Democracia y PolíticaEconomía

Argentina lanza un plan con créditos blandos y exenciones fiscales contra la crisis del coronavirus

El país sudamericano enfrenta la pandemia en una situación económica muy endeble

El Gobierno argentino presentó este martes un plan de choque para amortiguar las consecuencias económicas del coronavirus. Exenciones fiscales y apoyo salarial para las empresas de los sectores más dañados, créditos “blandos” por un importe total de 350.000 millones de pesos (casi 5.700 millones de dólares al cambio oficial) y congelación de precios en los productos alimentarios básicos son los rasgos fundamentales de un programa que aspira a “garantizar la producción, el trabajo y el abastecimiento en un momento difícil para el mundo”, según el ministro de Hacienda, Martín Guzmán.

Las empresas dedicadas al transporte de pasajeros, hostelería y entretenimiento, especialmente vulnerables por cierres y cuarentenas, no deberán pagar contribuciones patronales. Y el Estado asumirá parte de su carga salarial a través de una ampliación del ya existente Programa de Recuperación Productiva (Repro)que permite abonar a los trabajadores con dinero público una cantidad mensual de hasta el salario mínimo (16.875 pesos, 270 dólares) por un plazo máximo de hasta un año.

Al conjunto de la economía se le ofrecerá una línea de crédito a bajo tipo de interés (26%, la mitad de la inflación) por importe global de 350.000 millones de pesos, por un plazo de 180 días. Los créditos se destinarán fundamentalmente a mantener con vida a las empresas, a equiparlas con material que permita el teletrabajo y a garantizar que los productores de artículos esenciales para superar la crisis (alimentación, higiene y material médico) sigan funcionando.

Para evitar un aumento rápido del desempleo, que supera ya el 10%, el Gobierno incrementará en 100.000 millones de pesos el presupuesto de obras públicas (se mejorarán las carreteras justo cuando menos gente las utiliza) y concederá 300.000 créditos de hasta 30.000 pesos para pequeñas obras de refacción y acondicionamiento doméstico. Los jubilados con las pensiones más bajas recibirán un bono extraordinario de 30.000 pesos, al igual que los perceptores de programas sociales, y se reforzarán los presupuestos de los comedores comunitarios.

En varias de estas medidas falta todavía desarrollo reglamentario y se desconocen los detalles. El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, señaló que algunos aspectos concretos, en especial los referidos a las pequeñas empresas, solo se precisarían después de negociar con las organizaciones patronales.

También se establece la congelación en los precios de medio centenar de productos básicos (alimentación, higiene y medicamentos) por un plazo de 30 días. “Es esencial que no se produzcan prácticas especulativas, seremos duros frente a cualquier abuso y aseguraremos el abastecimiento”, dijo el ministro Kulfas. En la misma línea se había expresado horas antes el presidente de la República, Alberto Fernández, para quien sería intolerable que alguien aprovechara la situación (algunos supermercados han llegado a duplicar sus ventas en los últimos días) para incrementar su margen de beneficio. “Estamos en riesgo y el riesgo no puede ser negocio para nadie, no voy a tolerar que un número mínimo de vivos nos tomen por bobos a todos los argentinos”, declaró.

 

 

 

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