Oswaldo Álvarez Paz: «La certeza es que vamos a ganar. La incertidumbre es todo lo demás»
¿Cómo cobrar? Allí están la estrategia y las tácticas que no se pueden declarar. Pero existen
ENTREVISTA DE MACKY ARENAS/Encuentro Humanista:
_ El final no es el 28, que es el final de una primera etapa que estamos construyendo de manera muy exitosa
_ La certeza es que Maduro tiene el rechazo del 80% de la nación; la incertidumbre es todo lo demás
_ ¿Cómo cobrar? Allí están la estrategia y las tácticas que no se pueden declarar. Pero existen
_ Nuestra obligación es no pensar en el pasado sino en el país que queremos construir
– Mi confianza en la Iglesia es inquebrantable. Creo que están haciendo lo correcto en todas partes
_ Si hay algo que la oposición no se puede dar el lujo de descuidar es la unidad. Y luego, en cualquier hipótesis, hará más falta. ¿Esta campaña, corta pero intensa, ha servido para apuntalarla? ¿Cuál es su impresión?
De acuerdo con el criterio de que la unidad es fundamental en la lucha ante cualquier dictadura. El admirable trabajo de María Corina y el mismo Edmundo, una vez que aceptó ser candidato, ha contribuido mucho a esa unidad. Los alacranes, que eran exhibidos como candidatos opositores por el gobierno, o se han retirado o ya no significan absolutamente nada. De manera que la unidad está dada y es dinámica aunque sea diferenciada, pues el objetivo es compartido por todos. Y el objetivo es llegar hasta el final.
_ ¿Cuál es el final?
No es el 28, que es el final de una primera etapa que estamos construyendo de manera muy exitosa. Luego viene una grave, seria, con la incertidumbre que nos dejan los seis meses que median entre la elección del nuevo presidente y la toma de posesión, a principios del año próximo.
_ Una especie de limbo político…
Y más complejo, pues sabemos que estamos ante gente sin escrúpulos. Pudiera ser que entreguen, pero también estarán en manos de ellos el resto de los poderes públicos por un lapso de al menos un año.
_ ¿Cuáles son las certezas y cuáles las incertidumbres de cara al 28J?
Certezas, la primera que Maduro tiene el rechazo del 80% de la nación; otra certeza es que en su propio mundo ya muchos no quieren que siga sino que se vaya, y están allí, como caimanes en boca de caño a ver qué pasa. Otra certidumbre es que la comunidad internacional, en su mayoría -incluidos aliados o ex-aliados del régimen- también está convencida de que llegamos o a un punto de no retorno. Tienen claro que la mayoría de los venezolanos se impondrá a través del voto, así que no están dispuestos a acompañar al régimen en lo que pueda hacer para impedir que esto transcurra en condiciones más o menos normales.
_ ¿Y la incertidumbre?
La incertidumbre es todo lo demás. ¿Hasta dónde estarían dispuestos a llegar, cuál sería la reacción de las fuerzas armadas? Tenemos informaciones de que los mismos problemas que enfrenta la sociedad civil, los tienen ellos. La familia civil y la familia militar están atravesando por las mismas angustias. ¿Que hay militares bandidos, tracaleros, corruptos? Eso también lo hay entre los civiles. Así es que estamos, como diría Manuel López Méndez, el recordado “Pilinga” -en la época de estudiantes universitarios- estamos en una especie de “expectativa vigilante”. Lo importante es que ellos sepan que estamos preparados para todo. Esta vez, estamos listos para enfrentarlos y derrotarlos en cualquier terreno.
_ La incertidumbre se vence, ante todo, con información oportuna y veraz. En los medios se transmiten mensajes de odio, descalificación y mucha desinformación. El resto, simplemente se autocensura para evitar consecuencias. ¿Cuáles son los peligros que puede desatar una escalada de represión mediática a medida que se acerca el día de la elección, durante y a posteriori?
Lo cierto es que las medidas represivas que han tomado de silenciar, de hacer presos a todos los que les venga en gana tan solo por ser opositores, de ejercer violencia incluso física contra los venezolanos, todo eso les ha hecho un daño tremendo. ¡No saben ellos cuán aborrecida es esa política! El país está harto. Lo que hacen se vuelve contra ellos y beneficia a Edmundo y a la campaña de MCM.
_ Maduro hizo firmar un compromiso de aceptación de resultados. En estas circunstancias, eso es engañoso porque “resultados” no es lo mismo que reconocimiento de la voluntad del elector, expresada en el voto libre. Un resultado puede ser alterado. ¿No sería prudente la precisión?
