Velásquez: La dIplomacia del globo

La Diplomacia consiste en fomentar las buenas relaciones entre Estados y otros actores internacionales, como las organizaciones internacionales, las ONG, utilizando para ello el instrumento de la negociación y el diálogo. El propósito fundamental es sustituir el uso de la fuerza para resolver las controversias de forma pacífica. Sin embargo, puede adoptar un carácter coercitivo con amenazas o medidas punitivas, como es el caso de las sanciones económicas. Por tanto, es uno de los instrumentos principales de la política exterior.

«Conocer a tu enemigo» es la regla de oro para derrotarlo según el estratega chino Sun Tzu. Es decir, es la regla que nos lleva a darle mayor valor a la información que se puede obtener acerca del enemigo. No sé si los asesores del Presidente Xi se inspiraron en el libro “El arte de la Guerra” escrito, hace más de 2000º años, por el General Tzu, para recomendar que la manera de obtener información acerca de Estados Unidos y otros países era enviando unos globos aerostáticos para que irrumpieran en el espacio aéreo de Estados Unidos, Canadá, y Latinoamérica. Eso sucedió hace apenas una semana, el globo floto cerca de los silos de misiles nucleares estadounidenses, y fue destruido por la fuerza aérea de Estados Unidos, agriando, aun mas, las relaciones entre ambos países.

Lo cierto es que Estados Unidos y China libran ahora una guerra de espionaje bastante interesante. Los servicios de información de ambos países buscan información sobre inteligencia artificial, nanotecnología, semiconductores, computación cuántica, biotecnología, ingeniería militar y redes 5G. Es por lo que la vigilancia mutua es uno de los temas más sensibles y tensos en esta relación.

Pero es algo que no es nuevo, durante la guerra fría, Estados Unidos y la Unión Soviética se esforzaron por anticipar los movimientos del contrario. Sus espías buscaban secretos militares y del gobierno.  Hoy en pleno siglo XXI, interesan todos los campos de actividad humana, desde el comercio y el mundo académico, a la industria y las finanzas.

En la década de los cincuenta, el presidente Eisenhower autorizó el envío de globos espías sobre la URSS y los países del pacto de Varsovia. Iban camuflados como globos meteorológicos, igual que el globo chino que la semana pasada cruzó Estados Unidos. Luego construyeron los aviones espía U-2, capaces de volar por encima del radio de acción de las defensas antiaéreas y aun así, la URSS abatió uno en mayo de 1960, lo cual no provoco la cancelación del programa de los U-2 y dos años después el presidente Kennedy pudo frenar la crisis de los misiles en Cuba, gracias a las fotografías que un U-2 tomó de lo cohetes que la URSS estaba intentado instalar en la isla.

Queda claro que, sólo con la mejor información un líder político puede tomar la mejor decisión. Por eso, todos los países tienen sus agencias de inteligencia y se espían aunque sean aliados.

La Diplomacia del Globo dio al traste con la importante visita a China del principal diplomático estadounidense Antony Blinken, que se realizaría durante esa semana. Se suponía que el secretario de Estado de EE.UU. iba para tender puentes o, al menos, impedir que se destruyeran los aún existentes, establecer líneas a no cruzar con miras a evitar una deriva hacia el conflicto armado. Una vez que quedó claro que el Secretario de Estado no iba a ir y que el globo tampoco iba a regresar, los contendientes se quitaron los guantes.

Es importante señalar que estos globos aerostáticos como los denomina el gobierno chino, o de vigilancia, o como Ud, sr. lector los quiera llamar, al parecer han sido muy activos y eficaces en la recopilación de información sobre activos militares en países y áreas de interés estratégico para China, incluidos Japón, la India, Vietnam, Taiwán y Filipinas, según importantes analistas de las relaciones entre esos dos países.

