Casi un año y medio después del histórico anuncio del 17 de diciembre del 2014, la administración del presidente Barack Obama no ha podido vencer la reticencia de muchos votantes cubanoamericanos en Miami-Dade respecto a su política de acercamiento a Cuba, según indican los resultados de una encuesta realizada por la firma Bendixen&Amandi.
Pese a que la nueva política cuenta con el apoyo de la mayoría de los votantes en el condado (63% en general, que llega al 88% entre los afroamericanos), los cubanoamericanos siguen divididos, con 51% en contra de la normalización y 46% a favor. La diferencia se encuentra muy cerca del rango de error de la encuesta de más/menos 3.99 puntos porcentuales.
La división se manifiesta de nuevo con respecto al viaje del mandatario a Cuba, en marzo pasado. Un 48% de los votantes de origen cubano dijo que era “una mala idea” frente al 44% que la calificó de “buena”. En comparación, el 63 por ciento de todos los votantes consideró favorablemente el viaje.
Esta es la última parte de una encuesta telefónica realizada entre el 1y el 4 de mayo por la firma Bendixen&Amandi International con 600 votantes registrados en el condado Miami-Dade, con el patrocinio de el Nuevo Herald, el Miami Herald, Univisión 23 y WLRN.
Los resultados podrían ser importantes de cara a las elecciones presidenciales, pues los votantes cubanoamericanos siguen teniendo peso en el sur de la Florida, aunque la demografía del estado ha cambiado y algunos expertos dudan acerca de la centralidad del tema cubano para los votantes.
Ninguno de los cubanoamericanos entrevistados por el Nuevo Herald manifestó intención de viajar a Cuba en el futuro próximo. María Teresa Pérez, de 76 años y quien llegó a este país más recientemente, en el 2008, dijo que no viajaría a Cuba hasta que hubiera un cambio en el gobierno. “Yo viví muchos años allí, ¿para qué voy a ir si yo vine por ellos?”, se preguntó refiriéndose a Fidel y Raúl Castro.
Aunque los votantes registrados de origen cubano, que tienden a ser republicanos y de mayor edad, se mantienen a contracorriente del electorado de Miami Dade con respecto a la política hacia Cuba, hubo un evento que los acercó a la opinión general: el discurso de Obama en La Habana.
Tres cuartas partes de los cubanoamericanos vieron el discurso y entre estos, el 81% dijo que le había gustado. Coincidentemente, también el 81% de todos los votantes que vieron el discurso tuvo una opinión favorable hacia las palabras del Presidente frente a Castro.
Isabel Molero, de 53 años, alabó el discurso de Obama porque “nadie había dicho las cosas que él dijo”. Molero llegó a Estados Unidos en 1995 y pese a ser votante republicana dijo que estaba a favor del acercamiento a Cuba. “Si en 50 años no se ha resuelto nada, hay que hacer algo diferente”, dijo haciéndose eco de uno de los argumentos centrales de quienes han defendido esta nueva política exterior.
Aunque una encuesta de esa misma firma realizada en diciembre del 2015 a cubanoamericanos de todo el país (no solo votantes registrados) encontró un 56% de apoyo a la decisión de Obama de normalizar las relaciones con Cuba, los residentes en la Florida mostraron una opinión menos favorable, lo que sería consistente con los resultados de este nuevo sondeo.
Varios de los votantes cubanoamericanos republicanos que participaron en el estudio y que fueron entrevistados por el Nuevo Herald expresaron su disgusto, principalmente, con los escasos resultados a casi 18 meses del anuncio de la nueva política.
Rafael González, de 72 años y quien llegó a Estados Unidos durante el éxodo de 1980, dijo estar en contra de la forma en la que se ha implementado la nueva política y manifestó su preocupación por las “concesiones”que ha realizado el gobierno estadounidense. También cuestionó el costo económico de un viaje presidencial a la isla que, a su juicio, “no resolvió nada”.
Su opinión es compartida por Flavio Martín, quien arribó a Estados Unidos en 1961, con apenas cuatro años. Martín, también inscrito como votante republicano, dijo estar en contra de la normalización porque el gobierno cubano “no ha dado nada”. Obama “debió haber impuesto condiciones”, insistió.
Entre los demócratas, afroamericanos y los jóvenes, el apoyo a la normalización es mayoritario, según revelan las cifras del nuevo sondeo. Sin embargo, hay un hallazgo sorprendente: aunque respaldan el acercamiento, los votantes de Miami Dade no están convencidos aún de viajar a Cuba.
Aunque las restricciones para viajar a la isla se han suavizado, el 77% de los encuestados dijo que no tenía intención de visitar la isla el próximo año. La cifra es aún más alta entre los cubanos, el 87%. Entre los pocos que sí quieren ir a Cuba, la mayoría quiere hacerlo en crucero, como turismo.
El hallazgo es paradójico, en un momento en que los viajes de los estadounidenses y los cubanoamericanos se han disparado. En el caso de los votantes de origen cubano, Fernand Amandi, director de la encuesta, se lo achaca a una mayor presencia de exiliados de las primeras olas migratorias, que tendrían ya menos lazos familiares en la isla.
Pero los votantes cubanoamericanos chocan de nuevo con la opinión general en otro tema, y uno que les concierne directamente: la posibilidad de un consulado cubano en Miami-Dade. La mayoría (58%) lo rechaza aunque el 52% de todos los encuestados dice estar a favor. También hay un claro rechazo entre los republicanos, en igual proporción, el 58%.
Pérez está dentro de la minoría de cubanoamericanos (38%) que se manifestaron a favor del consulado en el condado. Aunque ella no quiere viajar a Cuba reconoce que “aquí hay muchos cubanos y les cuesta mucho trabajo hacerse un pasaporte, tienen que viajar para cualquier trámite”, comentó.
Sobre el reciente debate acerca del viaje del crucero de Carnival a la isla, el primero en medio siglo, la encuesta ilustra que el esfuerzo de relaciones públicas de esa compañía fue efectivo.
Lo que pudo haber sido un desastre para la imagen de Carnival, tras las protestas de los cubanoamericanos cuando la compañía se negó a venderles pasajes para cumplir con una prohibición del gobierno cubano, tuvo un desenlace relativamente feliz. El 69 por ciento de todos los encuestados y el 60 entre los de origen cubano dijeron sentirse “un tanto” o “muy satisfechos” con el modo en que la compañía manejó la controversia. La polémica, no obstante, parece haber mellado la popularidad de Carnival entre los cubanos, pues el 36% tiene una imagen “un tanto” o “muy desfavorable” de la compañía.
La muestra fue diseñada para ser representativa del perfil del votante del condado Miami Dade. El 56% de los encuestados fueros hispanos y mujeres. El 38% es de origen cubano, el 41% está registrado como demócrata y el 31% como republicano.
Caben todas las consideraciones expresadas ¡y las dudas también! Una «normalización» sólo en las relaciones comerciales -económicas- que mantenga la opresión política, pone a Cuba muy cerca de la esclavitud china.