Brasil desata las alarmas: las variantes más peligrosas del coronavirus avanzan por el país
Las nuevas variantes del coronavirus consideradas más transmisibles y peligrosas continúan su avance imparable por Brasil y ya son predominantes en al menos un cuarto del país, que hace frente a la peor fase de la pandemia al registrar una media de más de 1.600 muertos diarios.
Contenedores frigoríficos para almacenar cuerpos, ambulancias transformadas en improvisadas habitaciones de hospital, traslado de pacientes a miles de kilómetros de distancia… Las señales de un inminente colapso sanitario son cada vez más visibles en Brasil.
En los últimos días, el número de fallecidos asociados a la Covid-19 no ha bajado de 1.600. Este viernes fueron 1.800. El miércoles se perdieron 1.910 vidas, récord absoluto en el país, según el Ministerio de Salud.
También la OMS ha puesto el foco en este país al calificar el pasado viernes la situación como «muy grave» y ha pedido que no se relajen las medidas de contención.
Según la OMS, el país presenta un mayor nivel de contagio por la variante P.1, que tiene mayor capacidad de transmisión y que estaría produciendo reinfecciones en las zonas de Manaos y Amazonas, que han experimentado «brotes intensos» recientemente. «Con la proporción de los casos actuales, podemos decir que son reinfecciones probablemente debidas a la disminución de la inmunidad en el tiempo o a que esta variante no responde a la inmunidad natural, lo que nos advierte que tenemos que ser muy cuidadosos con las vacunas y asegurarnos de que funcionen también contra esta mutación», ha señalado el director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Michael Ryan.
El hartazgo de una parte de la sociedad después de un año de restricciones, el negacionismo del presidente Jair Bolsonaro y la falta de medidas a nivel nacional, convierten además a Brasil en un enorme «granero» para la aparición de nuevas variantes, según han señalado varios expertos.
«Brasil se está transformando en el mayor laboratorio a cielo abiertode coronavirus, pueden surgir un gran numero de mutaciones» y a raíz de eso, «variantes más infecciones y letales», ha alertado el reputado científico brasileño Miguel Nicolelis, profesor catedrático de la Universidad Duke de Estados Unidos, en declaraciones a la agencia Efe.
Desde el inicio de la crisis sanitaria, Brasil acumula más de 264.000 muertes y 10,9 millones de casos, aunque se estima que el número real de infecciones es hasta dos o tres veces mayor.
¿Cuál es la consecuencia de esto? Tres cuartas partes de Brasil está con más del 80% de sus camas de terapia intensiva ocupadas. Este sábado se batió el récord de hospitalizados de Covid, con 18.785 personas ingresadas en todo el país.
Las nuevas variantes ganan terreno
Detrás de este ‘tsunami’ de contagios que crece sin cesar desde noviembre hay varios factores, pero el que más inquieta a los científicos es la circulación sin freno de variantes del SARS-CoV-2 con mutaciones asociadas a un mayor poder de infección.
En al menos siete de los 27 estados brasileños ya son mayoría los casos detectados con las llamadas «variantes de preocupación». Son Amazonas, Ceará, Pernambuco, Río de Janeiro, Río Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná, según la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), centro de investigación médica referencia en Latinoamérica.
En todos ellos, los hospitales están al límite, especialmente en los tres últimos, que conforman la región sur del país. Y parece ser apenas el principio. «El efecto de las variantes va a comenzar a sentirse ahora», ha alertado Nicolelis.
La Fiocruz ha identificado en más de la mitad de los contagios de esos estados la mutación que comparten las variantes de Reino Unido, Sudáfrica y Brasil.
La brasileña, conocida como P.1 y originaria de Amazonas, ya está presente en casi todo el territorio nacional.
«La película se repite. Amazonas fue el primero, pero los otros están yendo detrás. No me sorprendería ni un poco que la P.1 fuera la principal responsable de lo que está pasando en el sur«, ha afirmado, por su parte Felipe Naveca, virólogo del Instituto Leônidas & María Deane (Fiocruz Amazonia).
Por otro lado, cada vez son más los indicios que apuntan a que la variante brasileña es capaz de evadir los anticuerpos generados por una persona que superó la Covid previamente.
Sobre este problema también se ha referido Margareth Dalcolmo, neumóloga de Fiocruz, que ha señalado en declaraciones a la CNN que que la situación en Brasil «ha alcanzado su peor momento» debido a la transmisión de las nuevas variantes, P.1 y P.2.
«La mayor parte de las transmisiones son causadas por las nuevas variantes, más transmisibles, y lo que estamos viendo es una tasa de ocupación de las camas hospitalarias muy alta«, ha señalado Dalcolmo.
Además de la «presión inmensa sobre el sistema de salud» que preocupa a los expertos, la neumóloga ha apuntado un detalle sobre el tipo de pacientes que están ingresando en los hospitales: «Hay un número mucho mayor de personas por debajo de los 50 años, es decir, que la enfermedad se ha rejuvenecido«.
Largas filas para una vacuna que escasea
Mientras, la campaña de vacunación avanza lentamente, en medio de una gran desesperación social. Apenas ha recibido la primera dosis un 3,5% de la población.
En el área metropolitana de Río de Janeiro, la Alcaldía de Duque de Caxias decidió llamar a las personas con más de 60 años, a pesar de que solo tiene dosis disponibles para un 7% de ellos.
El anunció provocó aglomeraciones y filas kilométricas de vehículos en esta localidad, que empezó a recibir cientos de personas de localidades adyacentes deseosas de ser vacunadas.
En medio de esa escasez, el Ministerio de Salud informó el viernes de que negocia con Moderna para la compra de 13 millones de dosis de la vacuna de la firma estadounidense.
En paralelo, cada vez son más los Gobiernos regionales y municipales que han optado por endurecer las medidas sanitarias para contener el virus. A partir del viernes ha entrado en vigor un toque de queda nocturno en la ciudad de Río de Janeiro.
Fortaleza, capital de Ceará (nordeste), estrenó también el viernes el cierre de todos los negocios de la ciudad, salvo los esenciales. La misma medida ha empezado a regir desde este sábado y por dos semanas en todo el estado de Sao Paulo.