Boric: la “bestia negra” del Partido Comunista
El frenteamplista se ha convertido en una carta difícil de derrotar para los comunistas, pese a que con él se han enfrentado sus rostros más populares del último tiempo: Camila Vallejo en la elección de 2011 de la FECH y Daniel Jadue en la primaria del 18 de julio.
El amplio triunfo de Gabriel Boric y el Frente Amplio en las primarias presidenciales fue una sorpresa para muchos, pero para el Partido Comunista fue un recordatorio de lo que había pasado una década atrás, en menor escala, en los gobiernos universitarios.
Tras la toma a la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, que se extendió durante 40 días en 2009, y que fue impulsada por un veinteañero Boric, su nombre se hizo conocido y su liderazgo creció. En 2010 fue electo senador universitario y tuvo un rol clave en el movimiento estudiantil de 2011 como uno de los voceros de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech). Sin embargo, la figura política más importante de ese año fue Camila Vallejo (PC)
La entonces presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) y principal vocera de la Confech durante las movilizaciones tenía un liderazgo y popularidad que la llevó a aparecer en las principales portadas de los diarios y a ser reconocida a nivel internacional, pero eso no le alcanzó para mantener su cargo como presidenta de la FECH.
Las elecciones de 2011 actuaban como un plebiscito sobre Vallejo. La líder de las Juventudes Comunistas postulaba a su reelección para el 2012 como representante del partido que llevaba dos períodos a cargo de la FECH. Fue Gabriel Boric, entonces militante de la Izquierda Autónoma, quien le propinó el primer golpe al Partido Comunista, venciendo a Vallejo en su año más popular, con una diferencia de tan solo 189 votos.
El movimiento escolar y universitario fue el puntapié inicial para que varias fuerzas de izquierda externas al PC se alzaran. Algunas de ellas fueron el Frente de Estudiantes Libertarios, la Unión Nacional Estudiantil y la Izquierda Autónoma, quienes un par de años después conformaron el Frente Amplio. Según un informe realizado por el Instituto Res Pública en exclusiva para El Líbero, los Autonomistas, movimiento liderado por Boric, eran aquellos que representaban las ideas anticapitalistas, que incluyen la autogestión y democracia participativa-radical de los territorios y serían una de las principales corrientes del Frente Amplio. Desde ese triunfo del actual FA, ninguna carta comunista pudo retomar la presidencia del máximo órgano estudiantil de la Universidad de Chile. Una historia que se repitió en otras federaciones como en la de la Universidad de Santiago.
El historiador Alejandro San Francisco señala que los Autonomistas y las Juventudes Comunistas tenían como principal diferencia que el PC es un partido histórico y más vertical, con una presencia muy clara en la historia de Chile, en cambio la Izquierda Autónoma tiene vida después de 1990. “Se forman de manera más horizontal y junto con ser una reacción contra la Concertación, también se quieren diferenciar del PC, no quieren estar bajo su eje, sino competirles y tratar de disputarles el poder en las organizaciones”, dice.
Desde esa premisa explica que Boric tiene un doble carácter. “Por un lado, es la bestia negra del PC, ya que le gana a la principal dirigente estudiantil y al principal candidato presidencial que ha tenido el PC” y por otro, asegura que “Boric y el FA superaron a las dos izquierdas presentes en Chile: al PS y al PC”. Un triunfo que describe como “extraordinario y lo más novedoso que hay en política chilena en los últimos años”.
Diez años después de la derrota de Vallejo, Gabriel Boric, diputado de Convergencia Social e inscrito por la coalición del Frente Amplio como candidato presidencial luego de conseguir más de 24 mil firmas en el Servel, fue el vencedor del pacto Apruebo Dignidad, donde competía contra el abanderado comunista, Daniel Jadue.
Con un 60% de los votos, más de 1 millón de respaldos y triunfando en todas las regiones del país, Boric le dio el segundo golpe al PC, venciendo al candidato mejor aspectado en todas las encuestas publicadas previo a la elección del domingo 18 de julio. De acuerdo con San Francisco, ambos triunfos demuestran la importancia de estos nuevos movimientos -el Autonomista en la universidad y el Frente Amplio en la política superior- como “alternativa distinta y superior en la izquierda en términos electorales”.
