL

 

-¿Se siente un referente?

-Sin duda alguna Madrid va a ser un referente del centro derecha y un espacio y un oasis de libertad y políticas abiertas en todos los ámbitos. Especialmente en el cultural. Ya lo estamos notando porque la estabilidad política que vivimos aquí permite que artistas de otros lugares estén eligiendo nuestra ciudad para instalarse. Ahora mismo, el Brexit y la inestabilidad política en Cataluña son dos oportunidades.

-Pero hay una gran polarización. ¿Mantiene su partido la oferta de pactos de Estado que hizo Pablo Casado a Sánchez, incluidos presupuestos y poder judicial?

-Tenemos que hacer una oposición firme y crítica como es legítimo y responsable. Reaccionaremos ante todas las políticas que consideremos perjudiciales, todas las actuaciones que nos planteen dudas jurídicas. Eso no obsta para que ejerza con responsabilidad como partido de Estado llamado a gobernar. Demostraremos que estamos preparados para gobernar. Si hay grandes pactos de Estado que sean necesarios para el futuro de nuestro país, ahí siempre nos van a encontrar.

-¿Desde la cultura es más fácil?

-La cultura es un lugar para el entendimiento. Ni la bandera de España es solo de derechas ni la cultura es solo de izquierdas, como piensan algunos. Es un espacio que da lugar a ser generosos con quien piensa diferente. La provocación creativa que llama nuestra atención es en el espacio cultural donde más se respeta.

-Si el sector cultural es mayoritariamente de izquierdas, ¿qué necesita un gestor de derechas para hacerlo bien?

-Demostrar una gestión liberal de la cultura desde el máximo respeto al protagonismo de los agentes culturales. El político debe estar siempre en segundo plano. Y haciendo una gestión tolerante, plural y abierta. La cultura, cuando es libre y abierta, invita a la reflexión, a pensar. En los extremismos políticos no hay autocrítica, ni esa capacidad de aprender, incluso, del que piensa distinto a ti. Demostramos que nos gusta gestionar bien. Para nosotros la cultura no es un capricho de exhibición.

-¿Está pensando en alguien?

-El Ayuntamiento de Carmena utilizó la cultura. No se hizo una gestión para nuevos proyectos o dinamizar el sector. No se puede vivir de espaldas a los musicales de la Gran Vía, a las salas de música en vivo, actores de nuestra ciudad que fomentan el hecho cultural. Yo no pido el carné político a nadie ni le pregunto la ideología. Quiero excelencia y calidad, lo mejor para nuestra ciudad. No gobierno desde el sectarismo porque eso empobrecería la cultura.

«En los extremismos políticos no hay autocrítica, ni esa capacidad de aprender, incluso, del que piensa distinto a ti»

-Se dijo que sus proyectos estaban marcados ideológicamente.

-Es un error utilizar la cultura para que simplemente te aplaudan los tuyos. Eso deja al margen a muchísimas personas y eso es lo sucedido en los últimos cuatro años. La gestión de la cultura por la izquierda tiende a ser muy snob y deja al margen a muchos admiradores de actividades culturales de Madrid.

-¿Por ejemplo?

-La máxima experiencia fue el escenario de los musicales que nosotros colocamos en la Puerta del Sol. Los musicales están viviendo un boom. No se puede vivir de espaldas a eso. No podemos contemplar un hecho cultural desde una mirada altiva, que es la que a menudo ofrece la izquierda.

-¿Cuál es su objetivo?

-Queremos dotar de identidad cultural a Madrid, que se nos asocie con el hecho de venir a disfrutar de una experiencia cultural completa. El eje Prado-Thyssen-Reina Sofía, un gran mapa teatral y ese Broadway castizo que está en la Gran Vía. Ya hay producciones de nuestro país.

-¿Por qué Galdós le hizo tilín?

-Me sorprendió que no hubiera nada programado sobre Galdós. Lideramos el homenaje porque considerábamos que si algo transmite Galdós es amor por esta ciudad y por sus gentes. Creímos necesario devolverle esa grandeza en su centenario. Hay algo trágico en el presente cuando se ningunea nuestro pasado. España tiene muchas cosas por las que sacar pecho y sentir orgullo. Igual que Francia siente a Flaubert o el Reino Unido a Dickens, en España debíamos llevar con mucho orgullo a Galdós.

-El Gobierno también olvidó a Cortés. ¿Qué hará usted con el Madrid del Siglo de Oro?

-Madrid empezó a ser capital mundial cultural en el Siglo de Oro. Hay una gran carencia, un déficit de explicar y sentir ese orgullo nacional que es un deber de la ciudad. Aquí se encuentran los elementos que la hicieron característica. Esa época debe tener su debido homenaje y Madrid debe saldar ese déficit.

-¿Harán un museo?

-Debe ser una experiencia de interpretación del Siglo de Oro, porque competir con otras colecciones como la del Prado es difícil. Debe contar su época, su política, y sobre todo explicar ese referente cultural.

«Madrid empezó a ser capital mundial cultural en el Siglo de Oro. Hay una gran carencia, un déficit de explicar y sentir ese orgullo nacional que es un deber de la ciudad»

-¿Donde estará?

