Los embajadores de la UE advierten de que Venezuela no puede hacer frente al virus del Zika
Trabajadores del sistema de salud venezolano dan explicaciones durante una campaña informativa sobre el virus Zika – REUTERS
Los embajadores de las países de la Unión Europea en Caracas, entre ellos el español, han suscrito un informe en el que afirman que Venezuela vive una situación «crítica» en su sector sanitario y no se encuentra preparada para hacer frente a una epidemia del virus Zika a gran escala.
El informe, que comienza señalando que Venezuela camina hacia la crisis más profunda política, económica, social y de seguridad de su reciente historia, se detiene en analizar la situación sanitaria y pone de relieve la «seria escasez de medicinas y de suministros médicos», así como el deterioro de las infraestructuras.
En concreto, alude a la falta de medicinas básicas en numerosas farmacias y señala que ello está favoreciendo la importación de medicinas falsificadas o caducadas, lo que representa un peligro añadido para la salud.
Los embajadores aseguran que Venezuela no está preparada en absoluto para combatir una epidemia del Zika a gran escala.
Dificultades de detección
Añaden los diplomáticos que, en el contexto actual, es difícil hacer estimaciones claras sobre el número de afectado por el virus que hay en el país y dice que, aunque las autoridades sanitarias admiten 4.000 casos reconocidos por el laboratorio nacional responsable de la detección, hay que tener en cuenta que debido a la escasez de reactivos, la capacidad de trabajo del centro es muy limitada. Los epidemiólogos y las ONG calculan que podría haber unos 400.00 casos de Zika en Venezuela.
Indica el documento más adelante que, si bien la Asamblea Nacional venezolana, controlada por los partidos de la oposición ha declarado la situación de «crisis de salud humanitaria», el Gobierno de Nicolás Maduro, permanece en un «estado de no reconocimiento» de esa crisis y asegura que todo va bien el sector de la salud. Los embajadores creen que admitir lo contrario, sería aceptar que la revolución bolivariana está fallando.
El pasado día 18, en uno de sus discurso, Maduro se refirió al Zika y dijo que, en 72 horas, se habían importando medicinas contra el virus «para todos», algo que ha sido puesto en cuestión por los opositores, que consideran que eso no es cierto para los 400.000 casos que se estima existen, sino, a lo sumo, para los reconocidos oficialmente por el Gobierno. Recientemente, la ministra de Salud llegó a admitir 4.700 y el propio Maduro dijo que había «5.221 casos sospechosos, de los cuales 68 personas han tenido complicaciones y están en cuidados intensivos».
Al no admitir la existencia de una epidemia, las autoridades bolivarianas no han desplegado campañas de prevención o información sobre la enfermedad y, aunque llevan a cabo algunas fumigaciones para eliminar al mosquito vector del Zika y otras enfermedas, son pocas y erráticas.
Acusaciones de propaganda
Por el contrario, como hace con frecuencia, el Gobierno de Maduro insiste en que las denuncias sobre la existencia de epidemias y crisis sanitaria son parte de la guerra no convencional de la propaganda contrarrevolucionaria interna e internacional.
El informe de los embajadores europeos pone de relieve que algunos elementos hacen más difícil combatir la crítica situación de la sanidad en Venezuela. Entre ellos, cita la fragmentación del sistema público de salud, sin una autoridad central a nivel nacional, lo que dificulta también la distribución de medicinas.
Destaca además el hecho de que al menos 6.700 médicos de diferentes especialidades (el 20 por ciento de los del sistema público de salud), hayan abandonado el país, al tiempo que hay un déficit de enfermeros del 60 por ciento.
A la vista de estas carencias, el informe propone que se considere la posibilidad de facilitar ayuda a Venezuela, entre otras cosas, con el envío y distribución dentro del país de material sanitario y de medicinas.