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Thierry Ways – Encuestas: Cinco mensajes

Para los contrincantes del Pacto Histórico, el nuevo rival por vencer se llama ‘Petro en primera’.

Salieron las últimas encuestas del año, con cifras frescas que aderezarán las discusiones sobre la campaña en todo coctel, fiesta, novena y paseo de las próximas semanas. Sería mejor hacer a un lado esas discusiones hasta enero para descansar un poco de la política. Pero si fuéramos capaces de resistir tentaciones desaconsejables, no habría tantos propósitos de Año Nuevo incumplidos. Veamos, pues, qué mensajes arrojan los estudios.

Lo primero es una paradoja. En los dos sondeos que se conocieron, uno de Guarumo-Ecoanalítica y el otro de Invamer, la consulta en la que más participarían los encuestados es la del Pacto Histórico. ¿Por qué digo que una paradoja? Porque de las tres consultas de marzo, la del Pacto es la más predecible: el elegido será Gustavo Petro, pase lo que pase. Dicho de otro modo, la consulta con el resultado ‘cantado’ atrae más votantes que las otras, donde sí hay algo en juego. Esa particularidad solo se explica por el entusiasmo que produce el petrismo entre sus simpatizantes, superior al de sus rivales entre los de ellos.

Segundo, una constatación. La derecha, es decir, el Equipo por Colombia y el Centro Democrático, tiene que unirse o está fuera de la segunda vuelta. Si sus votos se dividen, correría el riesgo de no llegar ni al tercer lugar en la primera (riesgo que existe aun si se une).

Tercero, una precisión. Según Invamer, hay más colombianos de derecha que de izquierda, pero eso no siempre predetermina por quién votarían. La gran mayoría de los que se dicen de izquierda votarían por Petro, sí, pero del otro lado no pasa lo mismo. Entre un 29 y un 36 % de los encuestados de derecha estarían dispuestos a votar por el candidato del Pacto Histórico. Esto puede tener dos interpretaciones: uno, que el hastío con la política tradicional es tan fuerte que hasta la derecha está dispuesta a votar por la izquierda con tal de que algo cambie o, dos, que las etiquetas izquierda/derecha están muy desgastadas y ya no quieren decir mayor cosa. Creo que ambas explicaciones vienen al caso.

Cuarto, un ‘palo’. El santandereano Rodolfo Hernández atrae entre el 13,5 y el 18,3 % de la intención de voto en la medición de Invamer. En la mayoría de los escenarios queda de tercero en la primera vuelta. Por tanto, es un candidato ‘bisagra’: sus votos serán definitivos para elegir presidente. Esos votos son heterogéneos: lo apoya gente de izquierda, de derecha y de centro. Pero más que nada, Hernández simboliza la variante ‘arrecha’ de la antipolítica, por lo que cabría esperar que sus electores se decanten más por el discurso antisistema de Petro que por el de sus rivales, independiente de la filiación ideológica.

Quinto, una novedad. En los escenarios de Invamer, Petro queda a tiro de piedra de la victoria en primera vuelta; llega a marcar por encima del 48 %. Sus alianzas con maquinarias clientelistas y pastores conservadores, en lugar de hacerle mella, como creen ingenuamente tanto sus detractores como algunos de sus simpatizantes, lo fortalecen. Él lo sabe; por eso las hace. Su meta es coronarse presidente en mayo para no arriesgarse a un reacomodo de fuerzas en junio. Con una defección tan solo parcial de los votantes de Hernández, le alcanzaría para ahorrarse el balotaje.

Lo que eso implica para sus contrincantes es que la estrategia de victoria más evidente ya no es simplemente llegar a la segunda vuelta e intentar vencer a Petro sumando los votos de los demás aspirantes. No: ahora hay un nuevo rival llamado ‘Petro en primera’. La diferencia no es sutil, pues para derrotarlo serán necesarias nuevas estrategias y nuevas, quizá inéditas, alianzas. De otra forma, como pintan las cifras, es posible que la carrera por la presidencia concluya antes de lo presupuestado.

THIERRY WAYS
En Twitter: @tways
tde@thierryw.net

 

 

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