Sadio Garavini di Turno: El gobierno Biden y Venezuela
Biden es un demócrata centrista que ha sido senador desde 1973 hasta 2009, cuando fue electo Vicepresidente. Obama lo escogió como su compañero de fórmula precisamente para “tranquilizar” al sector más moderado del partido demócrata, que veía con relativa preocupación la candidatura presidencial de un afroamericano progresista, hijo de un inmigrante africano, con apenas dos años en el Senado.
Biden ha sido de los senadores que más se han interesado en el tema internacional. En cuanto a Venezuela, Biden ha sido muy claro en definir a Maduro como un dictador. El próximo Secretario de Estado Anthony Blinken, en una entrevista donde además de criticar prácticamente toda la política exterior de Trump, afirmó textualmente que Trump “hizo lo correcto” al respecto de Venezuela y el reconocimiento de la Asamblea Nacional y su Presidente Juan Guaidó. A su vez Jake Sullivan, el futuro Asesor de Seguridad Nacional, en otra entrevista, ha afirmado que en el caso de Venezuela “Estados Unidos debería centrarse en todas las herramientas no militares. Y eso significa duplicar las sanciones y continuar construyendo la coalición internacional en torno a esto, y enfocarse particularmente en separar a China, Cuba y Rusia de Venezuela a través de cualquier medio que tengamos a nuestra disposición porque esos, efectivamente, son los salvavidas.” Y también sobre Venezuela agregó lo siguiente: “Creo en una combinación de más presión sobre Cuba y mostrarle a Cuba que podría haber algo para ellos si estuvieran dispuestos a ayudarnos a resolver esto.” Richard Haass, republicano crítico de Trump y Presidente del muy influyente Council of Foreign Relations, en su más reciente artículo en Foreign Affairs, afirma que el caso Venezuela es uno de los pocos temas de política exterior que tendrán apoyo bipartidista. Lo cual es relevante dado que es muy probable que el Senado se mantendrá con mayoría republicana.
Robert Gates es republicano, pero tiene también mucha influencia con los demócratas en el campo de la seguridad nacional. Fue Secretario de la Defensa del 2006 al 2011, nombrado por Bush hijo y ratificado por Obama. Fue funcionario de carrera en la CIA, llegando a ser Director Encargado con Reagan. Vice Asesor de Seguridad Nacional y Director de la CIA con Bush padre y además trabajó en el Consejo de Seguridad Nacional con otros cuatro Presidentes: Johnson, Nixon, Ford y Carter. Gates en su reciente libro: “Exercise of Power” (Subtítulo: “American Failures. Successes, and a new Path Forward in the Post–Cold War”), coincide con Sullivan en que los EEUU, después de las intervenciones en Iraq y Afganistán, deben concentrarse en su acción exterior más en las herramientas no militares. Entre las cuales menciona, además de las sanciones, ataques cibernéticos, operaciones encubiertas, como el sabotaje y la “neutralización” (no el asesinato) de líderes individuales, asistencia y entrenamiento en seguridad y operaciones abiertas y encubiertas de información. Todas, dice Gates, deben ser bien financiadas, robustas, flexibles, poderosas y efectivas. Estas herramientas coordinadas y bien implementadas podrían formar parte de una estrategia que Gates denomina “diplomacia coercitiva.” Fortalecer los instrumentos no militares del poder tendrá apoyo bipartidista, dice Gates, y concluye su libro afirmando “debemos utilizar todas las herramientas no militares del poder que tenemos para promover la libertad y la reforma, tanto con los amigos como con los rivales, porque estos objetivos forman parte de nuestro interés nacional.”
@sadiocaracas