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¿Por qué Maduro elige México para su reunión con la oposición?

Por ahora ningún organismo oficial del país norteamericano se ha hecho eco de las negociaciones de las que se desconocen las fechas y si sólo acudirá Guaidó

La nación hermana será el escenario en el que se llevará a cabo las negociaciones del Gobierno de Venezuela con la oposición, liderada por Juan Guaidó. Las condiciones que ha impuesto la Administración del país sudamericano pasan por el levantamiento de las sanciones y el cese de supuestos planes para derrocarla. Recordemos que Maduro fue reelegido por un periodo adicional de seis años en unas elecciones prematuras en 2018, en las que se careció de observación internacional y que fueron señaladas por ciertas tácticas subversivas entre las que se encontraba la pérdida del trabajo o la extinción de ayudas sociales a los electores si no acudían a las urnas.

No deja ser peculiar la elección de México como epicentro de las negociaciones ya que el país azteca está abonado al derecho internacional sobre que ningún Estado deberá intervenir directa o indirectamente, y sea cual fuere el motivo, en los asuntos internos o externos de cualquier otro. Su presidente López Obrador ha manifestado en multitud de ocasiones ser adepto a conveniencia a este precepto y en las recientes protestas en Cuba desaprobó el intervencionismo con un «no debe de utilizarse la situación de salud del pueblo con fines políticos». Desde su habitual Mañanera acusó a las «campañas mediáticas a nivel mundial» de politizar las manifestaciones que imploraban comida, vacunas y, en definitiva, el acceso a recursos básicos.

Pese a manifestar su discrepancia en la injerencia en asuntos de otros países, México acogió al expresidente boliviano, Evo Morales, en condición de asilado y amigo del Gobierno mexicano. Marcelo Ebrard, ministro de Asuntos Exteriores, lo recibió a pie de pista a la salida de su avión y defendió la teoría del golpe de Estado en Bolivia. El presidente, contradiciéndose en la política exterior que defiende, dijo que «Evo es nuestro hermano que representa con dignidad al pueblo mayoritariamente indígena de Bolivia».

China, Turquía e Irán

El Gobierno de Venezuela en el poder está reconocido parcialmente por China (el mayor benefactor de Venezuela), Turquía e Irán. México aprobó a Nicolás Maduro como presidente «legítimamente electo» frente a Guaidó, sin embargo, se mantuvo «neutral» con una «posición de no injerencia en el conflicto venezolano». Además, Maduro contó con el apoyo de países en América como Bolivia, Cuba y Nicaragua. Un inefable apoyo a la dictadura lo protagonizó Rusia que acusó a Europa de injerencia en la elección al «intentar legitimar un intento de usurpar el poder», según las declaraciones de Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin.

Ante este tira y afloja se dan casos inusitados como el acceso a las 32 toneladas de oro depositadas por Venezuela en el Banco de Inglaterra. El Tribunal Supremo de Reino Unido ha dejado visto para sentencia sobre si será Maduro o Guaidó quien decidirá el futuro de los más de mil millones de dólares guardados en cámaras acorazadas. La administración chavista ha expresado la necesidad de este presupuesto para hacer frente a la pandemia, aunque, el plan de vacunación es confuso y secreto. Boris Johnson no reconoce «de facto» el poder de Maduro, pero mantiene relaciones diplomáticas.

Guaidó hizo hincapié en el Grupo de Lima (reunión de 14 países que busca una salida pacífica a la crisis venezolana) en febrero de 2019 sobre la importancia de la presión que la comunidad internacional debe ejercer para la salida de Maduro del poder. El escenario cambió en mayo pasado cuando Juan Guaidó expresó su disposición a una reunión en el país azteca para llegar a un «acuerdo de salvación nacional». Pese a que Maduro afirma estar «listo» para sentarse a negociar en México y ha nombrado en diversas ocasiones al país azteca, al cierre de esta edición ningún organismo oficial mexicano ha refrendado sus palabras.

Venezuela se enfrentará el 21 de noviembre a las elecciones municipales y regionales ante las que Maduro ha anunciado «su alegría» por la presentación de candidaturas de los líderes opositores. Pero, en sus siempre controvertidas arengas acabó invitándoles «al terreno constitucional para que abandonen la violencia y el golpismo». Guaidó acepta las condiciones a cambio de unas elecciones “libre y justas” que coincidan con unas votaciones presidenciales y cuyo cronograma exige de inmediato. Maduro, por su parte, pide que se levante las sanciones internacionales antes de si quiera sentarse a negociar.

Se desconocen las fechas que manejan los actores políticos venezolanos y si Maduro se sentará con representantes de toda la oposición venezolana o sólo como Guaidó como líder. La delegación oficialista está compuesta por Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento, y Héctor Rodríguez, gobernador del estado venezolano de Miranda, supuestamente acudirán a México. Exactamente los mismos miembros que erraron en el diálogo de 2019 cuando era Juan Guaidó quien ejercía como presidente del Parlamento.

 

 

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