Ángel Beccassino, el estratega argentino detrás del “fenómeno” Hernández
El publicista ya participó en la remontada de Juan Manuel Santos en 2014 y en la confirmación de la alternativa izquierdista de Gustavo Petro en 2018
BOGOTÁ.- Tiene fama de buena persona, algo que le destaca entre los estrategas políticos y que le ha servido para sentirse personalmente cercano al candidato outsider Rodolfo Hernández, protagonistas ambos de una gesta electoral inédita en Colombia. Tampoco le gusta aparecer en primer plano, a la vera del político. Lo suyo, donde está cómodo, es estar entre los bastidores de la campaña.
El argentino Ángel Beccassino, nacido en 1948 en la costa patagónica y afincado en Bogotá desde hace 30 años, es el cerebro que está detrás de quien ya titula su cuenta de Twitter como futuro presidente de Colombia y El Rey del TikTok. El ´fenómeno´ electoral que ha dinamitado al uribismo y que ahora pretende culminar la gesta histórica imponiéndose al gran favorito, el izquierdista Gustavo Petro.
Ambos son amigos desde hace 20 años, cuando Beccassino, al frente de su agencia de publicidad, trabajó para el entonces empresario de la construcción. Su aterrizaje en la campaña electoral, para sustituir a sus compatriotas Hugo Vázquez y Guillermo Meque, se produjo tras las amenazas de muerte que sufrieron los dos colegas. Desde el primer momento, tanto la derecha como la izquierda colombianas supieron que estaban ante unos enemigos de cuidado.
“Nuestra clave es hablar desde la verdad, como es Rodolfo”, describe Beccassino para LA NACION, tras unas horas muy agitadas tras las votaciones. Pese al poco tiempo transcurrido, su olfato electoral ya barrunta que el ballottage “se va a decidir por dos o tres puntos”.
Con un presupuesto reducido, el 10% de las otras campañas, sufragado por el propio candidato que no cuenta ni con partidos ni con grupos económicos a sus espaldas, la pareja de moda ha hecho maravillas.“Eso nos llevó a tomar dos caminos: las redes sociales y la calle, no la de los grandes mítines, sino la de hablar con la gente, a pie de calle. La forma de ser de Rodolfo es muy atractiva para la gente, siente que tienen un amigo con quien compartir sus dramas”, continúa.
Para la historia de las ciencias políticas ya queda el sorpasso producido sobre el uribismo hasta alcanzar el 28% y casi seis millones de votos, en un entorno marcado por el cansancio ante la clase política tradicional en un país con casi 20 millones de pobres.
Novedad y claridad, dispara Beccassino. Esas son las virtudes que han llevado al ingeniero hasta el ballottage, al que acudirá subido al barco del cambio y la unión del país, aunque sabe que desde la campaña de Petro intentarán destruir la imagen del exalcalde de Bucaramanga.
Su participación en un cara a cara con el líder del Pacto Histórico dependerá del devenir de la campaña. “Rodolfo no participó en los debates de la última semana porque se habían convertido en peleas callejeras, parecían esquinas de barrio”, explica a este periódico.
Si alguien conoce de primera mano cómo trabajar una segunda vuelta electoral en Colombia, ese sin duda es Beccassino, quien ya participó en la remontada de Juan Manuel Santos en 2014 y en la confirmación de la alternativa izquierdista de Gustavo Petro en 2018. Las condiciones son muy distintas pero hoy, como en 2014, a Beccassino le toca derrotar al ganador en primera vuelta, algo que no sucede a menudo. En aquella ocasión, junto a su amigo el estratega español Antonio Sola, enfrentaron al país a la tesitura de elegir entre la guerra y la paz. Y ganaron.
Después llegó su trabajo con Petro, “muy distinto al Petro de hoy. Ahora se apoya en un maquillaje que le desperfila. Antes era más sólido, ahora quiere ser amable con los políticos tradicionales. Parece una especie de mutante”, sentencia Beccassino.
En una conversación previa con varios politólogos sobre comunicación política, bajo el paraguas de la Universidad Icesi, Beccassino desvela cuáles son sus condiciones para trabajar con un político. “Yo no trabajo para cualquier candidato. Necesito sentir que la persona con la que voy a trabajar puede aportar a la idea de la sociedad en la que me gustaría vivir. Hay algo de uno mismo, de su proyecto de mundo, que tiene que estar en juego en lo que uno sienta con ese candidato”, precisó el estratega, que reniega de la palabra gurú: “No hay que disfrazarse de lo que no es”, añade Beccassino, porque sería incompatible, según su criterio, con transmitir seguridades “que solo podemos transmitir si estamos diciendo verdades”.
Y según su propio manual, Hernández, de 77 años, ha ejecutado a la perfección el juego de mantener la pelota en los pies. “Quien toma la iniciativa, captura la atención. Y esa iniciativa no es ideológica, es más coyuntural que de fondo. La estimulación de la atención de la gente y sostenerla, lo más difícil, es lo que va determinando el estado de las cosas. Ahí es donde pasa a ser más funcional la presencia del asesor, consultor o consejero”, determina el asesor argentino.