Calviño: «Tenía apalabrados al menos 10 votos en el Eurogrupo, pero algún ministro cambió de idea»
La vicepresidenta evita hablar de "traición" y recuerda que el sufragio era secreto y telemático
La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital, Nadia Calviño, aseguró este viernes que España «tenía apalabrados al menos 10 votos» con primeros ministros y ministros de Economía de la eurozona que parecían garantizar que el pasado jueves iba a ser nombrada presidenta del Eurogrupo. “Es evidente que uno de ellos no hizo lo que se había comprometido a hacer”, dijo Calviño en una rueda de prensa telemática tras la videoreunión del consejo de ministros de Finanzas de la Unión Europea, el Ecofin.
Antes que eso, en declaraciones previas en RNE, la SER y Onda Cero, la ministra había evitado hablar de “traición” y había dicho que, puesto que la votación en el Eurogrupo (celebrado este jueves) es secreta y telemática, «es imposible saber (quién cambió el voto), no merece la pena especular. Pasemos página”, añadió. El hecho es que el ministro irlandés de Finanzas, el conservador Paschal Donohoe, vinculado al Partido Popular Europeo (PPE) se hizo con el puesto al que aspiraba España, a través de la candidatura de Calviño.
«Partíamos con importantes desventajas porque hay una mayoría de gobiernos del Partido Popular en Europa, porque ya veníamos de una Presidencia de un país, no sólo del Sur, sino de un país hermano; nunca ha habido una Presidencia de un país grande precisamente porque el sistema de voto da más peso a los países pequeños, por no hablar de que soy la única mujer en esa mesa», argumentó Calviño en sus declaraciones radiofónicas.
En la rueda de prensa, Calviño explicó que este mismo viernes había recibido una llamada del ministro de Economía de Irlanda y nuevo presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, para ofrecerle su colaboración y la ministra agradeció el “enfoque transversal” propuesto por el Irlandés. “No creo en una Europa basada en clubes, prejuicios ni etiquetas, porque, además o responde a la realidad”, afirmó Calviño.
La vicepresidenta económica agradeció “a título personal e institucional” el apoyo recibido para su candidatura para el Eurogrupo “por países que representa más del 80% del PIB y de la población europea” y lo valoró “como una muestra de apoyo a nuestro país por parte de distintas familias políticas”, representadas en países como Alemania, Francia, Italia, Portugal o Grecia. El día después de haber sido derrotada, “este es el mensaje más importante”, eligió.
Fondo de reconstrucción
Desde el punto de vista de la vicepresidenta Calviño, el revés sufrido por España en la carrera por el Eurogrupo no debería prejuzgar la difícil negociación europea sobre el diseño del futuro Fondo de Reconstrucción. “La negociación va a ser muy complicada”, admitió, “pero igual de complicada hoy que ayer”.
La vicepresidenta evitó valorar la propuesta del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, de condicionar el acceso al futuro Fondo de reconstrucción por parte de cada país al cumplimiento de las reformas marcadas desde la Comisión Europea. Esto, en el caso español, este planteamiento podría llevar a la exigencia de mantener la reforma laboral del PP. Pero la vicepresidenta evitó pronunciarse sobre una propuesta que, según dijo, aún no conocía en detalle y que, en todo caso, estaba compuesta por diferentes elementos. “Lo analizaremos y veremos cuál es la posición de nuestro país”, dijo.
Cláusula de escape del Pacto de Estabilidad hasta el 2022
En la reunión del jueves, además, los ministros de Finanzas de la eurozona acordaron mantener una política fiscal “expansiva” en los presupuestos nacionales para el próximo año.
Además, según Calviño, lograron cierto nivel de acuerdo en torno a la propuesta del Consejo Fiscal de mantener activa la cláusula de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) “hasta el momento en que se recupere el nivel de PIB del 2019”. De acuerdo a esto, las reglas presupuestarias en torno a unos objetivos de déficit del 3% del PIB, una deuda del 60% del PIB o una determinada exigencia anual de ajuste estructural podrían quedar en suspenso al menos hasta ese momento, que las distintas previsiones sitúan en el entorno del 2022. “Pero esto aun no está cerrado. La Comisión Europea debe reflexionar sobre esta cuestión”, ha adelantado la vicepresidenta.