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Roberto Ampuero y discurso de Boric: «Si criticas a Estados Unidos en la ONU, estás jugando con fuego y en el lugar equivocado»

En conversación con El Líbero, el ex canciller comentó el último discurso del Presidente Boric ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. “Está buscando dejar un legado, su firma (…) quiere convertirse en un líder internacional y volver a ser candidato a la presidencia», sostuvo. Sobre las críticas a Trump, dijo que «no puedes pegarle en los tobillos a quien puede vetar a Bachelet”.

ROBERTO AMPUERO

Esta semana el Presidente Gabriel Boric habló, por última vez como Mandatario, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en un discurso en el que invocó a Gabriela Mistral a Víctor Jara y criticó de forma velada al Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Además, anunció la nominación de la ex Presidenta Michelle Bachelet para la Secretaría General de la ONU.

En el programa «Mirada Líbero», el escritor y ex canciller Roberto Ampuero, se refirió a esta intervención, sus consecuencias para Chile y la candidatura de la ex Presidenta.

«Vi a un Presidente que no estaba hablando en términos del país, sino por su legado»

 

-¿Qué le pareció el discurso del Presidente Boric en la ONU?

-Veo al Presidente siempre en un tono demasiado de los años 60, que me recuerda a la época de Salvador Allende, al estilo de Daniel Ortega, muy parecido a algo que hace Petro hoy y que en algún momento hizo Fidel Castro (…). Creo que Boric le habló a quienes estaban presentes ahí en la Asamblea, y habló en términos muy positivos de la ONU. A mí eso me sorprendió, porque en el mundo lo que hay es una crítica muy fuerte. Habló también hacia los posibles electores de Michelle Bachelet como la futura candidata de Chile.

-¿Y se dio algún “gustito” que puede terminar perjudicando a Chile?

-Vi a un Presidente que no estaba hablando en términos del país, estaba hablando en términos de algunos aspectos que a él le interesan y que están vinculados con su legado. Por ejemplo, esto de nombrar a la Presidenta Bachelet sin haberle avisado a los líderes de los partidos de oposición, y sin haberle avisado a los principales candidatos presidenciales (…). Está buscando dejar un legado, su firma. La deja a ella como una candidata, y espera que todos la apoyen, dándose un gustito en criticar a los grandes del mundo, especialmente a las superpotencias, que muchas veces ni se enteran de un Presidente del tamaño de nuestro país… Pero bueno, se dio ese gustito, es parte de su legado. Y creo que por allí pasa su análisis, su discurso. Aquí hay un proyecto de futuro que es convertirse en un líder internacional en los próximos años y al mismo tiempo, volver a Chile para volver a ser candidato a la presidencia de la República. Creo que va por ahí la forma mejor de entender el discurso de despedida del Presidente Boric de la Asamblea General de Naciones Unidas.

«Boric está jugando con fuego, y en el lugar equivocado»

 

-El Presidente arremetió contra Estados Unidos y criticó a Donald Trump. ¿Qué daño le puede hacer al país su discurso?

Si usted va a la Asamblea General, y escoge como su principal objetivo de crítica a Estados Unidos, la primera potencia y su principal aliado, está jugando con fuego, y en el lugar equivocado (…). Cuando antepone solamente un tema de tipo personal, atado a su nombre, apellido y trayectoria, y olvida al país que está representando, está olvidando que usted se va, que le quedan un par de meses para irse… pero el país, su situación económica, los chilenos, las perspectivas, continúan.

-¿Y con su discurso beneficia o daña la candidatura de Michelle Bachelet?

Es muy extraño que cuando necesita apoyo y cuando lo único que no quiere es tener algún tipo de veto, justamente, ataque a quien tiene poder de veto y que puede vetar a la persona que usted está diciendo que la quiere de candidata para que llegue a secretaria general de Naciones Unidas. Esas cosas no tienen sentido, no tienen explicación desde el punto de vista del interés superior. El interés superior siempre va más allá de la persona y del cargo del Presidente mismo como persona, como ser humano. Está vinculado con el cargo que ejerce, con el país al que representa, y con la candidata a la que quiere promover.

-¿La termina perjudicando entonces? 

-Es muy complicado. Mire, una vez un canciller me dijo que no hay nada que tenga memoria más larga que una Cancillería, que una buena Cancillería. Y eso es cierto. Lo que usted dice, en representación de un país, lo dice hoy, pero queda. Y, sobre todo, queda en las cancillerías que están siguiendo ese tema. Y en la diplomacia las deudas se pagan. En algún momento se la cobran a uno, al país como tal. El Presidente debió haber actuado con mucha más prudencia, más cautela, cometió errores innecesarios… Para la Presidenta Bachelet, ella tiene una trayectoria política prolongada, tiene experiencia, una larga formación también en el Partido Socialista. Imagino que en un momento debe haber estado muy satisfecha con el empuje que estaba recibiendo de su Presidente y en otro momento tiene que haber pensado que la estaba colocando en un terreno delicado.

«No puedes ir a darle patadas en los tobillos a uno de los que maneja el veto»

 

-¿Qué habrá pensado la ex Presidenta Bachelet mientras escuchaba?

-Tiene que haber mirado con azoro lo que estaba ocurriendo. No puede ir usted a insultar, si está en una campaña de este tipo, donde necesita el apoyo, y lo que menos desea es el veto para su candidato. No puede ir a darle patadas bajo la mesa, o patadas en los tobillos, a uno de los que precisamente maneja el derecho a veto. 

-¿Podría vetar Donald Trump a Bachelet?

-Yo pienso que tenemos una ventaja, somos un país pequeño. Los problemas que tiene el Presidente Trump son inmensos (…). Usted se imaginará que un Presidente de Estados Unidos no tiene tiempo para escuchar a los 140 que hablan. Entonces, puede que pasemos «piola», como se dice en Chile, y que esto siga adelante. Pero puede pasar, y esto siempre hay que tenerlo en cuenta, que un funcionario menor le hable al Presidente del tema.

-¿Usted cree que la nominación de Michelle Bachelet en la ONU le «devuelve el alma al cuerpo» a la izquierda chilena?

-Es que el requisito previo es el de haber conversado antes con los dirigentes principales de los partidos de oposición y con los candidatos presidenciales principales, los que pueden llegar a La Moneda en marzo del 2026. Porque aquí usted lo que necesita es un candidato transversal, un candidato de Chile. Para que alguien sea candidato de Chile, usted como Presidente necesita consultar a quienes piensan distinto, a quienes no están en ese 30% que le apoya, ni en ese 26% que apoya a su candidata Jeannette Jara. Faltó eso, no fueron consultadas figuras importantes de oposición y candidatos a la presidencia, y eso fue un error, un desliz, que saca esto de la categoría en que pudo haber quedado como una movida genial o hábil del Presidente de la República. Un candidato de esa importancia para Chile y para la ONU necesita que sea un candidato respaldado por una nación (…). Y esto implica muchos gastos, porque una candidatura no se resuelve con el anuncio. Usted tiene que hacer campaña, la candidata tiene que viajar con un equipo, con asesores, tiene que alojarse, pasajes, viáticos, que las embajadas estén respaldando cuando llega la ex Presidenta y candidata de un país. Esas son señales fuertes.

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