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Para muchos cubanos, el Rey del Queso de Artemisa es un héroe, no un delincuente

Las redes sociales se vuelcan con el ganadero detenido en un operativo policial la semana pasada

El Rey del Queso, un ganadero de la provincia de Artemisa detenido por un presunto delito de actividad económica ilícita, ha encontrado la solidaridad en las redes sociales, luego de un reportaje emitido este sábado por la Televisión Cubana donde se mostraba el operativo policial contra su fábrica.

Ubicada en la finca Santa Ana, perteneciente a la Cooperativa Ciro Redondo, en el municipio de Caimito, la quesería abastecía principalmente a tres restaurantes especializados en comida italiana del municipio de Playa, en La Habana.

«A ver, ¿de quién es la vaca? ¿Quién le da de comer? Son unos cara de piedras estos inútiles. Ahora les quitan las vacas y le cierran el negocio del queso en lugar de estimular que produzcan queso, además de producir la leche. Ustedes tienen que parar ya», comentó Juan Armand Cureaux.

«A ver, ¿de quién es la vaca? ¿Quién le da de comer? Son unos cara de piedras»

El campesino es dueño de 42 vacas y entregaba cada día al Estado 70 litros de leche de los 150 que debía proporcionar, según el reporte transmitido en el Noticiero Nacional.

Por décadas, la comercialización de productos lácteos, carne de res y otros derivados del ganado vacuno ha sido monopolio estatal. A los propietarios de vacas no se les permite la venta de quesos, leche, mantequilla ni carne del animal. Tampoco está autorizado el sacrificio por parte del dueño sin la intervención previa de un inspector oficial, que certifica la necesidad de darle muerte y vela por que el cuerpo vaya a parar a entidades estatales.

«Los cubanos estamos esperando resultados de producción y el Gobierno lo que hace es apagar dichas producciones», cuando lo que deberían hacer es potenciarlas. «Por eso es que no hay nada; por qué nadie quiere producir, porque después que estas personas invierten y desarrollan en un negocio llegan ustedes intervienen y le quitan todo. Apóyenlos y exíjanles parte de su resultado en beneficio del pueblo”, comentó Alejandro Reyes.

Las restricciones asociadas al ganado vacuno en Cuba han provocado un enrevesado entramado de trucos para hacerse con la carne y los productos derivados de las vacas, entre los que se hallan atar al animal a las líneas férreas para que el tren les dé muerte y poder así hacer uso de sus restos, o declarar como machos muchas de las terneras que nacen en sus fincas para evitar tener que reportar y entregar al Estado la leche y las crías que estas tenga.

«Yo a ese hombre le doy la planta de queso más grande que tenga Cuba abandonada sin producir, y voy a crear empleos»

Al ganadero artemiseño le fueron confiscados 316 litros de leche, 353 libras de queso, 140 litros de cloro, dos pesas, cántaras, moldes, tanques de acero de procedencia industrial, una máquina selladora de nailon y otros implementos.

«Yo a ese hombre le doy la planta de queso más grande que tenga Cuba abandonada sin producir, y voy a crear empleos y no faltará el queso. Esta gente solo le troncha el desarrollo al cubano», dijo Lachi Maye Aguilar, a lo que Manuel Mons agregó: «Si ese hombre tuviera a su alcance legalizar su negocio, sería el mayor productor de queso de Cuba, pero no, ¡lo de ustedes es cerrar todo y limitar al pueblo!».

Otro usuario indignado, Reinier Rivera, dejó escrito: «Ni que le dieran tanta leche al pueblo. Qué desvergonzados son, y por qué no proceden a realizar detenciones a los directores de empresas y dirigentes del país que roban y esos sí afectan a la economía del país y al pueblo, y listo, los ponen por la televisión como hacen con los cuentapropistas».

En el último mes, luego de anunciarse las nuevas medidas económicas por la pandemia y habilitarse nuevas tiendas en moneda libremente convertible, el régimen cubano ha emprendido una cruzada contra los pequeños productores y cuentapropistas, a los que atribuyen el acaparamiento y, por lo tanto, la escasez.

La mayor parte de los negocios privados que ofrecen productos derivados de la leche acuden con frecuencia al mercado informal. La provincia de Artemisa es la principal suministradora de productos lácteos al mercado negro de la capital, desde el vaso de leche que desayunan muchas familias hasta buena parte del queso que se utiliza en las pizzerías particulares.

El operativo contra este emprendedor ocurre pocas semanas después de que el Gobierno anunciara que se dispone a autorizar las pequeñas y medianas empresas, las pymes, que supuestamente podrán exportar e importar, siempre a través de los intermediarios estatales, y podrán así contribuir al desarrollo a la economía privada.

 

 

 

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