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El 95% de los cubanos son pobres, el 62% sobrevive con lo mínimo y el 17% no tiene agua

Un 68% considera la gestión del Gobierno "muy negativa", 17 puntos más que en 2022

Un mendigo se acoda, con los ojos cerrados, sobre un contenedor de basura en pleno Vedado habanero. (14ymedio)
El 78% de los encuestados dijo haber tenido que prescindir de alguna comida este año. (14ymedio)

El porcentaje de cubanos que vive bajo el umbral de la pobreza aumentó el último año once puntos y se sitúa ya en el 88%. Es uno de los muchos datos que demuestra el empeoramiento de las condiciones de vida de la población, según el informe anual sobre el estado de los derechos sociales en Cuba que elabora el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), con sede en Madrid, presentado este jueves en Miami.

El porcentaje es la suma de quienes considera que tiene problemas incluso para comprar lo más esencial para sobrevivir (62%) y quienes dicen tener lo suficiente para ello, pero no para comprar algo extra (26%). En 2022, los dos grupos ya alcanzaban la preocupante cifra del 75%, que se supera de largo.}

Pero hay un dato aún peor, y es que, atendiendo exclusivamente a los ingresos por hogar, poco más de un 2% de la población cubana se libra de la pobreza. El OCDH ha tenido en cuenta el estándar internacional de 1,9 dólares por persona en un hogar de tres miembros y ha calculado como tasa promedio para la moneda nacional 1 dólar a 180 pesos Según este criterio, todos los hogares que ingresan menos de 30.780 pesos al mes (171 dólares), son pobres. Un 3% de los hogares cubanos ingresa entre 23.001 y 35.000 pesos y solo el 2% lo supera.

Atendiendo exclusivamente a los ingresos por hogar, poco más de un 2% de la población cubana se libra de la pobreza

El informe deja otros muchos datos desoladores. Entre ellos la cantidad de personas que tuvo que dejar de comer por falta de dinero. A la pregunta de si la falta de recursos forzó al entrevistado o algún miembro de su familia a no desayunar, comer o almorzar, el 78% de los encuestados dijo sí. Entre los motivos, un 48% dijo no tener cómo pagarlos y un 39% por la propia ausencia de alimentos. El pasado año tampoco fue desdeñable la cantidad de personas que tuvo que abstenerse de comer (59%), pero el aumento es espectacular.

Además, la canasta básica cada vez se muestra más inútil, puesto que al 85% de los ciudadanos le duran diez días o menos los alimentos que obtiene a través de ella. De ellos, el 42% ha consumido sus productos en apenas cinco días, el doble de personas que el pasado año (21%). Solo al 9% de los cubanos les dura más de 20 días y el 1% afirma que con su contenido tiene para todo el mes.

En cuanto a las remesas, el acceso a ellas vuelve a situarse como clave para escalar en las clases sociales, pero también se degrada esa capacidad. El 41% de quienes reciben dinero del exterior tiene problemas para comprar los productos más básicos, una cantidad enorme, aunque entre quienes no las perciben sube al 71%. Un dato llamativo en ese bloque lo forman quienes afirman tener la capacidad de comprarse todo lo que quieren, el 2% de ellos recibe remesas, pero entre quien no las recibe, el porcentaje es cero.

También destaca en este grupo el peso racial, puesto que asciende al 31% la población blanca que reciben dinero desde fuera de la Isla, frente al 25% de mestizos y 21% de negros.

Curiosamente, y en medio de la debacle energética, los únicos datos que mejoran son los de la electricidad. Los cortes en el suministro eléctrico siguen siendo masivos y mayoritarios, pero si se comparan con los de 2022, la percepción ha mejorado. Quienes dijeron haber tenido fluido eléctrico constante pasaron del 3% al 6% en este periodo, los que situaron en hasta 10 cortes de luz los sufridos fueron el 60%, frente al 24% del año anterior, y quienes recordaron más de 10 son ahora el 33%, en vez del 72% de hace un año. Teniendo en cuenta que se esperan a partir de octubre días peores en este ámbito, habrá que esperar al informe del próximo año para ver cómo se cerró 2023.

En cuanto a otro de los suministros imprescindibles, impresiona ver que aún el 17% de los cubanos no tiene agua en su vivienda. Quienes la tuvieron menos de cuatro días suponen el 27% de la población y entre cuatro y seis les llegó a un 40% de los ciudadanos. Apenas el 15% la reciben con normalidad a diario.

En cuanto a otro de los suministros imprescindibles, impresiona ver que aún el 17% de los cubanos no tiene agua en su vivienda

Por último, la vivienda –otra necesidad básica en la que pesa notablemente la raza– empeora también con respecto al informe precedente. Frente al 44% que necesitaban ser reparadas el pasado año, este año ya asciende al 56%. Además, un 15% está en riesgo de derrumbe (tres puntos más que en 2022) y solo el 15% está en buen estado.

Por todos estos factores, la desaprobación del Gobierno repunta de manera estrepitosa. Casi nueve de cada diez cubanos (86%) es crítico con la gestión económica y social de las autoridades. De ellos, un 68% la considera «muy negativa», 17 puntos más que en 2022; mientras que un 18% la califica de «algo negativa». En el otro lado, el peso es más bien escaso. Un 1% la considera «muy positiva» y un 8% «algo positiva», lo que supone un 9% de aprobación, frente al 20% del pasado año.

La preocupación más grande para los cubanos es la crisis alimentaria, el 70% la señala como el principal problema del país. Le siguen los salarios (50%) y la inflación (34%). El sistema político es más alarmante para los ciudadanos (17%) que el propio Gobierno (12%). Y destaca entre los mayores porcentajes el de preocupados por la situación de la sanidad (22%). En la autopercibida potencia médica regional, un 32% de personas que necesitaron medicamentos los obtuvo en el mercado negro, un 20% no los consiguió porque no había, un 16% los consiguió mediante organizaciones sociales y religiosas, un 14% a través de sus familiares en el exterior y un 12%, simplemente, no los tuvo por falta de dinero. Apenas un 6% dijo haber comprado con normalidad los fármacos que necesitaba en la farmacia.

 

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