Varvitsiotis: «Nos preocupa que España venda un portaaviones a Turquía»

Miltiadis Varvitsiotis (Atenas, 1969), abogado, diputado del partido Nueva Democracia desde 2000 y varias veces ministro, lidera como ministro alterno de Asuntos Exteriores, una suerte de secretario de Estado para Asuntos Europeos, el perfil tan proactivo como efectivo del Gobierno conservador de Kyriakos Mitsotakis en Europa durante la crisis del coronavirus.

Durante la reciente reunión del presidente Pedro Sánchez y Mitsotakis en Atenas, los dos mandatarios señalaron que existe una gran armonía en las relaciones bilaterales sobre temas europeos: desde los planes de recuperación hasta el Certificado Covid.

¿Podría agregar otros temas que considera importantes?

Hemos trabajado juntos con España a muchos niveles desde que se unió al entonces Mercado Común en 1985. Ahora es cierto que frente a los grandes retos de la UE, Grecia y España se han acercado aún más, no solo porque sus países son cercanos, sino porque sus problemas también lo son. La transformación de la producción agrícola, por ejemplo, un tema fundamental en las décadas anteriores o el desafío de la inmigración que sufren Italia, España y Grecia de forma que vemos muy parecida, especialmente después de la instrumentalización que vimos recientemente en Ceuta. Ni el Plan europeo de recuperación ni el certificado digital se hubieran podido realizar si no hubiera existido la colaboración de fuerzas como las de España y Grecia para crear un frente fuerte de presión ante los demás países europeos, para la necesidad de adoptar estas medidas.

Grecia, España, Italia y Malta ya han presentado su postura frente al nuevo Pacto de Migración y Asilo de la Unión Europea, que asegura la necesidad de garantizar el equilibrio entre solidaridad y responsabilidad. ¿Existe una postura concreta común entre Grecia y España sobre el Convenio de Dublín?

La postura esencial es que antes de proceder a desarrollar una parte del nuevo Pacto que se ha presentado, como es la directiva relativa a los procedimientos para el cribado (‘screening’), Europa debe de avanzar en la dimensión externa de la migración, creando acuerdos con los países de origen de estos inmigrantes para su rápido regreso a sus países. En esto estamos de acuerdo España y Grecia.

¿Medidas como esta pueden ayudar a que el Mediterráneo se mantenga como un lugar de paz?

Queremos que el Mediterráneo sea un lugar de paz, aunque la historia nos enseña que era un lugar de comercio, de intercambios y también de conflictos. Consideramos que todos los países costeros debemos de respetar las mismas reglas y lo fundamental para nosotros es el derecho internacional del mar. Esto es lo que pedimos, que apliquen todos los países a nuestro alrededor y el hecho de que no lo haga Turquía crea muchos problemas en nuestras relaciones bilaterales.

¿España se ha visto castigada por Grecia en el tema de las fragatas debido a la política de Sánchez?

El gobierno griego declaró claramente que se trataba de un proyecto concreto que incluye la construcción de cuatro fragatas, modernizar otras cuatro y aportar dos barcos adicionales como solución de transición para cubrir sus necesidades hasta la llegada de las nuevas fragatas. El gobierno griego no se despertó una mañana después de diez años de crisis y decidió que necesitaba más barcos y aviones para sencillamente agradecer o censurar a algunos amigos y socios.

Esta licitación es el resultado de una necesidad urgente creada tras las actuaciones agresivas de Turquía en el Mediterráneo oriental y en la Zona Económica Exclusiva de Grecia. Y como vimos en 2020 en vez de prevalecer el diálogo, la diplomacia y el derecho internacional, Turquía intentaba convertir nuestras relaciones en relaciones de carácter bélico, nos vimos obligados a reaccionar con la convocatoria del concurso para las fragatas para nuestra Armada.

Pese a que las relaciones entre Grecia y España han sido tradicionalmente muy buenas, existe últimamente una fuerte crítica proveniente de parte de la opinión pública helena hacia la postura española ante Turquía.

Está claro que Grecia y España tienen objetivos comunes y hemos conseguido en todo este tiempo tener una relación y colaboración muy estrecha. En cuanto a nuestras relaciones con Turquía, es verdad que esperamos de los países mediterráneos y especialmente de países como España, con los que tenemos caracteres comunes como ser miembros de la OTAN, den prioridad a la aplicación del derecho internacional del mar de todos los países involucrados. Y lo esperamos como mensaje de España hacia Turquía como base para solucionar los problemas bilaterales existentes.

Lo que seguro que ha hecho reflexionar a la opinión pública griega y se reflejó en el diálogo entre los Ministros de Exteriores de España y Grecia es el hecho que España abastece ahora a Turquía con un portaaviones, una forma de demostrar su poder para Turquía, algo que cambia las reglas del juego en el Mediterráneo oriental y que nos preocupa mucho.

Esperamos de nuestros socios europeos, y en las conversaciones que tendrán lugar en junio, el enviar un claro mensaje a Turquía: queremos relaciones de buena vecindad basadas en el respeto mutuo de nuestros principios y valores comunes. Y en ningún caso la UE puede aceptar acciones provocativas cuyo objetivo son la desestabilización de la zona así como acciones que amenazan la soberanía de países miembros de la UE.