Claro que debe precisarse. Los que se abstuvieron de firmar (Edmundo y Enrique Márquez) han explicado la razón. El país lo entiende porque sabe que firmarle algo a Maduro es colocarse al servicio del régimen. Quienes no firmaron actuaron en la dirección correcta pues estuvieron en línea con la mayoría del país.
_ Hay quienes aseguran que lo más recomendable para el régimen es negociar internamente una retirada concertada. ¿Cree que hay espacio y, sobre todo, disposición a ello?
Creo que pudiera haberla. No me atrevo a afirmarlo de manera definitiva, pero la lógica indica que debe haber un acuerdo entre gobierno y oposición para gestionar el cambio que se avecina. Maduro debía negociar los términos de su salida de manera directa.
_ Él ha hablado de negociar de manera “directa”, pero con los EEUU
Pueden hablar lo que quieran pero yo tengo mucha fe en los EEUU y en la claridad que existe en relación al régimen de Maduro.
_ ¿Qué confianza le merece esa voltereta de micrófono de Maduro al anunciar -después de una cadena continua de amenazas- el retorno al diálogo “directo” con EEUU?… y la bienvenida de ese país a un “diálogo de buena fe”? Términos muy diferentes, por decir lo menos…
No le doy a eso mucha importancia. EEUU, a pesar de la situación personal que se especula existe alrededor del presidente Biden, en las instituciones estadounidenses hay una claridad absoluta en relación al régimen de Maduro. De nuevo, reitero que mi confianza está del lado de los EEUU, porque, en cualquier coyuntura, estarán del lado de la democracia y de la libertad.
_ ¿Cuáles son las garantías para el gobierno, en caso de una negociación? ¿Cuáles las de la oposición, habida cuenta de los incumplimientos, el más reciente, el Acuerdo de Barbados?
Es bueno que en toda negociación haya un ganar-ganar. Es necesario. Ojalá fuera posible pero lo dudo porque ese no es el esquema en el cual, hasta ahora, se han movido ellos. Pero la realidad a veces impone condiciones que no captamos sino en el momento preciso. Veremos, veremos. Hay que esperar con los ojos bien abiertos y todo dispuesto para hacer valer nuestros derechos y el mandato que el pueblo le va a otorgar al próximo presidente de la república.
_ Parece que nuestra entrevista es difícil pues estamos haciendo ciencia ficción sin la ficción. Ni siquiera podemos prefigurar escenarios factibles…
Muy cierto.
_ Pero la verdad es que, a pesar de los pesares, los venezolanos, dentro y fuera del país, en poco tiempo, hemos pasado de la desesperanza y la inmovilidad, a la convicción de un triunfo por amplio margen. ¿Qué hace falta para que eso no devenga en el siempre peligroso triunfalismo?
Bueno, eso tenemos que evitarlo aunque no es fácil pues hay muchas razones para que el triunfalismo exista de cara a esta elección. Las movilizaciones populares, tanto de MCM como de Edmundo, así como un repaso por los equipos que se han constituido en todo el país para llevar adelante esta campaña y atender la jornada electoral, llevan a pensar que podemos ser optimistas. Creo que debemos seguir haciendo lo que hemos venido haciendo. Ni más ni menos.
_ ¿Algo que podría alterar, dicho o hecho, el libre tránsito hacia el 28?
Por eso es que he estado muy comedido al hablar. La estrategia a seguir no se puede hacer pública. Hay que manejarse con cautela y mucha inteligencia, tanto desde el punto de vista estratégico como táctico, ante cada circunstancia. Pero hay que estar seguros de que esa estrategia existe y que los movimientos tácticos los irán pautando las circunstancias.
_ La transición para el traspaso del poder es larga. Seis meses que, en otro contexto, serían previsibles y digeribles. En este no lo parece… ¿o sí?
No lo parece, pero tampoco se puede especular demasiado sobre algo que no sabemos cómo vendrá. Tengo la impresión de que, en el TSJ, la Asamblea Nacional y en el mismo CNE, hay también incertidumbre, tensiones y muchas inquietudes por lo que no creo que estén dispuestos a acompañar a Maduro en cualquier disparate. Los primeros que no están dispuestos son los EEUU. Las declaraciones de sus funcionarios van claramente en esa dirección. Igualmente Lula ha sido muy firme a este respecto y también otros que, como él, no han sido precisamente enemigos del régimen madurista. Todos se han manifestado en esa línea.
_ Sería presuntuoso afirmar que, aun cuando la superioridad numérica de la oposición se nota arrolladora, no predomina -en ambas aceras- la incertidumbre y una buena dosis de temor. ¿Cómo político experimentado, cómo aconsejaría manejar eso?
