Allanan casa de forista de Aporrea por escribir contra el presidente
Efectivos del Sebin irrumpieron recientemente en casa del escritor.
La residencia de Pablo Jiménez Guaricuco, autor del incendiario artículo “En Venezuela pareciera que no hay presidente ni en Tv” publicado en la página web Aporrea fue allanada por funcionarios del Servicio de Inteligencia (Sebin).
Según reseñó el portal de noticias Sumarium, y como lo reseñó Jiménez, los efectivos vestidos de civiles, pero identificados con sus carnets, llegaron a su lugar de residencia a altas horas de la noche con la intención de hacer una revisión en la vivienda en busca de un servidor y hacerle preguntas sobre el artículo. Además explicó que la actitud de los funcionarios fue condescendiente y el allanamiento nunca se tornó violento.
Lea íntegra la denuncia de Jiménez:
Escribí hace unos días un artículo llamado “En Venezuela pareciera que no hay presidente ni en Tv” en la página web Aporrea. Por cierto, pequeña ventana que se ha transformado en uno de los pocos espacios que quedan para poder debatir y expresarse de forma libre, bajo el respeto de las leyes vigentes. Y, al parecer, dicho artículo le gustó mucho a los cibernautas, ya que se hizo tendencia en Twitter por varias horas y fue difundido por varias páginas web de diferentes tintes políticos, como por ejemplo, La Patilla, La Iguana y hasta por medios internacionales. Eso no me emocionó mucho, en cierta forma, porque presentí que tal hecho traería cola.
Y aunque no expresé ningún tipo de llamado a la violencia ni a ninguna actividad irregular o ilegal, fue tarde en la noche cuando recibí una visita, muy discreta, pero poco deseada: personas vestidas de civil, con carnet, que poco dejaban ver y que manifestaban pertenecer al SEBIN. Me indicaron que deseaban visualizar en mi vivienda qué tipo de servidor poseía y querían hacerme varias preguntas sobre el artículo en cuestión. Con mucho temor, debido a la tensa situación política que vivimos hoy en día, les abrí y sólo les comenté: “revisen, yo no tengo ningún servidor, pero les agradecería que revisen mi nevera y coloquen en el reporte que no poseo ni carne, ni charcutería y hay pocos alimentos en la misma, revisen los chorros y constaten que tampoco tengo agua…”
Dicha visita fue amedrentadora, por lo sorpresiva, por lo tarde en la noche que se realizó y por la negativa de los personajes a identificarse formalmente. Pero nunca fue violenta. Es más, el tono de los funcionarios siempre fue condescendiente, donde se repetían muchas veces oraciones como: “no te metas en líos”, “¿para qué escribes eso?”, “evita este tipo de problemas y preocupaciones a tu familia”, “escribir y meterte con gente pesada no trae nada bueno” y cosas por el estilo.
En otra ocasión intenté denunciar una situación parecida, por otros escritos y acudí ante la Fiscalía, pero me dijeron que si no tenía nombres no podía denunciar, y solo fue la Defensoría del Pueblo quien tomó el reporte, pero nada hicieron.
Por consiguiente, esta vez ni me tomé la molestia de ir a ninguno de estos despachos, sino que como se dice… “Por estas Calles” decidí aguantar la pela en silencio. Sin embargo, recomendaciones de personas más experimentadas en la vida, me persuadieron de que por lo menos escribiera refiriéndome al hecho, para dejarlo plasmado, por si acaso, y que se sepa que… ¡por escribir en aporrea se te puede aporrear!
Con ese artículo “En Venezuela pareciera que no hay presidente ni en Tv” no buscaba notoriedad alguna, sólo fue un grito desesperado de un venezolano de tantos que la estamos pasando muy mal y que nos sentimos abandonados, ignorados y muchísimas veces burlados con declaraciones cínicas como: “hacer colas es sabroso” cuando nuestra presencia en ellas está llena de necesidad, desesperanza, impotencia y mucha arrechera contenida, debido a tanta frustración por el tiempo malgastado en una actividad tan inútil como una cola, cuando se podría hacer cualquier otra cosa que estimule la productividad del país.
