Colombia gira a la izquierda: Gustavo Petro gana la presidencia
El izquierdista Gustavo Petro ganó este domingo 19 de junio la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia. De este modo, se convierte en el primer presidente electo de izquierda en el país andino. Con el preconteo avanzado, el progresista, que lideró la coalición del Pacto Histórico junto a su fórmula vicepresidencial, la lideresa Francia Márquez, se alzó con la victoria con más de 700.000 votos de diferencia.
Tras semanas de tensión y una campaña electoral crispada, este domingo 19 de junio los colombianos que acudieron a las urnas en el balotaje ofrecieron su apoyo mayoritario al candidato de izquierda Gustavo Petro.
De esta manera, el candidato de la coalición progresista Pacto Histórico se convierte en el primer presidente electo de ideología de izquierda en Colombia. Nunca antes el país andino, desde su proclamación como república independiente en 1810, ha gobernado la izquierda a escala nacional. Hasta ahora.
Los sondeos anunciaron una segunda vuelta ajustada entre ambos contendientes. Con más del 99% de las mesas informadas en el preconteo, Petro ganó este domingo con el 50,4% de los sufragios frente al 47,2% que obtuvo el populista Rodolfo Hernández.
Así las cosas, junto a su fórmula vicepresidencial, la lideresa socioambiental Francia Márquez, tomarán las riendas del país el próximo 7 de agosto, cuando concluya la legislatura del actual presidente, el conservador Iván Duque.
«Hoy es día de fiesta para el pueblo. Que festeje la primera victoria popular. Que tantos sufrimientos se amortigüen en la alegría que hoy inunda el corazón de la patria. Esta victoria para Dios y para el pueblo y su historia. Hoy es el día de las calles y las plazas», expresó Petro en Twitter, en sus primeras palabras como mandatario electo.
Balotaje y participación récord
El balotaje de este domingo ya era histórico, pues en la primera vuelta del 29 de mayo, los candidatos que superaron el corte en la carrera a la Casa de Nariño fueron ambas opciones al margen de los partidos tradicionales que han gobernado Colombia durante más de dos siglos.
Además, la participación aumentó más de dos puntos respecto a hace tres semanas y es el porcentaje más alto de las últimas décadas: más de 22,5 millones de colombianos ejercieron su derecho a voto; el 58,01% de los electores llamados a las urnas.
Al igual que en la primera vuelta, el candidato izquierdista volvió a hacerse con el favor mayoritario de la capital, Bogotá, y de las costas; la caribeña y la del Pacífico, de donde procede la vicepresidenta electa y donde ha estado haciendo campaña durante los últimos meses, reconectando con la política a miles de ciudadanos afros, indígenas y de otras minorías sociales que se han sentido históricamente excluidas.
Por su parte, el ingeniero Rodolfo Hernández ha ganado, al igual que hace tres semanas, en la zona andina, de donde es procedente, y en otros territorios históricamente castigados por la corrupción y el conflicto armado, a quienes conquistó con sus promesas antisistema.
Hernández reconoce la derrota y desea a Petro que «sepa dirigir al país»
Hernández reconoció la derrota a través de un video en directo, emitido en sus redes sociales. Con un escueto mensaje, deseó suerte y acierto a la nueva Administración.
«Sinceramente espero que esta decisión que han tomado sea beneficiosa para todos y que Colombia se encamine hacia el cambio que predominó en el voto la primera vuelta. Le deseo al doctor Gustavo Petro que sepa dirigir al país, que sea firme en su discurso contra la corrupción y que no defraude a quienes confiaron en él», subrayó el candidato de la Liga de Gobernantes Anticorrupción.
Por su parte, el presidente saliente, Iván Duque, también tuvo palabras para su sucesor: «Llamé a Gustavo Petro para felicitarlo como presidente electo de los colombianos. Acordamos reunirnos en los próximos días para iniciar una transición armónica, institucional y transparente», escribió el actual presidente en Twitter.
Petro y Márquez, por la implementación de un programa de izquierda
Tras la victoria de este domingo, la fórmula Gustavo Petro-Francia Márquez tendrá ocasión de implementar, por primera vez, un programa de corte socialdemócrata en Colombia.
Durante la campaña, algunas de sus ambiciosas propuestas, de difícil implementación en cuatro años, porque en Colombia no hay reelección presidencial desde 2015, han generado dudas en diferentes sectores empresariales y conservadores.
Entre los pilares de su programa de Gobierno, los líderes de la coalición del Pacto Histórico han defendido, entre otras cosas, apostar por un cambio de modelo económico, basado en el impulso a la producción agropecuaria y a la reforma agraria, uno de los pendientes de los Acuerdos de Paz entre el Estado colombiano y la extinta guerrilla de las FARC en 2016.
Atajar la desigualdad en el campo y en la titularidad de las tierras productivas es una de las promesas de campaña del izquierdista, así como la desincentivación de los latifundios.
Asimismo, Petro y Márquez han apostado durante la campaña por atraer el voto de las mujeres, para quienes su contrincante en el balotaje tuvo palabras machistas y misóginas, como que deberían estar en la casa antes que en el poder.
De esta manera, el presidente electo aboga por aumentar la participación política de las mujeres hasta «el 50% de todos los cargos públicos en todos los niveles y las ramas del poder». También apuesta por la creación de un Ministerio de Igualdad donde quepan las políticas y cuestiones de género.
La creación de un Sistema Nacional de Cuidados, con el objetivo de visibilizar y reducir el trabajo de las mujeres que se dedican a tareas del hogar, busca ser reconocido como trabajo remunerado.
Los candidatos electos, en materia energética y territorial, han manifestado su intención de proteger los ecosistemas y los recursos naturales, con especial énfasis en el agua. También desean llevar a cabo la implementación de una transición energética, que deje de ser dependiente del petróleo y el carbón y le apueste a las energías renovables.
Además, quieren promover una reforma en términos de seguridad, con el desmonte del escuadrón antidisturbios, que protagonizó las escenas más violentas en el marco del estallido social de 2021; así como poner fin al servicio militar obligatorio.
Entre otras cosas, que los miembros de las Fuerzas Armadas tengan acceso a la educación superior y a programas de defensa de los derechos humanos, ha sido otra de sus propuestas estrellas en materia de seguridad.
En términos económicos, Petro y Márquez proponen una reforma tributaria donde «las 4.000 más grandes fortunas» de Colombia paguen más impuestos que en la actualidad. También quieren que nadie que sea benefactor de recursos del Estado pueda ser poseedor de cuentas en «paraísos fiscales».
A partir del 7 de agosto, tendrán por delante cuatro años para poner en marcha su programa progresista que, no obstante, seguro encontrará barreras en el Legislativo por parte de las bancadas opositoras.