Bachelet y Velasco se reencuentran y reflexionan sobre qué necesita la centroizquierda para ganar elecciones
El ex ministro de Hacienda y la ex Presidenta coincidieron en el foro «Life After COVID-19: challenges and policy response», organizado por el London School of Economics and Political Science, del que Velasco es decano. El ex jefe de las finanzas públicas durante el primer gobierno de Bachelet preguntó qué debía hacer la centroizquierda para convertirse en una opción atractiva a la salida de esta crisis. «La centroizquierda necesita conectar más con la gente y sus preocupaciones reales. Necesitamos abrir espacios para nuevos líderes», dijo la actual alta comisionada de la ONU para los DD.HH., en un panel con otros ex dignatarios.
Casi una hora había transcurrido desde el inicio del foro Life After COVID-19: challenges and policy response,organizado por el London School of Economics and Political Science, cuando su decano Andrés Velasco informó que la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, debía retirarse. Velasco, ministro de Hacienda durante la primera Presidencia de Bachelet y quien hacía las veces de moderador del panel, le hizo una última pregunta -tomada de la audiencia- sobre los liderazgos femeninos post Covid-19. Bachelet responde y luego retoma una interrogante hecha por el decano a otro panelista sobre las oportunidades de la centroizquierda de alcanzar el poder.
“Creo que antes del Covid-19 se estaba viviendo una crisis de legitimidad de partidos políticos, instituciones políticas y en algunos lugares de todo tipo de instituciones: parlamentos e incluso policías y fuerzas de seguridad”, comienza la ex Mandataria. Continúa: “La centroizquierda necesita conectar más con la gente y sus preocupaciones reales, que los ciudadanos no sientan que los políticos están en el limbo, discutiendo temas que a ellos no les interesan. Necesitamos abrir espacios para nuevos líderes”.
De esta manera la Alta Comisionada para los DD.HH. retomó una idea que viene repitiendo desde hace más de un mes, cuando el 21 de mayo participó en el ciclo de charlas que organiza la Fundación Horizonte Ciudadano, que fundó en 2018, llamado #ConversaCiudadana. Desde entonces, al negarse a una tercera candidatura presidencial, Bachelet ya había argumentado que “la democracia exige nuevas caras, que no quiere decir que sean caras jóvenes, pero nuevas caras”.
Esta vez en el panel del LSE, recordó que las masivas protestas en las calles que se han visto recientemente han sido lideradas por jóvenes, mujeres y movimientos sociales. “Debemos estar en contacto con los temas que para las personas son importantes ahora: cambio climático, tecnología… Necesitamos nuevos tipos de liderazgos -insistió- y no necesariamente nuevos líderes, sino un nuevo tipo de líder que realmente conecte con las personas, porque las personas están defraudadas de los partidos”.
La ex Mandataria además apuntó que en algunos casos la gente ya no nota la diferencia entre la centroizquierda y la derecha o centroderecha por la similitud de las políticas que implementan. Por lo tanto, afirmó, el Covid-19 es la oportunidad para instaurar una “nueva economía”, también para cambiar el modo en que se está practicando la política, de manera que sea más aceptable para los ciudadanos.
Al cerrar esta intervención, y para despedirla, Velasco le manifestó que se enorgullecía de haber sido parte de su gabinete en 2006 y le agradeció por recordar que la falta de confianza en las instituciones es un gran problema tanto en países ricos como pobres.
La pregunta que Bachelet respondió estuvo originalmente dirigida a Matteo Renzi, quien fue el Primer Ministro de Italia desde febrero de 2014 hasta diciembre de 2016. En el panel además se encontraban Helen Clark, quien sirvió tres términos sucesivos como Primera Ministra de Nueva Zelanda entre 1999 y 2008; Kevin Rudd, Primer Ministro de Australia de 2007 a 2010, y luego en 2013; y Minouche Shafik, directora del London School of Economics and Political Science.
Mientras Renzi contestaba, Bachelet tomaba algunas notas. El ex primer ministro italiano, por su parte, se refirió a que no hay una centroizquierda, sino dos izquierdas, una representada por “su amigo” Joe Biden y la otra por Bernie Sanders.
Bachelet: “Necesitamos una nueva economía”
Habría sido Velasco quien invitó a Bachelet a participar en la serie de eventos online organizados por LSE para debatir el desafío que representa para las ciencias sociales el coronavirus. Es recordado por haber sido una de las figuras mejor evaluadas del primer mandato de la actual Alta Comisionada para los DD.HH., y más recientemente por la polémica que hubo en Ciudadanos, el partido que fundó en 2013 y que primero se conoció como el movimiento Fuerza Pública, tras las elecciones internas de la colectividad en agosto de 2018.
