Argentina gana un atípico Mundial de Qatar
Es el organizador quien debe adaptarse a los ritmos de la competición y no al revés, por mucho dinero que tenga y por pingüe que sea el beneficio para la FIFA
Concluyó ayer el Mundial de Qatar con Argentina regresando a un triunfo que se les negaba desde hace 34 años y que sirvió para que Messi añadiese el único título que le faltaba a su fantástico historial. El torneo deja como ‘heredero’ de su cetro al francés Mbappé, máximo goleador del campeonato. En lo deportivo, la cita deja el viaje al otro lado del atlántico de la copa, algo que no ocurría desde hace veinte años pese al potencial del fútbol iberoamericano. En general, el Mundial ha tenido un nivel medio-alto estimable produciendo momentos emocionantes (se vio en la propia final de ayer) que consolidan al fútbol como un deporte único, de ahí su extraordinario seguimiento en todo el planeta. Ello no obsta para que no vuelva a repetirse un Mundial fuera de fecha, que ha provocado un parón de un mes en todas las ligas del mundo. Es el organizador quien debe adaptarse a los ritmos de la competición y no al revés, por mucho dinero que tenga y por pingüe que sea el beneficio para la FIFA.