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ABC: Leopoldo López entró en España desde Miami con una identidad falsa

Para entrar en España el dirigente venezolano se vio obligado a utilizar una identidad falsa, ya que el único documento que llevaba consigo era una fotocopia de la cédula de identidad (el DNI español).

Así lo han asegurado a ABC fuentes conocedoras de la operación de salida de López del país, luego de que abandonara la residencia del Embajador español en Caracas, donde permaneció casi 18 meses, tras su salida del arresto domiciliario en el que se encontraba, para unirse a un conato de levantamiento militar dirigido por el presidente interino Juan Guaidó.

Para hacer posible el reencuentro familiar con su esposa y sus tres hijos, en su residencia ubicada en el barrio de Salamanca, el líder de Voluntad Popular habría contado con la ayuda de varios países que le garantizaron resguardo durante las etapas de su viaje, así como la documentación pertinente para continuar su periplo.

Incluso, las mismas fuentes aseguran a este diario que López tardó en llegar a España porque no estaban seguros de que «el Gobierno de Pedro Sánchez le iba a garantizar la entrada y la documentación».

Su esposa, Lilian Tintori, fue a recogerlo al Aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez en un coche oficial que puso a disposición de la familia el Gobierno de Sánchez. En casa lo esperaban ansiosos sus hijos, Manuela, Leopoldo Santiago y Federica, su madre, Antonieta De López y su padre, el eurodiputado, Leopoldo López Gil, tras más de un año separados.

López, que ha pasado más de seis años privado de libertad por haber sido declarado culpable por el régimen de Maduro de la muerte de 43 personas en las protestas de febrero de 2014, tuiteó a su salida de Venezuela y en territorio internacional, que «la decisión no había sido fácil» y que «desde este nuevo terreno de lucha, continuaremos cumpliendo de manera inquebrantable con las responsabilidades asignadas como comisionado para el centro de gobierno del Ejecutivo interino, una especie de primer ministro.

Según fuentes consultadas por ABC del entorno de Juan Guaidó, el Gobierno interino estaba al tanto de la operación e insistieron que López «emprenderá muy pronto una gira internacional para «desmontar la farsa de Maduro» de unas elecciones parlamentarias, convocadas para el próximo 6 de diciembre.

Persecución

A su salida del país, se conoció que el Servicio de Inteligencia (Sebin) había registrado el sábado por la noche la residencia oficial del personal diplomático en Caracas y se había llevado detenido a José Jerjes Neira, un venezolano que llevaba años trabajando en la legación diplomática como vigilante.

La misma visita la tuvo la señora Nubia Campos, encargada de preparar y llevar a López la comida mientras estuvo alojado en la residencia del embajador. Y más tarde, el Sebin capturó a dos escoltas vinculados a la familia López. «Los ciudadanos Nubia Campos, José Jerjes Neira, Ibrahim Sojo y Carlos García fueron llevados a la sede del SEBIN y hasta los momentos ninguno de ellos ha tenido contacto con familiares ni abogados», publicó en Twitter el Observatorio de Derechos Humanos de la Asamblea Nacional venezolana.

En un comunicado emitido casi 36 horas después de que López abandonara Venezuela, el régimen de Maduro denunció «la flagrante violación integral de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas por parte del Gobierno del Reino de España, al facilitar, con notable complicidad, la fuga del terrorista Leopoldo López».

El canciller chavista, Jorge Arreaza, informó al país por su cuenta de Twitter que «las investigaciones están en curso». Según afirma el comunicado, hubo «una inédita y continua violación» de dicha convención, que «se remonta, al menos, al año 2017 y ha sido protagonizada en territorio venezolano directamente por el embajador español, Jesús Silva».

El embajador del Gobierno interino en España, Antonio Ecarri, rechazó el comunicado del Gobierno de Venezuela y aseguró a ABC: «Ese es un régimen que no controla nada ni a nadie, y sale a cometer el exabrupto de detener a una señora trabajadora de la Embajada, a un guardia privado. Esto es un síntoma de un sistema que hace aguas por todas partes y que, por supuesto, la que está violando la Convención de Viena no es la Embajada de España sino el régimen usurpador, cometiendo arbitrariedades y atropellos contra funcionarios diplomáticos».

ABC.es

 

 

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