La situación creada por los globos aerostáticos dista mucho de ser la deseada por el gobierno de Xi en este momento, siendo que la tibia respuesta del gobierno chino se centró en que se trataba de una aeronave de investigación medioambiental desviada de su ruta por los vientos y que la respuesta de Estados Unidos había sido exagerada. Lo cual deja espacio para una duda razonable.

Este evento debilitó al Presidente XI a nivel a nivel nacional e internacional; a nivel nacional porque el partido Comunista Chino actúa, no necesariamente, al son de la música que ejecute el presidente de turno y porque abundan, como históricamente se ha comprobado en la historia política de China, grupos que conspiran contra el gobernante de turno, además de crear expectativas sobre otros errores que se pudieran cometer en el futuro. A nivel Internacional porque consolido la desconfianza que muchos gobernantes importantes tienen acerca de las aspiraciones de Xi de erigirse como el gran líder del mundo.

No obstante lo anterior hay otro elemento importante que seguramente va a impactar al Presidente Xi. Como es de todos conocido la política de COVID 0 ha tenido efectos negativos sobre la economía China, hasta el punto de aumentar el desempleo juvenil que alcanzó un récord de 20% en 2022, el sector manufacturero volvió a contraerse en ese mismo año. Los pronósticos internacionales estiman que el crecimiento económico para este año no superará el 3%, muy por debajo de las expectativas del gobierno, pero muy en particular porque es un país acostumbrado a crecer 9% al año.

Los bloqueos han causado gigantescas interrupciones en las cadenas de suministro de productos alrededor del mundo. Y en el interior del país, los efectos han sido muy duros sobre la población. La sumatoria de todo lo anterior, indefectiblemente, generara desconfianza en los inversores extranjeros, vital para reactivar la economía de ese país.

Mientras tanto en Estados Unidos esa Diplomacia del Globo le insufla oxígeno al presidente Biden. El globo aparece en momentos en que el Presidente daría su discurso anual sobre el estado de la nación y no desaprovecho ningún momento para condenar la violación del espacio aéreo norteamericano señalando que: “Si China amenaza nuestra soberanía, actuaremos para proteger a nuestro país”. Esa parte del discurso seguramente le generó muchos réditos políticos, y de paso dejó al partido Republicano y a su archi enemigo Donald Trump sin posibilidades de críticas en su contra.

¿Qué conclusiones podemos sacar de la Diplomacia del Globo?

–Que el presidente Xi también comete errores y a veces grandes y costosos. Obviamente lo sucedido no fue un accidente ya que los chinos habrían notificado a los Estados Unidos tan pronto como se desviase.

–Que las relaciones entre Estados Unidos y China son un terreno muy sensible lleno de minas antipersonales. Biden y Xi han expresado su deseo de construir un «piso solido en la relación, lo cual no va a ser fácil cuando se está en medio de una competencia por el liderazgo mundial y una completa ausencia de confianza.

-Que el llamado Balloon-gate es solo la última de una serie de escaladas, incluidas las sanciones de Estados Unidos a una compañía china que hace negocios con el grupo Wagner de Rusia, una probable prohibición de Estados Unidos de todo comercio con el gigante tecnológico chino Huawei y nuevos controles de exportación propuestos a industrias clave de alta tecnología.

Todo lo anterior no es un buen augurio para el intento de distensión de Biden y Xi, ya que el viaje de Blinken a Beijing estaba destinado a evitar que este tipo de crisis.

La diplomacia del globo no solamente se sintió en Estados Unidos, sino como también en América latina por donde se paseó, como dice la jerga popular, “como perro por su casa”, sin que nadie se quejara ni intentara destruirlo. Y es que la ecuación costo-beneficio mostró su cara más sonriente en estos días.

La percepción fue clara y simple, China hoy por hoy es el gran inversor en la región y ningún gobierno de la region se atrevería a perturbar la sonrisa del presidente XI, por temor a un recorte de los fondos fresco que periódicamente China inyecta a la region. Esos fondos sirven, incluso, para el sostenimiento de grupos de poder afines a China, en algunos países latinoamericanos.