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Cuba con los bolsillos al revés

Al salir del enclaustramiento, los cubanos cambiarán los temores al coronavirus y las colas, por mayores privaciones y un futuro muy nebuloso

LA HABANA, Cuba.- La precariedad económica del Gobierno cubano aumentó con las erogaciones para afrontar la epidemia y las medidas del presidente Donald Trump, y se complicará si no se llegara a un nuevo acuerdo con el Club de París y otros acreedores.

El gobernante Miguel Díaz-Canel ha reiterado que no hay fondos para importar los alimentos básicos en la dieta del cubano ni para garantizar insumos que permitan “recuperar” la producción nacional de arroz, frijoles, carne de cerdo, pollo, huevos, viandas y hortalizas. La leche no se menciona.

Actualmente, el Gobierno cubano procura no caer en impago al Club de París, reportaban las agencias de prensa extranjera el 21 de mayo. El viceprimer ministro Ricardo Cabrisas Ruiz pidió negociar el pago de la deuda correspondiente a 2019, 2020 y 2021, y volver a pagar en 2022. Los acreedores (Francia, España, Canadá y Japón fundamentalmente) se habían mostrado impacientes: en diciembre de 2019 a Cuba le quedaban unos 30 millones de euros por pagar. La falta de liquidez había llevado a la priorización del pago de los créditos a corto plazo, a fin de procurar nuevos préstamos para poder importar los alimentos y las materias primas esenciales para la agricultura y la industria, fundamentalmente. Los gobernantes cubanos han reiterado que no se contraerían deudas que no se pudieran pagar, aunque difícilmente encontrarían prestamistas.

Raúl Castro expuso que se enfrentaban severas restricciones financieras externas, sin embargo, el país seguía cumpliendo rigurosamente sus obligaciones de pago con acreedores y proveedores extranjeros. Se trata de una “práctica que favorece el paulatino restablecimiento de la credibilidad de la economía nacional”, aseguró en la clausura de la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 15 de julio de 2015. Principalmente se trataba de créditos a corto plazo.

Entonces el Gobierno negociaba las deudas acumuladas desde 1986, cuando Fidel Castro dejó de pagar a los principales acreedores agrupados en el Club de París, y en diciembre de 2015 logró la condonación de 8500 millones dólares de intereses y se comprometió a pagar los 2600 millones de dólares netos en 18 años, con la posibilidad de que las empresas utilizaran el fondo de los pagos para inversiones en Cuba. Previamente, había obtenido la cancelación por parte de Rusia de la deuda con la Unión Soviética estimada en 30 000 millones de dólares.

En el VII Congreso del Partido, efectuado en abril de 2016, Raúl Castro expresó que el reordenamiento de la deuda, de conjunto con el cumplimiento de los com­pro­misos financieros asumidos, con­tribuía al restablecimiento de la credibilidad in­ternacional en la economía cubana y fa­vorecía mayores posibilidades de comercio, in­versiones y financiamiento para el desarrollo. Con posterioridad, el general reiteró el agradecimiento a los acreedores por su comprensión ante la demora de los pagos.

Las relaciones entre los gobiernos que integran el Club de París y el régimen cubano se estrecharon en coincidencia con el llamado deshielo entre la Isla y Estados Unidos. En 2016, Raúl Castro visitó París y el presidente francés François Holland lo reciprocó poco después. Díaz-Canel realizó una visita oficial a Francia en 2018. Durante la IV Sesión de la Comisión Económica y Comercial Franco-Cubana y la cuarta reunión del Comité de Orientación Estratégica, a cargo de la gestión del Fondo de Contravalor, efectuada en diciembre de 2019, se suscribieron tres acuerdos de colaboración.

El premier Shinzo Abe realizó una visita oficial a Cuba, la primera a ese nivel en la historia de las relaciones, en 2016. Japón donó equipos médicos, camiones recolectores de desechos y otros; rehabilitó la escuela primaria Rafael María de Mendive en La Habana Vieja, y ha ejecutado proyectos de desarrollo local, como la producción de semillas de arroz. Empresas japonesas están asentadas en Cuba desde hace decenios.

El presidente del Gobierno español Mariano Rajoy contribuyó a recomponer las relaciones entre España y Cuba. Su sucesor Pedro Sánchez, más afín a las autoridades cubanas, estuvo en La Habana en 2018, y prometió la primicia de un Rey en la antigua joya de la corona. La promesa se cumplió con la visita de Felipe VI y Letizia a la Isla en noviembre de 2019, días antes de celebrarse el 500 aniversario de la fundación de La Habana. España es el principal socio comercial de Cuba en el seno de la Unión Europea, y tiene la mayor cantidad de empresas asentadas en el país, con preponderancia en el sector turístico.

Probablemente, los integrantes del Club de París llegarán a acuerdos con el Gobierno cubano, pues sería la única forma de cobrar, así como de mantener y desarrollar las actividades empresariales, pese a la aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton. A la vez, la situación económica en Cuba se agrava por las repercusiones de la pandemia de coronavirus y la crisis internacional. Justo ahora hay mayor precariedad para el pueblo cubano, sin que se vislumbre el despegue de la economía a corto plazo.

 

 

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