-Esperemos que esté ubicado en el lugar que fue la semilla del Siglo de Oro, el Barrio de las Letras. Requerirá colaboración de otras administraciones, pero debe hacernos reflexionar. Cuando el Ministerio ha despreciado poner en valor nuestra historia lo que ha hecho es no saber contar nuestro presente. La mirada cultural no puede ningunear ni despreciar nuestro pasado.

-El PSOE volvió a separar el Ministerio de Cultura. ¿Ha supuesto algún cambio?

-No me gusta criticar a una persona que ya no ejerce esas responsablidades pero en los últimos años ha dado la sensación de que el Ministerio de Cultura no se implicaba en determinados asuntos que requerían una gestión más decidida. La llamada ley de mecenazgo, que está siempre en un cajón y no sé por qué. Por cierto una ley que vendría muy bien a la ciudad de Madrid. Tiendo mi mano al nuevo ministro para colaboraciones futuras y espero que arranque esos proyectos tan necesarios, y volvamos a hablar del Centro Nacional de la Danza, que es tan importante, y que reivindique a Galdós a nivel nacional.

-En Cataluña el sector pide más presupuesto. ¿Cuál cree que es el justo?

-Le voy a romper un tópico, ese de que la derecha no cuida la cultura. El Ayuntamiento de Madrid ha elevado un 20% el presupuesto. De cada 10 euros dos más irán destinados a cultura. Este ayuntamiento entiende que la Cultura es importante para la ciudad. En cuanto a Barcelona, era una ciudad abierta que miraba lejos. Esto se ha revertido, se ha empequeñecido.

«En los últimos años ha dado la sensación de que el Ministerio de Cultura no se implicaba en determinados asuntos que requerían una gestión más decidida. La llamada ley de mecenazgo, que está siempre en un cajón y no sé por qué»

 

-Barcelona era referente e imagino que corre el riesgo de dejar de serlo.

-Inauguramos pronto la semana del diseño y en ese tema, como en otros, estamos ganando la partida cultural a Barcelona porque nosotros estamos haciendo una ciudad acogedora, integradora y abierta. Nos gusta la diversidad, el que piensa diferente, las experiencias distintas. En cambio, en Cataluña hay una asfixia cultural, en la que la gente que piensa distinto se encierra en casa porque no quiere formar parte de esta discusión que está tiñendo todo de gris. Es muy triste. Soy catalana y tengo que decir que la ciudad donde todo pasa es Madrid.

-Más allá de la historia, impulsa la cultura contemporánea. En teatro han mucho cambiado las cosas.

-Viví con perplejidad que se arrinconase en tiempos de Carmena el repertorio en el Teatro Español. Pero no expulsamos ninguna disciplina. Hemos llevado las artes vivas al Conde Duque. Volvemos a lo de la cultura de izquierdas: ¿quién expulsó el teatro de las Naves del Matadero, en contra de lo que decían los artistas y profesionales del teatro? El gobierno de Carmena. Eso fue sectario. Por eso revertimos la decisión, que era discrecional en contra del sector. El mapa teatral de Madrid debe incluir todas las disciplinas con la máxima calidad, que cada uno de ellos sean centros de referencia y que, junto con las salas de teatro privadas, den esa esencia cultural en la ciudad.

-¿Hay alguna apuesta para fomentar los rodajes en Madrid?

-Sí. No hay nada mejor que un fotograma para presentar lo que es Madrid al mundo. Tenemos a jóvenes cineastas como Jonás Trueba, que convierten a Madrid en un personaje más. Madrid tiene que hacer más sencillos los trámites y también queremos intentar abrir mucho más algunos lugares a los rodajes. Hay muchas zonas desconocidas. Tenemos que hablar con la Madrid Film Office, porque nos piden más agilidad, y que nosotros salgamos también a vender Madrid como gran escenario cinematográfico.

-¿Volverán los Goya a Madrid?

-Me alegro de haber recuperado los Forqué en su 25º aniversario en Madrid. Pero me parece bien que no todo tenga que estar centralizado en Madrid. Es positivo que eventos como los Goya viajen durante un tiempo. Aún así, espero que vuelvan a Madrid.

«Volvemos a lo de la cultura de izquierdas: ¿quién expulsó el teatro de las Naves del Matadero, en contra de lo que decían los artistas y profesionales del teatro? El gobierno de Carmena. Eso fue sectario. Por eso revertimos la decisión, que era discrecional en contra del sector»

-¿Qué le parece que Abascal decline la invitación para ir a los Goya?

-Las películas que están en cartelera, seleccionadas para los Goya e incluso para los Oscar, son de una gran calidad y talento. Más allá de las galas, hay que ver cine español. Doy la enhorabuena al cine por la excelencia del sector.

-Han logrado que la escultura de Plensa, «Julia», se quede en Colón un año más. ¿Su intención es que permanezca de forma perenne en la plaza?

-Estamos en conversaciones con la Fundación Masaveu. La pelota está en su tejado. Queremos que «Julia» se quede y haremos todos los esfuerzos. Porque representa esa integración de Madrid como ciudad de acogida.

-¿Quieren traer más esculturas de este tipo? ¿En qué espacios piensan?

-La plaza de Santo Domingo o la plaza del Emperador Carlos V (Atocha). Lugares donde el arte pueda convivir con los madrileños porque la cultura es una manera de sentir pertenencia.

 

 

 

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