La única forma de hacerlo es estar preparado para votar, ganar y defender el voto. Es decir, cobrar. ¿Cómo cobrar? Allí está la estrategia y las tácticas que no se pueden declarar. Pero existen.
_ ¿Qué país visualiza OAP en el tiempo futuro? ¿Qué tipo de transición nos espera en este proceso, sin duda inédito?
No sabemos cómo será el porvenir, pero debemos evitar la tentación de hablar de “restablecer”, de una especie de vuelta al pasado, a lo que fueron los 40 años de democracia…
_ A pesar de que este régimen ha conseguido que se añoren sinceramente…
Así es, pero a pesar de que los dirigentes políticos de aquellas épocas aportaron demasiado al país, a su desarrollo como nación moderna, y a pesar de que estos 25 años han sido un desastre, no debemos ceder a la tentación de querer regresar al pasado. Entiendo todo eso, pero nuestra obligación es no pensar en el pasado sino en el país que queremos construir, no reconstruir. Pensar en la naturaleza de las instituciones que necesitamos hacer vigentes en Venezuela y cómo volver a la vida dentro de un ordenamiento constitucional ajustado plenamente a derecho. Para mí, viendo hacia el futuro que tenemos encima, es lo más importante de todo. Lo demás lo van dando las circunstancias. Las relaciones internacionales y otros aspectos, ya los iremos viendo. Pero es crucial tener claro -y en eso hay gente trabajando con mucha seriedad- el esquema que deseamos.
_ Es verdad que no hay que volver atrás, pero sí rescatar los logros de la democracia que mejoraron al país, ¿no le parece?
Mucho esfuerzo se empleó en descentralizar y municipalizar al país. ¡Eso sí hay que rescatarlo! Han asfixiado a la provincia en estos años. Municipalizar la vida pública es de primera prioridad dando a los alcaldes y gobernadores electos -que conseguimos fueran electos por primera vez directamente por el pueblo- las atribuciones y prerrogativas que les corresponden para que sus gestiones sean efectivas y puedan dar respuesta a las necesidades de sus pueblos.
_ Leí hace unas horas una frase estupenda del cardenal Secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin: “La democracia está en crisis y los católicos tienen la tarea de llenarla de valores”. Cómo católico, ¿de qué manera visualiza el papel de la Iglesia, no sólo institucional sino laical, para responder a esta hora?
La Iglesia Católica viene formando parte de nuestra identidad desde siempre. Recuerdo una frase de Prieto Figueroa: “Yo soy ateo, gracias a Dios”… eso somos. Tiene un significado mucho más amplio de lo que imaginamos. Hay quienes formamos parte de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, como se solía decir, pero hay principios y valores universales que todos podemos compartir siendo o no católicos practicantes, ni siquiera creyentes, y son los principios de la democracia y la libertad. Eso hay que tenerlo muy presente. Yo tengo mucha fe y confianza en la Iglesia, en las autoridades eclesiásticas, en la Conferencia Episcopal, en El Vaticano y en quien acabas de mencionar, el cardenal Parolin. Lo conocí cuando estaba preso en El Helicoide. Él estuvo muy pendiente de mi situación y, apenas salí en libertad, nos reunimos en casa de un amigo común. Allí sostuvimos una larga e inolvidable conversación. Sus palabras me reforzaron y me llenaron de entusiasmo.
Tengo fe en que nuestros prelados están y estarán a la altura de las circunstancias, unos más públicamente y expuestos que otros, pero todos, desde la jerarquía de la CEV hasta el último párroco van a dar todo lo que tienen para que el cambio se produzca y evitar una matazón que, Dios nos libre, de acuerdo a como se presenten las circunstancias se podría producir. Que sepan nuestros prelados que no están solos, que cuentan con el pueblo cristiano y católico. Nos corresponde a nosotros dar la cara como laicado comprometido y volver a la pelea. Debemos contar en esto con otros partidos, organizaciones y sectores que comparten los mismos principios y valores que nosotros, así no militen en el catolicismo. Ellos pueden aportar mucho para Venezuela, desde su honestidad y su preparación, para la reinstitucionalización de este país.
_ ¿Mira a la Iglesia como un factor indispensable para las horas que vienen?
Claro, la Iglesia es una institución insustituible e inimitable. Nadie puede hacer lo que Ella hace. Allí ves al Papa, con todo y sus limitaciones físicas, incidiendo en Rusia y Ucrania para la liberación de prisioneros y la vuelta de niños a sus hogares, abogando por un alto al fuego entre Israel y Gaza y viajando incansablemente a lugares remotos y peligrosos para llevar esperanza. Te resumo: mi confianza en la Iglesia es inquebrantable. Creo que están haciendo lo correcto en todas partes.-