Beatriz Valdés: ‘La única alternativa para los cubanos es irse, y eso es muy doloroso’
La reconocida actriz cubana conversa con DIARIO DE CUBA sobre su carrera artística en Miami y sus proyectos.
A pesar de tener una extensa carrera en cine, teatro y televisión, y de haber triunfado no solo en Cuba, sino también en Venezuela y en EEUU, Beatriz Valdés siempre será la bella del Alhambra. Como a tantos exponentes de la cultura de la Isla que hoy radican lejos ella, Cuba le sigue doliendo.
«Duele la precariedad económica, la falta de oportunidades, la destrucción de la ciudad por falta de mantenimiento. Duele que cada vez la gente deposite su esperanza de vida dejando el país, y que pasan los años y, lejos de abrirse oportunidades económicas para que el país se pueda desarrollar, la única alternativa sea irse. Eso es lamentable, terrible, muy doloroso», dice la actriz cubana en entrevista con DIARIO DE CUBA.
Valdés ahora vive en Miami. Antes residió en Venezuela, país del que, según ha dicho en varias entrevistas, se fue sin querer hacerlo. Para esa segunda emigración escogió la ciudad estadounidense por una razón práctica. Telemundo le ofrecía un contrato para una telenovela, lo que le aseguraba una estabilidad profesional, económica, y familiar.
«Venía muy arraigada con Venezuela y, lamentablemente, eso se desconfiguró, no solamente para mí, sino para todos en el país, los colegas, con los canales cerrados, con la escasez de producción, no había oportunidades de trabajo, y todos tuvimos que movernos. Yo corrí con la suerte porque comencé con un personaje muy importante en Santa Diabla. Fue una oportunidad de oro para mí», recuerda Valdés.
Han pasado más de 11 años desde entonces y Beatriz Valdés no ha parado de trabajar. Su más reciente aparición en escena ha sido con la obra de teatroEnemigas íntimas, dirigida por Yusnel Suarez, en la que comparte tablas con Susana Pérez, Irela Bravo y Verónica López. A Beatriz Valdés no le pega eso de que Miami es el cementerio de los artistas.
«Las etiquetas son afines a cualquier circunstancia que pase por el criterio y la imaginación creadora de un ser humano. En el caso de mi oficio, es muy difícil en cualquier lugar, y aquí más, porque las oportunidades escasean muchísimo, en tanto que ya aquí no hay producción dramática. Aquellos que vivimos de la televisión durante tantos años, que hicimos cine en nuestros países, que hicimos teatro, cuando llegamos a Miami, tenemos que depender de las características y los intereses de este lugar, y hay que tener paciencia, imaginación, ímpetu y hay que atreverse a empezar a caminar de nuevo. Cuando emigras llegas a un lugar y llegas a empezar de cero».
La actriz cubana ha entendido el ritmo de la ciudad y sus dinámicas culturales. No solo ha actuado, también ha dirigido cuatro espectáculos. Asimismo, abrió una fundación sin ánimo de lucro para enseñar la profesión.
«No he parado de trabajar, pero eso no significa que no tuviera lagunas de tiempo sin hacer nada. Esos son los momentos en que hay que ser creativo, proactivo y hay que diseñar proyectos personales y proyectos en conjunto para poder siempre vincularse al arte y a la cultura«.
Al cierre del mes de abril habían llegado a EEUU 17.870 migrantes cubanos.Con esta cifra ascienden a 556.561 los nacionales de la Isla que han llegado desde diciembre de 2021, cuando Nicaragua eliminó el requisito de visa para los cubanos y se inició la actual crisis migratoria. Desde entonces, y aunque este no es un fenómeno nuevo, no han sido pocos los artistas que decidieron asentarse fuera. No es casual ver en Miami a muchos de ellos.
«La ciudad se ha ido nutriendo de todas las culturas que están juntas aquí. Hay un movimiento teatral que está empujando la precariedad teatral que tuvo en una época Miami. Se hacen muchas proyectos de microteatro, eso ha permitido pequeños espacios para muchos profesionales de las artes escénicas que han podido encontrar oportunidades. Hay una maquinaria que está inyectándose de una manera muy interesante».
Valdés prepara un proyecto personal que juntará a creadores de sus «dos países: Cuba y Venezuela».
«Ha sido extraordinario explorar nuestra memoria, nuestra cultura y compartirla con los venezolanos que están aquí. Yo estoy muy apegada a Venezuela. Siento que Cuba y Venezuela están arraigadas de una manera tan profunda, que es tan sencillo como inevitable. Estar dividida por esas dos culturas tan poderosas, me hace sentir que me multiplico, que tengo mucha más riqueza, que tengo una fuente de afecto cada vez más nutritiva y soy muy privilegiada por eso».