La segunda -y más reciente- derrota reabrió las heridas que quedaban desde 2011 y generó nuevas tensiones. Así, la “luna de miel” que había comenzado el 18 de julio cuando Jadue le dio su apoyo a Boric, duró menos de una semana.
Tercer round en el Congreso y en la Convención
“Vamos a estar con todas las fuerzas hasta el último día”, le dijo Jadue a Boric al entregarle su apoyo tras asumir la derrota. Desde ese día la tensión en el bloque solo ha crecido, el apoyo se ha puesto en duda y hasta amenazas de “privilegiar otras alianzas” se han lanzado.
En el Congreso tampoco han actuado alineados. Este jueves se votó un proyecto de resolución presentado por la UDI para solicitar al Gobierno medidas y asignación de recursos en beneficio de las pymes dañadas y saqueadas durante el estallido social del 18 de octubre. La propuesta se aprobó por 72 votos a favor, 29 en contra y 20 abstenciones y estuvo marcado por el rechazo en bloque de 6 diputados del PC y 7 del FA. Entre quienes se abstuvieron hubo algunos “díscolos” de ambos partidos de Apruebo Dignidad, entre ellos Gabriel Boric, quien recibió críticas del oficialismo por no dar su apoyo al proyecto.
Pero la crisis mayor entre ambos partidos del bloque se desencadenó en la Convención Constitucional. Esta semana los convencionales debieron presentar las inscripciones para ocupar las nuevas siete vicepresidencias que integrarían la mesa y desde el PC acusaron a sus socios del FA de no brindarle los 11 patrocinios que necesitaban para alcanzar uno de los cupos disponibles. Fue el tercer golpe que el Partido Comunista no dejó pasar inadvertido.
A pesar de que el FA no buscó una vicepresidencia para ellos, debido a la cercanía de Jaime Bassa con el conglomerado, y que el Partido Comunista se quedó con Isabel Godoy, representante del pueblo Colla y cercana al PC, las recriminaciones en redes sociales no tardaron en llegar.
El excandidato presidencial, Daniel Jadue, fue uno de los que criticó a sus aliados del Frente Amplio. A través del programa en Facebook, “Sin Maquillaje”, el alcalde de Recoleta dijo: “Cada vez que se violan las confianzas se dificulta que lleguemos a puerto con un gobierno exitoso”. Y advirtió: “Si el FA privilegia a otra alianza y la pone primero para la toma de decisiones, nosotros nos podemos llegar a sentir en libertad de acción”.
Se sumaron a las críticas personeros comunistas como la diputada Carmen Hertz y el dirigente Juan Andrés Lagos, quienes calificaron lo sucedido en la Convención como una “exclusión del PC” y aseguraron que “el pacto Apruebo Dignidad no es un decorado”.
Desde el FA intentaron calmar los ánimos. Beatriz Sánchez sostuvo que “trataría de no traer a la Convención discusiones que no tienen que ver con la Convención”. Boric, a través de su cuenta de Twitter, aseguró que “Apruebo Dignidad es la base de nuestro futuro gobierno transformador para Chile(…)Las diferencias que tengamos hay que abordarlas con respeto y altura de miras. Es mucho más lo que nos une”.
Sin embargo, la amenaza de “libertad de acción” lanzada por Jadue, viene a confirmar las sospechas de que el Partido Comunista competiría con una lista parlamentaria propia, sin la participación del Frente Amplio. El riesgo planteado, fuera de micrófono, es que la propuesta parlamentaria del Partido Comunista podría incluir a los candidatos de la Lista del Pueblo que participarían por un cupo en el Congreso.
La decisión todavía no se confirma, pero competir en listas separadas en las elecciones parlamentarias de noviembre podría significar el quiebre total en el pacto protagonizado por Boric y Jadue.