La FIFA, sorprendida por la falta de apoyo del Gobierno al Bernabéu como sede de la final del Mundial 2030

Pedro Sánchez nunca ha defendido ante la FIFA que el Bernabéu sea la sede de la final del Mundial 2030. Genuflexo ante los partidos catalanes en el parlamento español, el presidente del Gobierno de España no ha apoyado al estadio del Real Madrid como candidatura para la final del Mundial 2030 porque los partidos catalanes le exigen que la propuesta sea el Camp Nou o, en su defecto, un campo de Marruecos. El coliseo madridista es el más moderno y el mejor preparado para protagonizar la final, pero la dependencia política para gobernar implica que Pedro Sánchez haga mutis por el foro.

La FIFA ha comentado en los foros internos que es la primera vez en la historia que un presidente de un gobierno no defiende su mejor candidatura para una final de la Copa del Mundo. Gianni Infantino trabajó en nuestro país y lo conoce bastante bien. Las complicadas cadenas políticas de nuestra nación las ha visto en primera persona cuando residía en Madrid. Pero no deja de ser noticia que un presidente de Gobierno no defienda su mejor opción para protagonizar la final.

Almeida sí defiende el Bernabéu

Ha tenido que ser José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, quien defienda la candidatura del nuevo Bernabéu como sede de la final del Mundial que organizarán España, Portugal y Marruecos dentro de seis años.

El alcalde de la capital se ha reunido durante dos días con una expedición de la FIFA que aterrizó en Madrid con la misión de conocer los estadios y todas las infraestructuras que la región aportará para ser la primera protagonista del Mundial 2030. Almeida explicó que el nuevo Bernabéu es el mejor estadio del mundo y debe albergar la final.

El Metropolitano será otra sede

En el mismo sentido, el alcalde propuso a la FIFA que el Metropolitano sea el campo de los partidos de España o que albergue encuentros de octavos de final, cuartos de final y una de las dos semifinales. La argumentación de Almeida fue magnífica. El polo opuesto del silencio oficial del Gobierno español.

El Debate ha publicado durante meses diversos capítulos de esta omisión del Gobierno español a la hora de defender el Bernabéu como el lugar idóneo de la final. Incluso el Gobierno respondió que era el Real Madrid quien debía apoyar esa opción.

Por supuesto que el club blanco ha realizado su labor diplomática en favor de su coliseo, pero El Debate dejó claro que la Copa del Mundo se concede a los países de España, Portugal y Marruecos y ha de ser cada gobierno quien proponga sus candidaturas.

Madrid como centro de prensa

El alcalde madrileño se ha extendido en la defensa de Madrid como el sitio ideal para todo lo que significa el Mundial 2030. Almeida, como le llamamos popularmente, ha propuesto que la capital de España sea la sede operativa y del centro Internacional de prensa del torneo más importante del fútbol.

Sin prisa pero sin pausa, el alcalde madrileño ha explicado con detalle que Madrid y la región en su totalidad presentan las mejores infraestructuras para albergar el máximo de partidos posibles de esta Copa del Mundo.

Ha relatado con esmero la capacidad hotelera, de restauración y aeroportuaria de Madrid. Y en el ámbito estrictamente deportivo ha expuesto que la Comunidad de Madrid ofrece las mejores instalaciones deportivas. Las selecciones que jueguen sus encuentros en el Bernabéu y en el Metropolitano podrán entrenarse en la Ciudad Deportiva de Valdebebas y en los estadios del Getafe, del Rayo Vallecano y del Leganés.

Las decisiones, en diciembre

Los equipos de la FIFA están viajando a los tres países para conocer todas las infraestructuras de la Copa del Mundo 2030 y será en la cumbre de diciembre cuando se concretarán las sedes de los grupos, los estadios donde se disputará cada partido y especialmente los sitios que protagonizarán las semifinales y la final.

El nuevo Santiago Bernabéu es el favorito para el gran partido, pero no hay que vender la piel del oso antes de cazarlo. La corrupción de la Federación Española, enmarcada en los casos de Ángel Villar, Luis Rubiales y Pedro Rocha, es un daño grave que Marruecos y Macron han aprovechado para solicitar que la final se celebre en Marruecos.