Asaltar los cielos
La pesadilla del Gobierno se concreta en una cifra: 165. «Si el PSOE y Podemos y sus alianzas suman 165 escaños el 26-J, no te quepa duda, habrá un Gobierno de izquierdas en España», me confiesa mi interlocutor, un hombre del círculo íntimo del presidente.
Recordemos que PSOE (90 escaños), Podemos (42), En Comú (12), Compromís (9), En Marea (6) e IU (2) sumaron el 20 de diciembre un total de 161 escaños. Dos menos que la suma de PP (123) y Ciudadanos (40).
En el Gobierno se tiene la seguridad de que en una hipótesis de mayoría de izquierdas (165 escaños o más), el PNV apoyaría esa opción frente a una alianza alternativa de PP y Ciudadanos.
A poco que la alianza de Podemos e IU logre sumar restos en algunas provincias, esa suma es más que posible… Siempre y cuando el PSOE no se hunda.
Europa vive su peor crisis y en España Podemos está a unos pocos escaños de alcanzar el Gobierno. La dura lección de Grecia parece no haber servido para nada. Nadie aprende en cabeza ajena. Pablo Iglesias movilizará a la izquierda con el mensaje clásico de la vieja izquierda: se puede aumentar el gasto público y subir salarios y pensiones, financiándolo con más impuestos y, al mismo tiempo, mantener un ritmo de crecimiento que permita crear más empleo y de mejor calidad. Además de echar a Rajoy, claro.
No hay ningún país en el que esas políticas hayan dado resultado. Si hubiera funcionado la fórmula de Syriza, el líder de Podemos no pararía de hablar del milagro griego. No importa: a millones de ciudadanos les gusta pensar que se puede vivir mejor sólo con hacer menos sacrificios.
Los líderes de Podemos no pueden responder a preguntas tan sencillas como estas: ¿por qué Tsipras ha recortado las pensiones? ¿Por qué los gobiernos socialistas del italiano Renzi o el francés Valls han aprobado reformas laborales parecidas a la española a pesar de la fuerte oposición sindical?
Pero no nos distraigamos en cuestiones menores como quién financiará la fiesta que nos espera.
Iglesias ha hecho las mismas cuentas que el Gobierno (165) y sabe que está muy cerca de alcanzar su sueño. Si la campaña se sigue polarizando y algunos dirigentes del PSOE continúan echándole una mano, es incluso posible que no sea el PSOE, sino Podemos, quien tenga la sartén por el mango tras el 26-J.
El 12 de abril de 1871, Karl Marx le escribió una carta a su amigo Ludwig Kugelmann ensalzando la Comuna de París: «Compárense estos parisinos que toman el cielo por asalto a los esclavos de la fe del Sacro Imperio Romano Germánico-Prusiano, con sus póstumas máscaras, que apestan a cuartel, a iglesia, a feudalismo y, sobre todo, a espíritu filisteo».
Desde entonces, el «asalto a los cielos» ha sido una constante en la fe, casi religiosa, de los comunistas en su capacidad para alcanzar el poder.
Pero ahora ya no es un sueño. El «asalto a los cielos» que preconizó Iglesias es ahora realizable.
El PP es consciente y, para contrarrestar ese hipotético peligro, va a agudizar aún más la polarización de la campaña hasta el 26 de junio.
A diferencia de lo que ha ocurrido en los meses que transcurrieron desde las elecciones a la disolución de las Cortes, Rajoy ya no apelará a una gran coalición. La única opción que se contempla en el eje Moncloa/Génova es un Gobierno del PP con el apoyo de Ciudadanos.
Al PSOE se le ignorará. De hecho, el planteamiento actual del equipo de campaña, encabezado por Jorge Moragas, es que el presidente en funciones sólo acuda a un debate a cuatro (PP, PSOE, Ciudadanos, Podemos). No habrá otro cara a cara Rajoy/Sánchez. Incluso se llegó a barajar como una propuesta provocadora: un debate Rajoy/Iglesias. Esa está ya desechada.
En esa polarización, en esa vuelta al eje izquierda/derecha, tanto el PP como Podemos van en busca del voto útil, contra el que el PSOE y Ciudadanos van a tener que luchar denodadamente.
Entonces, si el PP ofrece la seguridad de lo conocido y Podemos el «asalto a los cielos», ¿qué van a ofrecer PSOE y Ciudadanos?