Esas cortas líneas solo es un llamado de atención a todo el que me lea, a la reflexión. Pensé y pienso que es hora de darle un parao a tanta vagabundería de funcionarios que se creen intocables cuando se deben a nosotros: el pueblo; que así como yo podría escribir y exigir respuestas sobre dónde estaba el presidente mientras mi familia y yo pasábamos necesidad por su ineficiencia o falta de capacidad para el desarrollo de sus funciones, cualquier otro tiene esa libertad para pedirle explicación a los ministros y viceministros sobre qué hacen para contener el desabastecimiento y la delincuencia desatada con su estela de sangre y reguero de muertos o por lo menos preguntarle al Ministerio de Salud dónde están las medicinas y cuáles son los resultados de su plan de anotarse para que lleguen los medicamentos, que terminó siendo otra burla más.
Y ya casi al final del año apareció el presidente a las pocas horas de haberse hecho viral la carta y en mi casa no llegó la Navidad ni nos visitó el niño Jesús, pero sí el SEBIN.
El presidente hablo de rectificación, pero… ¿cuántos ministros, ministras, directores de despachos y funcionarios leyeron el articulo y se interesaron en mi motivación para escribirlo y contestaron?, ¿cuántos se preguntaron sobre mi vehemente descontento y qué podían hacer para darme una respuesta?, ¿cuántos aparte de Mario Silva se plegaron a “calificar de ataque” el articulo de una persona que para el 24 de Diciembre no tenía nada que darle a sus hijos?, ¿cuántos, aparte de esos “supuestos agentes del SEBIN” que me visitaron, se interesaron en saber quién era yo?, ¿cuántos de esos que dijeron que reflexionarían y rectificarían después de leer el artículo redactaron un correo electrónico para invitarme al dialogo y expresarme sus argumentos y mostrarme lo equivocado que estoy?
No es posible que cada vez que alguien levante la voz para dar su opinión, su crítica, sea calificado de “traidor”, de “terrorista del teclado” o con algún otro calificativo negativo por parte de las autoridades, transformándolo en un enemigo público de un cuento conspirativo sin pies ni cabeza, pero cuyo mensajes reiterados en todos los medios oficiales son captados como líneas o directrices a seguir por los más radicales para que actúen conforme a ello, a los que muchas veces ni pueden controlar.
No es posible que cada vez que alguien critique al gobierno sea desde dentro o fuera del chavismo se le arme con todo el peso del aparato de propaganda del Estado un expediente persecutorio y se le dedique una campaña de difamación solapada de intriga para dañar su moral y se le cercene cualquier capacidad de respuesta.
Temo por mi seguridad personal, temo perder la posibilidad de expresar lo que siento de forma libre y sin coacción. Temo por el futuro de mis hijos ante estas circunstancias donde reina la incertidumbre, la violencia y el irrespeto a las leyes, llegando a la conflictividad y lucha entre instituciones que deberían ser garantes de nuestros derechos.
También temo por las demás personas que al igual que yo escribimos en Aporrea y otros medios de forma crítica pero sincera y con la mente puesta en colaborar con nuestra opinión para una verdadera rectificación y corrección de las desviaciones e inercia institucional, ya que sabemos que “un Estado donde queden impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina por hundirse en el abismo”.
Sin embargo a pesar de ese temor, seguiré escribiendo lo que pienso, aportando ideas y estimulando a otros a expresarse, a cumplir con nuestro deber, a exigir respeto a nuestros derechos y a defenderlos; seguiré trabajando, luchando y mejorando mis esfuerzos para materializar oportunidades de progreso y seguridad para mi familia como hacemos la mayoría de los venezolanos, aportando día a día mi granito de arena, con trabajo honesto, la fuerza necesaria para sacar el país adelante.
Mantengamos la fe. Recordemos que “bienaventurados son los que se lamentan, puesto que ellos serán consolados” y que “los más desgraciados no son los que sufren la injusticia, sino los que la cometen”. Pero, debemos actuar conforme a nuestras circunstancias ya que “los hechos no dejan de existir porque se les ignore”, tengamos presente que “en el gran reloj del tiempo solo hay una palabra: Ahora” y que “hay un límite donde la tolerancia deja de ser una virtud”.
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DE SEGUIDAS, LA NOTA QUE GENERÓ LA «VISITA» DEL SEBIN (NOTA LEÍDA MÁS DE 430.000 VECES, SEGÚN «APORREA»).
