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Oswaldo Páez-Pumar: El reino de la mentira

 

Nos llega la noticia de que Cuba tiene el peor Internet. La noticia desde luego no se origina en Cuba. También en Venezuela padecemos un sistema sujeto permanentemente a intermitencias y no podemos afirmar con certeza que el nuestro supere al cubano. La diferencia que puede haber entre Cuba y Venezuela desde luego tiene su origen en que cuando Castro llegó al poder en 1959 no existía tal cosa, existía además del añejo telégrafo, toda una novedad, el teletipo. Pero el teletipo desde luego estaba circunscrito a empresas noticiosas y los particulares no accedían a este tipo de medio.

La expropiación de periódicos, revistas y estaciones de radio y televisión aisló a los cubanos de toda fuente de información que no se originara en el gobierno, como parte además del plan de educación, una sola escuela, un solo programa educativo y un único contenido, mientras que cuando Chávez llegó ya estaba operando, desde luego no en la dimensión con la cual funciona hoy en el mundo, Internet.

El profundo cambio en el mundo de la información lo origina Internet, los teléfonos celulares, las laptop que están al alcance de todo el mundo. La diferencia entre el peor Internet cubano y el cuasi peor venezolano, es que lo que hoy tienen los cubanos es solo aquello que el gobierno controlador de todo les ha “ido soltando”, es a lo que les permite acceder.

En el caso venezolano es que, ante la imposibilidad de trabar esa autopista de información, que hace prácticamente nulo el plan de adoctrinar a la población, porque cuenta con una tecnología que por sí misma abre la intercomunicación entre los humanos, sin tutores que nos digan lo que es bueno y lo que es malo, ni mucho menos lo que es verdad y lo que es mentira, el recurso que el gobierno ha encontrado para que no interfiera demasiado con el plan de pastorear ovejas, es que funcione mal.

Con esto no estoy negando que la deficiencia en el sistema eléctrico no tenga su parte de responsabilidad y que la caída del suministro, de la transmisión, de la conexión inter redes tenga también parte de la culpa del mal funcionamiento del Internet. Lo que afirmo es que los regímenes dictatoriales y más aún los totalitarios le temen al progreso técnico, como los navegantes a vela temieron al motor de combustión y los dueños de las diligencias a los ferrocarriles. ¿Quieren la prueba? Desde la revolución rusa en 1917 hasta hoy van casi 103 años y pregunto ¿hay algún país que haya adoptado el modelo y le dé a cada quien según sus necesidades, con las excepciones de las necesidades de Stalin, Mao, Kim Il Sung y Castro? Quizá Venezuela, por las necesidades de Chávez y Maduro.

 

 

 

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