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Luis Velásquez: Camino a la Casa Blanca (II): El ciudadano Trump

 

 

El futuro judicial del expresidente Trump está lleno de incógnitas y mantiene en vilo a la sociedad norteamericana. El momento exacto en que se pueda producir la imputación, o si habrá un eventual arresto, es desconocido para todos.

La decisión que tiene entre manos la Corte Suprema de Justicia es de gran relevancia. No se trata simplemente de cualquier ciudadano común, sino de un expresidente de Estados Unidos y candidato aspirante a repetir para el cargo por el Partido Republicano en las elecciones de noviembre de 2024. Vale señalar que, aunque perdió las elecciones de noviembre de 2020, obtuvo el apoyo de 74 millones de votos populares, mientras que el actual presidente recibió más de 81 millones de votos. Este caudal de votos recibidos convierte a Trump en el candidato más popular del Partido Republicano para las elecciones de 2024.

Desde esa elección, el expresidente no ha dejado de estar presente en el devenir diario de la sociedad con sus declaraciones políticas controvertidas o con sus repetidos deseos de volver a ser presidente en 2024.

Lo que está en juego en el caso que discute la Corte Suprema no son acusaciones de asesinato, sino cuatro presuntos delitos por tratar de alterar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, que perdió frente a Joe Biden. Aunque los jueces se han mostrado escépticos sobre las alegaciones de inmunidad plena de Trump, los conservadores también han mostrado preocupación por el hecho de que un expresidente republicano pueda ser imputado como un ciudadano normal.

El fiscal especial para este caso, Jack Smith, acusa a Trump de cuatro delitos: conspiración para defraudar al Gobierno estadounidense, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción o intento de obstrucción de un procedimiento oficial y conspiración para violar derechos civiles.

Los abogados del expresidente Donald Trump sostienen que «la Constitución estadounidense concede inmunidad al presidente para los actos realizados en el ejercicio de sus deberes oficiales. Si se permite ahora procesar al expresidente Trump, Estados Unidos entraría en una era de ajustes de cuentas en la que un presidente procesa al anterior. Autorizar el procesamiento de un presidente por actos oficiales abriría una caja de Pandora de la que esta nación podría no recuperarse nunca».

Es precisamente lo que Trump ha prometido hacer contra el presidente Biden si regresa a la Casa Blanca.

La Corte Suprema de Justicia discutirá sobre la inmunidad del presidente en el caso de interferencia electoral que se sigue contra él en Washington. Además, tiene otras dos imputaciones en Florida y Georgia, así como varios litigios civiles e investigaciones en curso. Es importante destacar que el juicio por interferencia electoral no comenzaría hasta que la Corte Suprema no decida sobre la inmunidad.

Trump es el primer expresidente que se enfrenta a cargos penales, por lo que es la primera vez en la historia de Estados Unidos que la Corte Suprema tiene la oportunidad de pronunciarse sobre esa cuestión en particular.

En cuanto a lo que está por venir para Trump, en la agenda del candidato republicano aún quedan eventos clave, sobre todo en los juzgados, con un total de 34 acusaciones privadas. Ya está en curso su juicio penal por el pago de dinero a la actriz porno Stormy Daniels para comprar, presuntamente, su silencio antes de las elecciones de 2016.

Los jueces podrían simplemente rechazar de plano la demanda de inmunidad o declarar por primera vez que los expresidentes no pueden ser procesados por conductas relacionadas con actos oficiales durante su mandato, pero también hay posibilidades intermedias. 

Una de ellas sería dictaminar que los expresidentes conservan cierta inmunidad por sus actos oficiales, pero no absoluta. De ser así, podrían optar por pronunciarse sobre si se da la inmunidad en este caso, pero también podrían, sobre esa base, devolver el caso a la jueza Federal Tanya Chutkan, para que ella decida si las acciones por las que se acusa a Trump constituirían actos oficiales.

Es importante mencionar que tanto la jueza federal Chutkan como el Tribunal de Apelaciones en su totalidad rechazaron la inmunidad del expresidente de manera contundente. «Cualesquiera que sean las inmunidades de que pueda disfrutar un presidente en ejercicio, Estados Unidos solo tiene un jefe del Ejecutivo, y ese cargo no confiere un salvoconducto de por vida para salir de la cárcel», indicó la jueza Chutkan en primera instancia. 

Las tres jueces del Tribunal de Apelaciones de Washington fallaron de forma unánime en una contundente sentencia que Donald Trump no es inmune legalmente por los actos cometidos durante su presidencia. Rechazan así un recurso del expresidente contra una decisión, en el mismo sentido, de la jueza federal Chutkan. La sentencia de las tres jueces del Tribunal de Apelaciones dice: «Sería una paradoja sorprendente que el presidente, que tiene el deber constitucional último de velar por el fiel cumplimiento de las leyes, fuera el único cargo capaz de desafiarlas impunemente».

A efectos de este caso penal, el expresidente Trump se ha convertido en el ciudadano Trump, con todas las defensas de cualquier otro acusado penal. Pero cualquier inmunidad ejecutiva que pudiera haberle protegido mientras ejercía como presidente, al parecer, ya no lo protege contra esta acusación.

Si los jueces le dan la razón a Trump sobre la supuesta inmunidad presidencial, se archivaría el caso de Washington por intento de golpe de Estado y tendría efectos también, como mínimo, sobre parte de los cargos de las otras acusaciones. Aunque el expresidente juega en su terreno, ante un tribunal con una mayoría conservadora de seis jueces a tres, en la que tres de los magistrados fueron nombrados por el propio expresidente, no le garantiza la victoria. Un ejemplo de ello es que la jueza nombrada por Trump en el Tribunal de Apelaciones falló que no había lugar a la inmunidad.

Por otro lado, las opciones de Trump también son altas según el portal Metaculus, una comunidad de miles de usuarios dedicados a predecir, y que acumula un buen historial de precisión. Allí estiman que el candidato republicano tiene un 49% de probabilidades de regresar a la Casa Blanca y el presidente Biden tendría un 51% de ser reelegido como el próximo presidente de Estados Unidos.

Finalmente, es temprano para hacer una predicción sobre los juicios pendientes del expresidente Trump y más difícil aún es hacer pronósticos sobre quién ganará la carrera presidencial. Eso lo sabremos con toda seguridad muy poco tiempo antes del proceso electoral.

Luis Velásquez

   Embajador

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