Aznar advirtió a Fidel Castro que no podría resistir el levantamiento del embargo
(Nota publicada en El Nuevo Herald el 19 de febrero de 2015)
El ex presidente del gobierno español, José María Aznar, le advirtió a Fidel Castro en un encuentro en 1998 que el régimen cubano no podría resistir las consecuencias del levantamiento del embargo de los Estados Unidos.
“La única política que entiende Fidel Castro es la resistencia”, dijo Aznar en el evento Cuba: Perspectivas legales y de negocios organizado en Miami por la sección Internacional de la Asociación de Abogados de la Florida.
Según el ex mandatario. Fidel Castro le comunicó durante un desayuno en Portugal, en ocasión de la Cumbre Iberoamericana de 1998, su interés por reunirse con él durante un viaje a España después del evento, en el cual tenía previsto visitar Extremadura.
La reunión se realizaría en Madrid bajo una condición impuesta por Aznar: “Usted arribará a la oficina a las 6:00 pm y se marchará exactamente a las 8:00pm, no más de dos horas. Y él aceptó”, dijo el ex presidente español que, pese a haberse reunido “muchas veces con Castro”, no halló su personalidad particularmente “impresionante”.
“En esta conversación le dije: ‘Si yo fuera el presidente de los Estados Unidos, y ese no es caso, yo quito el embargo mañana por la mañana’. ‘¿De verdad?’, me dijo. ‘Sí, porque creo que es el mejor modo de promover la democracia en Cuba. Y usted sería incapaz de resistir las consecuencias de esa decisión’”, replicó Aznar.
Castro, según cuenta el político español, asintió: “Tienes razón”, concedió.
Aznar aseguró que nunca había apoyado al embargo y la Ley Helms-Burton a las que consideró “en detrimento del establecimiento de un sistema democrático” en la isla, pero tampocó apoyó el giro en la política exterior tomado por la administración de Barack Obama y consideró que sería “casi imposible” normalizar las relaciones con el actual gobierno cubano.
“No estoy opuesto a sostener conversaciones con Cuba pero la historia nos demuestra que podría ser imposible normalizar las relaciones con la Cuba de Castro”, señaló.
El ex presidente reconoció que “para los hermanos Castro este es un momento muy interesante para abrir las negociaciones debido a la situación de Venezuela” pero dijo no comprender las motivaciones de Estados Unidos, más allá de que el presidente Obama quisiera construir un “legado”.
Aznar advirtió a una nutrida audiencia de abogados cercanos al mundo empresarial y corporativo, ávidos por explorar las potencialidades de la nueva apertura, que moderaran su entusiasmo, pues “una cosa son los buenos deseos y otra los hechos” y citó la ausencia de partidos políticos, elecciones libres, libertades de expresión o incluso, empresariales en la isla.
También se refirió al caso del fallecido disidente Oswaldo Payá, quien murió en un accidente automovilístico que no ha podido ser investigado de manera independiente, y al reciente arresto de 69 miembros de la opositora Unión Patriótica de Cuba.
“No existe una reforma; los hechos son muy claros”, sentenció y agregó que “la única vía de ayudar a los cubanos y mejorar la situación es apoyar a los disidentes y la sociedad civil, y presionar para una verdadera transición que signifique una evolución hacia la democracia y al pluralismo”.
Asimismo defendió la actual Posición Común de la Unión Europea con respecto a Cuba, que él ayudo a implementar, y restó importancia a las actuales negociaciones entre UE y Cuba.
“Cuando la UE comenzó la segunda ronda de negociaciones, Castro canceló la reunión porque los miembros de EU preguntaron sobre los derechos humanos. Hay personas que dicen que la UE debe mover sus fichas, que Estados Unidos lo ha hecho, pero, ¿para hacer qué? Mi optimismo es muy limitado porque entiendo lo que quieren hacer los hermanos Castro”, destacó.