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El Kremlin incauta pasaportes de altos funcionarios y ejecutivos de empresas estatales de sectores «sensibles»

Moscú busca que no puedan salir del país por poseer información reservada o clasificada

A objeto de impedir que puedan viajar al extranjero, están siendo confiscados los pasaportes de funcionarios y ejecutivos de empresas estatales de áreas «sensibles». Así lo acaba de confirmar el portavoz del KremlinDmitri Peskov, comentando las informaciones al respecto de los diarios Komsomólskaya Pravda y Financial Times.

«Sí, hay reglas más estrictas para esto. En unos sitios se formalizan –los pasaportes- , en otros dependen de una decisión específica (…) de empleados específicos», afirmó hoy Peskov respondiendo a las preguntas de los periodistas. Según sus palabras, «estamos hablando de aquellas áreas en donde el trabajo pueda implicar el acceso a información reservada o clasificada». «Se está prestando más atención a esto desde el comienzo de la Operación Militar Especial», añadió en referencia a la actual ofensiva rusa en Ucrania.

Financial Times sostiene que, desde el comienzo de la guerra, se ha vuelto más difícil para los funcionarios de alto rango y para los ejecutivos actuales y anteriores de la dirección de las empresas estatales viajar al extranjero y realizar periplos largos dentro de Rusia. En algunos casos sus pasaportes son confiscados por representantes de los servicios de seguridad del Estado para evitar posibles «filtraciones de información o fugas al extranjero».

«Departamento especial»

La publicación económica rusa RBK cita las palabras del jefe de la corresponsalía del Financial Times en Moscú, Max Seddon, quien asegura que «el aumento de la presión refleja la profunda sospecha en el Kremlin y el FSB (antiguo KGB) en cuanto a la lealtad de los miembros de la élite civil rusa, muchos de los cuales se oponen en privado a la guerra en Ucrania y están descontentos con el impacto que está teniendo en su forma de vida».

Ya desde la época soviética y en la actualidad antes de la actual guerra, a los funcionarios públicos con un acceso incluso moderado a los secretos de Estado se les venía exigiendo que entreguen sus pasaportes a un «departamento especial» en las agencias gubernamentales y las empresas estatales, pero según constatan algunos de esos funcionarios y altos directivos, tales reglas rara vez se cumplían. De ahí el endurecimiento de las normas del que Peskov dio cuenta esta mañana.

El canal en lengua rusa con sede en Praga Current Time TV, que citaba el mes pasado fuentes de la Administración Presidencial rusa, aseguraba que la mayoría de los empleados del Kremlin «ni siquiera intentan salir del país». Sin embargo, otra fuente afirmó que, durante 2022 en plena guerra con Ucrania, algunos de ellos pudieron viajar a países «neutrales» desde el punto de vista de los líderes políticos rusos, que excluyen a Europa, Estados Unidos, Canadá, Japón y Australia.

El Gobierno ruso, según Current Time TV, abordan la cuestión «desde un enfoque individual en cada caso». A algunos empleados se les permite irse, si se consideran «razonables» los motivos de su viaje, a otros se les exige un informe detallado de la estancia en el país en cuestión. Los hay también que no solicitan ningún permiso, se van sin decir nada y, luego a la vuelta, no sufren ningún tipo de sanción. Evitar que esto siga sucediendo es lo que parecen pretender las nuevas restricciones.

 

 

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