En Venezuela como que no hay Presidente, ni siquiera por TV
No se consiguen alimentos, ni medicamentos ni pañales o detergente y lo poco que hay se pelea hasta con los dientes y a precios exorbitantes; malandros, que fueron llamados “buenandros” toman barrios bautizados “zonas de Paz” con fusil en mano el control y colocan centro de operaciones especiales de secuestros y robos masivos y en medio de todo este despelote sin control.
No hay Presidente ni siquiera por TV dando, a la cara a todos, un saludo Navideño de esperanza, de fuerza o algo parecido, tampoco vemos a ministros o jefes de alguna cartera declarando sobre lo que se está haciendo para palear la gravísima situación.
¿Donde paso el presidente la navidad? ¿La paso junto con la primera Combatiente o junto con toda la gran familia Flores compuesta de yernos, yernas, primos,primas, padres, abuelos, nietos, hermanos y los infaltables sobrinos o sea funcionarios todos?
Lo que si encontramos en los medios es a Daniela Cabello mostrando en sus fotos sus estrenos junto con su familia alegre y sonriente…
Al parecer en medio de la “Guerra Económica” abandonaron sus trincheras para una pausa navideña y dejaron al pueblo con su desesperante necesidad en las colas mientras se echaban unos palos de ponche crema con paneton y hallaca para luego venir unos días después diciendo que estaban trabajando hasta tardísimo sacrificándose por nosotros pero sin enseñar ni una fotico de la reunión y peor a un sin una decisión o plan claro que vayan a implementar.
¿Hasta cuando nos calamos esta vagabundería?, ¿hasta cuando vamos a seguir calándonos a esta banda de cara e tablas que hablan de rectificación mientras siguen poniendo la misma torta añeja y rancia de siempre?.
Ya esta bueno, la gente está cansada de esta pasadera de trabajo y de esta esperadera de decisiones que no terminan de llegar, estamos cansado de no planificar nada esperando que ustedes, los de arriba, terminen de masticar a ver si podemos poder tragar.
Estamos cansado de su indolencia, su falta de humanidad; nos duele y nos desespera ver la cantidad de policías asesinados en una sola noche, nos preocupa y nos aterra al leer las cifras de desabastecimiento en farmacias que ronda el 80%, nos horroriza seguir viendo como aparece gente desguañangada, niños asesinados, nos arrecha enormemente ver como salen noticias de corrupción y nunca hay culpables ni acciones concretas sino ministros y jefes con excusas.
El 24 vimos por TV hasta el mensaje del Rey de España, que según la matriz de opinión de VTV y demás canales del sistema de medios públicos no lo quiere nadie, brindando unas palabras de consuelo y aliento pero a usted señor presidente Nicolás Maduro que según goza de la mayoría del aprecio del pueblo solo le basto un mensaje por Twitter y una foto; ¿no le parece esa vaina una falta de respeto?, ¿no considera usted que un pueblo que pasa la peor crisis económica de toda su historia y al que le niegan la posibilidad de conocer las cifras oficiales del Banco Central de Venezuela merecía el 24 de Diciembre por lo menos un mensaje sincero, a la cara y sin excusa?.
Las peores Navidades de la historia Venezolana y su presidente fue incapaz de salir y dar la cara para por lo menos leer unas líneas que le desarrollara alguno de los tantos intelectuales que dice le acompañan
¿Y todavía son capaces de preguntar por qué carajo perdieron?, ¿Todavía analizan donde deben rectificar?.
Ahora pregúntese si alguien cansado de esperar por una solución, si alguien cansado de tanta corrupción y tanta pasadera de trabajo le ofrecen La Salida no la va agarrar, luego no vengan a chillar.
Después de confirmar una vez más su falta de iniciativa, su incapacidad para brindarle al país por lo menos un mensaje de tranquilidad, de seguridad, el único mensaje que aspiro de usted es su renuncia inmediata e irrevocable para que luego asuma las consecuencias de su inacción e incompetencia.
Muy valiente el amigo que redacto el articulo y posterior respuesta al hecho que pareciera sacado de los tiempos de la seguridad nacional o desde los nazis de la 2 da guerra mundial.. lamentable que le haya tomado 16 años saber la clase de basura que nos gobierna.