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Los españoles no se creen las cifras de fallecidos que da el Gobierno

El 73% desconfía del recuento de víctimas y el 46% rechaza su gestión de Pedro Sánchez en la pandemia

El baile numérico del Gobierno, los 13.000 fallecidos que permanecen en el limbo estadístico, los estudios confusos de seroprevalencia y las explicaciones caóticas sobre curvas con picos son razones sobradas para alimentar la incredulidad de los españoles en el recuento de víctimas del coronavirus -muertos y contagiados- que proporciona el Ejecutivo.

Y si a ello se suma el caos en la compra de material sanitario, la improvisación y los volantazos en las medidas a adoptar, los pisotones entre ministros, el malestar públicamente expresado por la mayoría de las comunidades autónomas y la leña al fuego que arroja la oposición, no sorprende que prácticamente la mitad de los españoles se muestre insatisfecho con la gestión del Gobierno durante la pandemia.

Tres de cada cuatro votantes -el 73%- no se cree las cifras. Confían poco o nada en los cálculos embarullados que han intentado desentrañar y justificar a diario el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias, Fernando Simón, y el ministro de Sanidad, Salvador Illa.

A la inmensa mayoría de los españoles no les salen las cuentas y sus recelos aumentan cuando comparan los datos que proporciona La Moncloa con los de exceso de fallecimientos que arroja el Sistema de Monitorización de la Mortalidad (MoMo), la Asociación Española de Profesionales de los Servicios Funerarios (Aesprof) y el propio Instituto Nacional de Estadística (INE).

O cuando sencillamente el instinto, a la vista del drama vivido en las UCI, en los pasillos de los hospitales, en las residencias de ancianos o en las morgues improvisadas les perfila un panorama bastante más negro que el que dibujan los números gubernamentales.

En la encuesta de junio de Sigma Dos para EL MUNDO se refleja no sólo la incredulidad de los ciudadanos respecto a las cifras que se presentan con el sello oficial, también el rechazo que en casi la mitad de los votantes suscita la gestión de la pandemia por parte del Gobierno de coalición.

Un abultado 46% considera que el Ejecutivo de Sánchez e Iglesias lo ha hecho mal o muy mal, frente al 37% que valora su desempeño bien o muy bien. El porcentaje medio de los que apuestan por la gestión del Gobierno sube sustancialmente por el apoyo decidido que a la misma le conceden los votantes del PSOE y de Unidas Podemos.

Entre los primeros, un 72% expresa su conformidad con la estrategia y las medidas adoptadas por La Moncloa y sólo un 15% disiente de las mismas. Entre los segundos, baja algo la aceptación, pero también se sitúa en niveles elevados: un 69% valora bien o muy bien lo hecho por el Gobierno y apenas un 18% discrepa.

Este grado de respaldo que muestran los electores de las dos fuerzas de izquierda que se sientan en el Consejo de Ministros baja sin embargo muchos enteros cuando de lo que se trata es de expresar confianza en los datos de víctimas de la enfermedad. Ahí el apoyo se resiente, hasta el punto de que más de la mitad de quienes aseguran votar al PSOE (52%) admite creer poco o nada en la cosecha de fallecidos y contagiados que, según el Gobierno, ha arrojado la pandemia. Los votantes de Unidas Podemos superan en este punto a los del PSOE; más de la mitad (53%) confía en los datos que proporciona el Ejecutivo, frente a un 46% que recela abiertamente.

Ni qué decir tiene que la incredulidad y las sospechas se desatan entre los votantes de otras fuerzas políticas. Entre los del PP, apenas el 6% confía en los números oficiales, frente al 89% que los considera falseados; tampoco el 84% de los votantes de Ciudadanos, el 98% de los de Vox y el 77% de los de otras formaciones cree en ellos.

 

 

Los españoles, en realidad, no llegan a aprobar la actuación de ningún partido político en relación con la pandemia. No obstante, destacan en la escala de puntos al PSOE, una fuerza a la que conceden una nota de 4,35, seguida de Ciudadanos con un 3,68; el PP con un 3,38 y Unidas Podemos con un 3,16. A la cola se sitúan el PNV con un 2,9; ERC con un 2,37 y, finalmente, Vox con un 2,13.

Parece evidente que para pronunciarse así los votantes se basan principalmente en los debates, posicionamientos y enfrentamientos públicos de unos y otros más que en la gestión, que corresponde casi en exclusiva a los partidos que gobiernan y sobre todo a los dos -PSOE y Unidas Podemos- que han ejercido el mando único bajo el paraguas del estado de alarma.

En la opinión manifestada por los votantes socialistas llama la atención la nota que conceden a la actuación de Ciudadanos (4,33), un partido que en las últimas semanas se ha prestado a cerrar acuerdos puntuales con el Gobierno, y al que casi sitúan al mismo nivel que Unidas Podemos (4,67), socio de coalición de Pedro Sánchez.

En el caso de los votantes morados, el reconocimiento se dirige más hacia el PNV y ERC, dos partidos que facilitaron la investidura y, en consecuencia, la formación de un Ejecutivo en el que se sientan Pablo Iglesias, Irene Montero, Yolanda Díaz, Alberto Garzón y Manuel Castells.

En lo que sí existe coincidencia entre los ciudadanos, más allá de sus diferencias y afinidades ideológicas, es en pronosticar que será el PSOE el partido al que el coronavirus penalizará más en las urnas. Un 41,8% así lo cree. Y en este convencimiento se dan la mano el 46,5% de los votantes del PP; el 33% de los electores del PSOE; el 56% de los de Ciudadanos; el 38,5% de los de Unidas Podemos y el 66,5% de los de Vox.

Por el contrario, los encuestados creen que la formación que saldrá más fortalecida electoralmente de esta crisis será el PP. Así lo considera el 25,9% y, especialmente los votantes más jóvenes. En esta previsión, los únicos discrepantes son los electores de PSOE y Unidas Podemos que expresan su confianza en que serán los socialistas los más beneficiados.

 

 

 

 

 

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