Bacardí evoca “época dorada” de Cuba al promover Havana Club a nivel nacional
La guerra del ron con Cuba, que produce su propio Havana Club, entra en una nueva fase. Bacardí afirma que es dueña de la marca y lanza una nueva campaña de publicidad.
Cuba podrá haber ganado la última escaramuza de la guerra de marcas registradas sobre quién tiene el derecho de usar la marca de ron Havana Club en Estados Unidos, pero eso no ha impedido a Bacardí lanzar su distribución nacional de la icónica marca de ron con una fresca campaña de anuncios que se remonta a la “edad de oro” de la isla.
Bacardí, que alega ser la legítima propietaria del nombre Havana Club porque lo compraron conjuntamente con la receta del ron a la familia que fabricaba el ron en Cuba antes de la revolución de 1959, planea inaugurar el miércoles su nueva estrategia de marketing con la presentación del Havana Club Añejo Clásico, un ron oscuro, y su campaña de publicidad “The Golden Age, Aged Well” (”La Edad de Oro, bien añejada”) en la Florida.
Entre los eslóganes de la nueva campaña están: “Even a Revolution Couldn’t Topple the Rum” (”Ni siquiera una revolución pudo derrocar el ron”), y “The Freedom, The Decadence, The Dazzle, The Glamour. If Only Someone Had Bottled It” (”La libertad, la decadencia, el brillo, el glamour. Si alguien hubiera podido embotellarlos”).
Durante el verano, el nuevo ron oscuro, que pasa un doble proceso de añejamiento de uno a tres años en barriles de roble, y el ron blanco Havana Club, que se destila en Puerto Rico y se embotella en Jacksonville, serán introducidos en nuevos mercados por todo Estados Unidos.
Debido al interés en todo lo cubano que ha despertado la reanudación de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, “es un buen momento de introducir a una nueva generación” a la marca, dijo Fabio Di Giammarco, vicepresidente global de rones de Bacardí. “Es un momento de gran entusiasmo para nosotros y para la franquicia de Havana Club en Estados Unidos”.
Pero con el reciente resurgimiento de los viajes de EEUU a Cuba, muchos estadounidenses ya han estado descubriendo otra versión del Havana Club, la que se destila en Cuba y se distribuye en todo el mundo a través de la asociación de Cubaexport y la fabricante francesa de bebidas Pernod Ricard.
Aunque los viajeros estadounidenses pueden comprar ahora un valor total combinado de productos de alcohol y tabaco de $100 cuando visitan la isla, el embargo contra Cuba todavía impide la venta del Havana Club cubano o cualquier otro ron cubano en Estados Unidos.
El día que se levante el embargo y que se pueda exportar el ron cubano al mercado de EEUU es lo que hace tan valiosa esa marca registrada. Bacardí y Cuba han estado batallando por esa causa durante las últimas dos décadas en los tribunales de Estados Unidos.
Cuba Ron, la compañía cubana de ron, y Pernod Ricard sostienen que el Havana Club “auténtico” se fabrica en Cuba.
“Havana Club es la verdadera bebida espirituosa de Cuba: un ron cubano genuino producido en Cuba con caña de azúcar cubana”, dijo Apolline Celeyron, portavoz de Pernod Ricard. “Si se levanta el embargo de EEUU a los productos cubanos, seremos la primera compañía en ofrecer un verdadero ron cubano a nuestros vecinos estadounidenses”.
Pero no si Bacardí puede evitarlo. Bacardí basa su reclamación al uso del nombre Havana Club en el momento a principios de la década de 1990 cuando compraron el nombre y la receta a la familia Arrechabala, quienes fabricaban el ron en Cuba entre 1934 y 1960. Cuando su fábrica les fue intervenida por el gobierno, ellos se exiliaron.
Sin embargo, los Arrechabala permitieron que su marca registrada en EEUU expirara en 1973, y, tres años después, Cubaexport la tomó y la registró con la Oficina de Patentes y Marcas Registradas de EEUU.
Tras comprar la marca registrada a la familia Arrechabala, Bacardí empezó a fabricar su propio ron Havana Club en Puerto Rico en cantidades muy limitadas, y ganó una serie de victorias judiciales contra Cubaexport y Pernod Ricard, alegando que Cuba había “obtenido fraudulentamente” la marca registrada, y que su obtención no había sido válida porque lidiaba con una propiedad que había sido confiscada ilegalmente.
Pero la situación cambió a mediados de enero, cuando la oficina de patentes renovó el registro de Cubaexport de la marca registrada Havana Club.
Ahora ambas partes están de vuelta en el Tribunal de Distrito de EEUU en Washington, D.C., peleando por la propiedad de la marca registrada, y Bacardí está reinventando su versión de Havana Club.
Bacardí pidió al tribunal que anule el registro de la marca por parte de Cubaexport y que declare a Bacardí propietaria legítima del derecho consuetudinario al nombre del Havana Club, dijo Rick Wilson, vicepresidente principal de asuntos exteriores y responsabilidad corporativa de Bacardí. El derecho consuetudinario, dijo, “en su mayor parte se basa en el uso”.
Y es así que el Havana Club de Bacardí está siendo lanzado a nivel nacional.
El nuevo empaquetamiento a la antigua incluirá el escudo de armas de la familia Arrechabala, el cual se usó en el envase y la publicidad del ron familiar a partir de 1934, y un retrato del fundador de la compañía.
“Estamos extremadamente conmovidos por el nuevo envase y la nueva dirección de Havana Club en EEUU”, dijo José “Pepo” Arrechabala, bisnieto del fundador José Arrechabala Aldama. “Nuestra familia quedó muy decepcionada después del exilio forzado de Cuba, y siempre ha sentido la necesidad de que se nos haga justicia por lo que se hizo a nuestros antepasados. Sentimos que la labor de toda su vida continúa viviendo a través de esta renovación de la marca Havana Club, y es algo de lo que todos podemos estar verdaderamente orgullosos”.