La muerte de un preso
Cada vez que muere un preso, en detención en manos de sus captores, muere el estado de derecho. Cada vez que muere un privado de libertad, mueren los derechos humanos. Cada vez que muere un detenido muere el Estado. En este caso murió un general en estado de retiro, que estaba detenido después de haber pagado la condena irregular por la que se le detuvo en un principio. Un militar que se había mostrado en contra del jefe que había amado y por quién arriesgó la vida varias veces.
Murió detenido, un general, preso político y venezolano. Hay una discusión sobre si se murió de Covid19 o de x. Perdonen, eso no importa; lo mató el responsable de su prisión. Lo mató la tiranía criminal y usurpadora de Nicolás Maduro. Incluso llegan a decir que fue asesinado por haberse amotinado en su prisión. Insistimos: lo asesinó Nicolás Maduro.
El mismo asesino, ha ejecutado miles de venezolanos en ejecuciones extrajudiciales ultimadas por las Fuerzas de Acciones Especiales. (FAES); y en el caso de los presos políticos, en estas ultimas semanas, aniquiló diez venezolanos víctimas del Covid19 a quienes no se les permitió ni ver a sus familias, mucho menos vacunarse.