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Villasmil: El fascismo, más eterno que nunca

La boina roja y la gorra Maga - Efecto Cocuyo

 

En este comienzo de 2025 el sistema internacional está siendo sometido a presiones, incertidumbres y cambios cada vez más acelerados, que deben ser analizados con mucha atención.

Una palabreja que siempre está al uso, como arma arrojadiza, es “fascismo”.

La palabra “fascista” es sin lugar a dudas una de las más (y peor) usadas en el planeta.

Me pregunta un amigo si no sería bien aclararla de nuevo, ante tanta confusión reinante. Se cumplen el próximo 24 de abril 30 años de una extraordinaria conferencia de Umberto Eco sobre el “Fascismo eterno”. Hay que revivirla; vamos a ello.

Ha sido dicho muchas veces: no hay fascismo sin un Estado con vocación dictatorial. Porque el fascismo se ejerce desde y para beneficio de un Estado que practica la violencia en todas sus expresiones, y que busca destruir la estructura institucional republicana, la división de poderes, con el fin de acallar toda palabra disidente.

Ojo, esto es esencial. Los ataques a la democracia, vengan de donde vengan, solo se deben combatir desde la democracia, dentro de sus instituciones. 

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Allí está el ejemplo sangrante de Ucrania. Putin y sus cómplices son esquizofascistas. El ‘esquizofascismo’ es un término acuñado por Timothy Snyder en su muy recomendable libro (“Sobre la tiranía: veinte lecciones que aprender del siglo XX”), en el que señala que “la historia no se repite, pero sí alecciona”.

Los más paradigmáticos fascismos han llegado al poder por vía democrática y electoral, para luego destruir las instituciones democráticas.

Snyder nos muestra cómo los gobiernos fascistas atribuyen al que consideran su enemigo -por ejemplo, un país democrático como Ucrania- los mismos defectos que no reconocerían en ellos mismos. En la Rusia de hoy, el antifascismo consiste en que Putin decide quiénes son los fascistas: de ahí lo de ‘esquizofascismo’ y su vínculo con las fake news. Para Putin, fascistas somos asimismo los que pensamos que la invasión de Ucrania es un acto calculado y cruel de genocidio.

Para su funcionamiento pleno el fascismo necesita dividir el mundo en categorías antagónicas, nosotros y ellos, puros e impuros, amigos y enemigos. Se trata, en suma, de odiar y destruir al que piensa distinto.

En palabras de Isabel Coixet: “Las fosas llenas de cadáveres en Bucha y Mariúpol no son un acto de guerra: el ensañamiento con que las tropas rusas están actuando es puro fascismo en acciónPero también lo es la manera en que desde muchos sectores se discuten estas matanzas con un tono de duda y descreimiento”.

Todos supuestamente rechazamos al fascismo, pero ¡a cuántos les encanta traerlo de vuelta, o incluso “normalizarlo y justificarlo”!

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Como señalé arriba, un autor que identificó en toda su peligrosa contemporaneidad al “fascismo eterno” o “Ur-fascismo” fue el gran intelectual italiano Umberto Eco. Prueba de ello fue un discurso pronunciado el 24 de abril de 1995 en la Universidad de Columbia, Nueva York. Veamos extractos:

Los síntomas del fascismo eterno:

 

El Ur-Fascismo puede volver con las apariencias más inocentes. Nuestro deber es desenmascararlo y apuntar con el índice sobre cada una de sus formas nuevas, cada día, en cada parte del mundo.

Es posible indicar una lista de características típicas del «Ur-Fascismo», o «fascismo eterno»:

 

– Pensar es una forma de castración. La sospecha hacia el mundo intelectual ha sido siempre un síntoma de Ur-Fascismo. La comunidad científica entiende el desacuerdo como instrumento de progreso de los conocimientos. Para el Ur-Fascismo, el desacuerdo es traición. Por ello desdeña la ciencia.

-El Ur-Fascismo es, asimismo, racista y xenófobo por definición.

-En la raíz de la psicología Ur-Fascista está la obsesión paranoica por el complot, posiblemente internacional.

-El líder, caudillo [ o como se le llame], sabe también que su fuerza se basa en la debilidad de las masas, que necesitan y se merecen un «dominador».

-El Ur-Fascismo se basa en un «populismo cualitativo». (…) Para el Ur-Fascismo los individuos en cuanto individuos no tienen derechos. Puesto que ninguna cantidad de seres humanos puede poseer una voluntad común, el líder pretende ser su intérprete. (…) Cada vez que un político arroja dudas sobre la legitimidad del parlamento porque no representa ya la «voz del pueblo», podemos percibir el olor del Ur-Fascismo.

-El Ur-Fascismo está aún a nuestro alrededor, a veces con trajes de civil; y puede volver todavía con las apariencias más inocentes, con las ofertas y promesas más justicieras.

 

En la misma línea de Eco, para el pensador italiano Renzo de Felice “el fascismo ha hecho infinitos daños, pero uno de los daños mayores ha sido dejar como herencia una mentalidad fascista a los no fascistas, a los antifascistas, a las generaciones sucesivas también más decisivamente antifascistas: una mentalidad fascista que debe ser combatida en todos los modos, porque es peligrosísima; una mentalidad de intolerancia ideológica, de descalificación del adversario para destruirlo”.

Quien promueve el odio y la violencia está sembrando fascismo. Todo parecido con la realidad social y política actual…no es casualidad. 

Debe mencionarse, por ser una señal (entre muchas) extremadamente preocupante, es que apenas haber asumido el cargo, el  locutor  de TV nombrado por Trump secretario de Defensa, Pete Hegseth, dio orden de comenzar un proceso de censura en todas las bibliotecas militares de los EEUU. Tan solo un ejemplo: en la Academia Naval se han eliminado libros que mencionan o denuncian las injusticias raciales, y se han dejado sin tocar todas las obras que destacan o defienden la supremacía blanca. Así, los ejemplares de «Sé por qué canta el pájaro enjaulado» (1970), el best-seller transformador de la autora y poeta negra Maya Angelou, que narra su lucha contra el racismo, fueron eliminados.

En cambio, dos copias de «Mein Kampf« (Mi Lucha), de Adolf Hitler (y obras similares), se mantienen en los anaqueles.

Todo movimiento que se une en torno a la voluntad de un caudillo cuya palabra es sagrada, cuya voz es la única que debe seguirse, que se toma la justicia en sus manos, que degrada el lenguaje y hace del insulto y la agresión, incluso a quienes han sido aliados en el pasado, algo normal, es un movimiento con características fascistas.

El fascismo es una forma de desprecio a la dignidad humana. El fascismo muestra con orgullo su gusto por la violencia. El movimiento MAGA, que hoy en los EEUU se ha apoderado del partido Republicano y poco a poco intenta apoderarse de las instituciones gubernamentales, es un claro ejemplo de fascismo.

 

 

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