Esos comicios terminaron con la renuncia a la tienda de un grupo de sus militantes, encabezados por otro de los fundadores, Juan José Santa Cruz, hubo acusaciones de fraude y, aunque finalmente se determinó que la victoria fue de la lista Puertas Abiertas que tenía a Santa Cruz como cabeza, la presidencia del partido igual quedó en manos de la abogada María Ignacia Gómez -respaldada por Velasco- ante la desbandada de los representantes de la lista ganadora.
Los roces entre ambos bloques se profundizaron durante la campaña presidencial de 2017, cuando militantes como el mismo Santa Cruz, Sylvia Eyzaguirre, Sebastián Sichel, Patricio Artiagoitía, entre otros, respaldaron al entonces candidato Sebastián Piñera. Apoyo que Velasco y su sector descartaron realizar.
El ex ministro está radicado desde finales de 2018 en Europa, luego de asumir como decano del Instituto de Políticas Públicas del London School of Economics.
Durante una de sus intervenciones como moderador, Velasco manifestó estar de acuerdo con que la crisis causada por el coronavirus, llegado el tiempo de la recuperación, representa una oportunidad para la centroizquierda, fue entonces que hizo la pregunta a Renzi alegando el auge de los gobiernos populistas y preguntó al italiano acerca de qué podía hacer la centroizquierda para asegurarse de convertirse en una opción atractiva a la salida de la crisis.
Durante su primera intervención, Bachelet subrayó que la pandemia se ha convertido en un reto para la sociedad, los gobiernos y “nosotros mismos, testeando nuestro liderazgo o falta de él” y apuntó que en aras de derrotarla son necesarias acciones coordinadas e innovadoras.
Otro de los puntos en los que la Alta Comisionada viene insistiendo desde mayo, y que ratificó en el seminario de ayer, es en la necesidad de instaurar una “nueva economía”. El mes pasado durante una conferencia virtual organizada por la Asociación de Corresponsales Acreditados ante Naciones Unidas en Ginebra dijo que “el actual sistema económico no funciona porque produce grandes desigualdades”, por tanto “al momento de construir la recuperación debemos pensar en una nueva economía que sea inclusiva y sostenible”.
Ayer, en el foro del LSE apuntó: “Necesitamos una nueva economía, que sea inclusiva, sustentable, con enfoque de género, y es muy importante incluir el tema ambiental. Tenemos que continuar trabajando en el cambio climático porque 70% de las enfermedades emergentes provienen de animales. Soy médico, así que trato de entender estas cosas. El ébola, sars, mers, y ahora Covid-19 son zoonosis virales. Así que si no respetamos la naturaleza y la biodiversidad, solo vamos a tener más y más pandemias en el futuro. Tenemos que usar esta oportunidad para repensar cómo será la recuperación, manteniendo las cosas buenas, pero mejorando muchas cosas que están mal”.
En cuanto a la recuperación y el área en la que se desenvuelve actualmente destacó que esta también es una crisis de DD.HH., por lo tanto los esfuerzos de recuperación solo serán efectivos, dijo, poniendo los Derechos Humanos al frente y en el centro, haciendo de la vacuna un bien público global.
La ex Presidenta destacó que el retorno a la normalidad no implica regresar al día inmediatamente anterior al inicio de la pandemia, pues para entonces había protestas y conflictos en todo el mundo. Detalló que el año pasado hubo 80 países con manifestaciones de calle, “incluyendo mí país”, en protestas contra el sistema económico, la pobreza, la discriminación, desigualdades, y hasta debido a la corrupción de algunos gobiernos.
“Quiero enfocarme en las desigualdades y la estructura social porque creo que el Covid 19 esta exponiendo los efectos dramáticos de décadas sin invertir en salud pública, saneamiento, protección social, alojamientos, porque es cierto: el virus no discrimina, pero afecta desproporcionadamente a ciertos grupos”, aseveró. Por tanto, invitó a que al pensar en la recuperación se consideren factores como la discriminación por edad, género, raza, estatus migratorio, orientación sexual, discapacidad o situación de salud.
El 19 de junio pasado, Bachelet envió un video a otro foro virtual organizado por la Fundación Horizonte Ciudadano, para lanzar “la primera red ciudadana de calidad del aire para la infancia”, en el que estuvieron también invitadas la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, y de la Defensora de la Niñez, Patricia Muñoz.