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Periscopio Chile: El naipe político parece armarse…

 

Estos días más que nunca se ha visto la falta de conducción política del gobierno de Sebastián Piñera y esto hace que los partidos oficialistas se vean aún más debilitados. Por otra parte, la oposición sigue anhelando la unión, pero el naipe parece armarse, debido a que el Frente Amplio ha perdido parlamentarios y partidos, y ahora quieren alianza con el Partido Comunista, y el conglomerado Unidad Constituyente está tratando de rearmarse y tratar de conducir el largo proceso de negociaciones para las próximas elecciones que se vienen el 2021.

En ese sentido, el pacto Unidad Constituyente cerró una alianza para realizar primarias, con la finalidad de cumplir con el principio de que la ciudadanía tenga un rol principal en la definición de los liderazgos locales. “Es un amplio acuerdo general que incluye la realización de consultas ciudadanas en 85 comunas del país el próximo 20 de diciembre, para definir a través de este mecanismo una candidatura única del bloque de cara a las elecciones municipales de abril de 2021, cerró esta tarde el pacto Unidad Constituyente, integrado por los partidos Socialista (PS), Por la Democracia (PPD), Radical (PR), Demócrata Cristiano (DC), Progresista (PRO) y Ciudadanos (Cs)”, expresa el texto del comunicado de prensa.

El cronograma de realización de estas consultas establece, además, la revisión de las condiciones sanitarias de cada comuna durante la próxima semana, para cumplir con los protocolos que establece la normativa de nuestro país producto de la pandemia”, agrega la declaración de prensa.

«La Comisión Organizadora Nacional de las Consultas Ciudadanas de los partidos de Unidad Constituyente (PS, PPD, PR, PDC, PRO y Ciudadanos) ratifican a la ciudadanía que se mantiene la fecha para desarrollar las consultas ciudadanas, para el próximo 20 de diciembre, con excepción de las comunas en las que se acordó realizar comicios en otras fechas, conforme a lo previsto originalmente«, indica el texto.

Por otro lado, está el Frente Amplio, coalición de fuerzas políticas de izquierda conformada por jóvenes en su mayoría, cuyo origen radica en el movimiento estudiantil de 2011. El bloque partió con éxito en 2017. Ese mismo año, contra todo pronóstico, ganaron 21 parlamentarios y su candidata presidencial, la periodista Beatriz Sánchez, obtuvo 1,3 millones de votos. Hoy en día está en graves problemas, ya que conserva solo 11 parlamentarios de los originales, la diversidad interna se ha hecho estrecha, la renovación en la política que prometieron se esfumó con prácticas de la vieja política y han tenido la fuga de partidos, de movimientos y de miles de militantes.

La salida del Partido Liberal, el quinto partido en migrar del Frente Amplio, marca un punto de inflexión por ser grupal, ordenada y con énfasis en la argumentación y no en las querellas personales. Se van por divergencias que ya no pueden ser tratadas internamente. Se acusan de un lado a otro por no ceder, por no soltar, por vacío de poder y por la falta de liderazgos realmente trasformadores; lamentablemente esto perjudicará el triunfo electoral de la presidencial el 2021.

Muchos no le perdonan al Frente Amplio el “numerito que se mandaron” cuando se estaba negociando las primarias para gobernaciones regionales y municipales, ya que el Frente Amplio emitió un comunicado de prensa declarando que no estaban disponibles a ir a un proceso de primarias abiertas con los demás partidos de la centroizquierda para escoger a los próximos candidatos a alcaldes y gobernadores. Pero señalaron que sí podían negociar «por omisión«, es decir, en una oficina, en cuatro paredes, sin votaciones populares.

Por eso hoy quieren formar pacto con el partido Comunista, no quieren una unidad opositora para construir mayorías constitucionales, no están de acuerdo con primarias y no quieren la anhelada unidad para poder tener buenos constituyentes para la redacción de la nueva Constitución y, sin hablar, de lo que piensan para la próxima elección presidencial.

Se ha dicho en todos los tonos que la oposición no se demuestre ante la ciudadanía cruzada por peleas, dimes y diretes de un lado para el otro. Hay que dejar las peleas al lado, construir la unidad sin condiciones y ponerse de acuerdo en contenidos mínimos que la ciudadanía tanto anhela y requiere con urgencia para construir un Chile más justo, más digno, más igualitario, y por sobre todo, más humano.

 

 

 

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