Bolsonaro retrocede y acata la decisión del Tribunal Supremo para dar cifras del coronavirus
Brasil es ya el epicentro de la pandemia en América Latina.
Jair Bolsonaro durante los últimos fines de semana ha desafiado las medidas de confinamiento. Se ha reunido con sus seguidores para protestar contra el Congreso y el Tribunal Supremo. Ayer martes, en otro capítulo de su pulso político con el resto de poderes, el presidente terminó acatando una decisión judicial y restituyó la data oficial sobre el Covid-19.
El Tribunal Supremo de Brasil determinó, la noche del lunes 8 de junio, que el Gobierno Federal debe seguir consolidando y difundiendo las cifras globales sobre el coronavirus, en un momento en que este gigantesco país pasó a ser el epicentro de la pandemia en América Latina.
El magistrado Alexandre de Morais dictaminó que los datos totales del Covid-19 deben ser incluidos en los boletines diarios del Ministerio de Salud. A su juicio, la difusión de información es «imprescindible dentro de la administración pública», según la Constitución vigente y esto cobra más vigencia frente a la «gravedad de la emergencia».
Horas después del fallo, la Administración Bolsonaro retrocedió en su polémica decisión y retomó el esquema de totalización y difusión con el que venía trabajando. Bolsonaro pretendía que solo se contabilizaran fallecidos y contagios detectados en las últimas 24 horas en Brasil, sin incluir el acumulado de casos anteriores.
Durante el fin de semana le llovieron las críticas por esta decisión, tomada junto a otras no menos polémicas decisiones, tales como reevaluar la presencia de Brasil en la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la adopción gubernamental del fármaco cloroquina (para el tratamiento de la malaria) en el combate contra el coronavirus.
La situación produjo una situación inédita como fue la creación de un pool entre los principales medios de comunicación, usualmente enfrascado en disputas comerciales e informativas, para llevar un conteo independiente sobre el avance del coronavirus.
«La misión del periodismo es informar. A pesar de la disputa natural entre medios, el momento actual de pandemia exige un esfuerzo para que los brasileños tengan el número más correcto de contagiados y fallecidos», anunciaron los medios brasileños Estadão, G1, O Globo, Extra, Folha de Sao Paulo y el portal UOL.
Incluso la OMS terció en la controversia. «Brasil necesita entender dónde está el virus y cómo controlar los riesgos. La OMS espera que la comunicación sea consistente y transparente», dijo uno de sus voceros.
Brasil es el segundo país del mundo con más contagios y el tercero con más muertos. Este martes ha sumado 1.272 fallecidos y 32.000 nuevos casos, según el Ministerio, al retomar la difusión de cifras.
La epidemia en Brasil ha matado, al menos, a más de 38.000 personas e infectado a más de 730.000. Es el más afectado de los países de América Latina, ahora epicentro del Covid-19.
De acuerdo con medios brasileños, Bolsonaro ha sacado rédito de la presencia de un general sin experiencia sanitaria, Eduardo Pazuello, a quien ha mantenido de forma interina al frente del Ministerio de Salud, tras la renuncia en un lapso de escasas semanas de dos ministros y del responsable de la dirección de Epidemiología.
De hecho, el paquete de decisiones polémicas tales como negar información, amenazar a la OMS o el uso de la cloroquina, según medios respetados como Folha de Sao Paulo, solo han sido posible debido a que no hay un experto en Salud Pública al frente de ese ministerio.
Wanderson de Oliveira, uno de los altos cargos que salió del Ministerio de Salud en plena pandemia por las presiones de Bolsonaro, ha asegurado que es la primera vez que Brasil vive un apagón informativo de este tipo, desde que en 1975 se creó el sistema de vigilancia epidemiológica después de que la dictadura intentara ocultar un brote de meningitis.