Cultura y Artes

Beatriz Pineda Sansone – El Arte: mensajero de armonía

Cuenta Hesiodo que, en las bodas de Cadmos y Armonía celebradas en Tebas, las Musas cantaron en honor de los novios estos versos coreados, inmediatamente, por los presentes: “El que es bello es amado, el que no es bello no es amado”. Estos conocidos versos fueron repetidos con frecuencia por poetas posteriores y expresan en cierto modo la opinión general sobre la belleza entre los antiguos griegos.

La apreciación de lo bello propicia la comprensión del bien. El Arte se dirige hacia el alma inquieta, haciendo entrar el yo en comunicación de armonía con el exterior. La emoción artística crea un lazo poderoso entre todos aquellos que la experimentan. Una común admiración acerca a los hombres, con mayor fuerza que los intereses materiales más directos.  El Arte tiene, pues, una misión religiosa en el sentido más elevado de la palabra, expresó Oswald Wirth (2021). La misión del Artista es ser el intérprete de lo Bello, y nos revela el Ideal, es decir, la realidad subjetiva que está en nosotros y que nosotros deseamos objetivar.  Ahora bien, es preciso distinguir el pensamiento del acto y éste, a su vez, del sentimiento al que va unido.

El tema de la belleza fue elaborado por Sócrates y Platón, el primero quiso legitimar en el plano conceptual la práctica artística, distinguiendo al menos tres categorías estéticas distintas: la belleza ideal, que representa la naturaleza a través de una composición de las partes; la belleza espiritual, que expresa el alma a través de la mirada y la belleza útil o funcional.

De la postura de Platón nacerán las dos concepciones más importantes de la belleza que se han elaborado a lo largo de los siglos: la belleza como armonía y proporción de las partes -derivada de Pitágoras-, y la belleza como esplendor, expuesta en el Fedro, que influirá en el pensamiento neoplatónico. Para Platón, la belleza tiene una existencia autónoma, distinta del soporte físico que, accidentalmente, la expresa; no está vinculada, por tanto, a uno u otro objeto sensible, sino que resplandece en todas partes.

La belleza, expresa Umberto Eco (2004), no corresponde a lo que se ve. La fealdad externa de Sócrates era célebre, pero su belleza interior, en cambio, resplandecía. No a todos les es dado pues, captar la verdadera belleza. En compensación, el arte propiamente dicho es una aparente copia de la auténtica belleza.

Para construir es necesario saber lo que queremos edificar y, por tanto, fijar de forma definitiva en nuestro espíritu la imagen del futuro edificio, y tal es la tarea de la Sabiduría. Más adelante, valiéndonos de la Fuerza que ejecuta construiremos materialmente, sin olvidarnos tampoco de la Belleza, sin la cual el oficio no podrá alcanzar el rango de arte. El anhelo que el artista siente hacia lo Bello es lo que lo caracteriza. Nada podría lograr sin su enamoramiento de la Belleza. La belleza es colaboración mutua entre las cosas, por lo que se puede considerar ”bella” la acción reciproca de las piedras que, sosteniéndose y empujando mutuamente, sustentan sólidamente el edificio.

 

 

Mi nombre es Beatriz Pineda Sansone. Nací en la ciudad de Maracaibo, Venezuela. De niña era inquieta, llena de arrojo. Admiraba a nuestro Arturo Uslar Pietri, quien conducía el programa televisivo Valores Humanos. Su ejemplo ha sido mi norte. Gracias a mis hijas he realizado grandes aventuras a favor de los niños. Creé el Taller Literario Infantil Manzanita que devino en Fundación en 1985. Más tarde, con motivo del nacimiento de un nuevo diario en Maracaibo, fundé Azulejo, el periódico de los niños del diario La Verdad –primera etapa-. Extendí el Programa La Hora del Cuento a centros de arte, museos, universidades, colegios y McDonald’s Padilla de la ciudad con el fin de cultivar en los niños el amor por la lectura, y todas sus destrezas cognitivas, afectivas y psicomotoras.

Más tarde, en 1996, obtuve el título en Filología Hispánica con el premio Summa Cum Laude en la Universidad del Zulia. Cursé estudios de postgrado (2000-2003). Me convertí en articulista de los diarios venezolanos Economía Hoy, Panorama y El Universal.

Soy autora de: Las Memorias del Maestro Ramiro (1979); Desde otro rayo (1992). Universidad del Zulia; Los ojos de la montaña (2011). Entrelíneas Editores, España; La Hora del Cuento. Enseñar a razonar a los niños a través de la lectura de cuentos (2015). Ediciones de la Torre, España; El Principito y los Ideales. Defensa de la libertad, del amor y del razonamiento (2017). Editorial Verbum, España; La Aventura nunca imaginada de un lápiz (2018). Fundación editorial el Perro y la Rana. Venezuela; Una niña de mi edad (2019). Editorial Tandaia, España. Malika, la más pequeña de la manada (2021). Europa ediciones. Roma.

En la actualidad desarrollo una intensa labor a favor de la lectura a través de las redes sociales: @beapinpaz.escritora, los chats Aventuras Literarias y Café Lectura. 

 

 

 

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