China veta a Pelosi y suspende los contactos a nivel militar, judicial y climático con EE.UU.
El Gobierno del gigante asiático se escuda en aplicar la ley como respuesta a las acciones «provocativas», así como a las interferencias de Pelosi
La ciudad china de Xiamen permanece inmersa en su rutina veraniega, ajena en apariencia al extraordinario hecho de que, unos pocos kilómetros mar adentro, el Ejército lleve a cabo las mayores maniobras militares de su historia alrededor de Taiwán. Mediante esta operación, el régimen pretende castigar a la isla por acoger esta semana a Nancy Pelosi, protagonista de la visita oficial más importante allí en un cuarto de siglo.
En la segunda jornada de estos ejercicios, que se extenderán hasta el domingo, China ha movilizado 13 naves y 68 aviones de combate, parte de los cuales han franqueado la línea mediana del estrecho, según ha informado el Ministerio de Defensa taiwanés. El gigante asiático mantiene así la presión después de que sus tropas impusieran este jueves un bloqueo de facto de la isla, sobre la que dispararon 11 misiles balísticos que cayeron en sus proximidades.
En uno de los puertos más cercanos, no obstante, comentan la noticia con desgana. «Es lo que hay que hacer», apunta parco en palabras el señor Chen, ocupado en soltar las amarras de su pequeña embarcación para salir a navegar por el litoral de Xiamen.
Tras advertencias disuasorias seguidas de denuncias enfurecidas, China ha tomado este viernes las primeras acciones específicas contra Estados Unidos. Estas incluyen la cancelación o suspensión de ocho ámbitos de cooperación en materia de cambio climático, narcotráfico, investigaciones criminales, repatriación de inmigrantes ilegales y otros foros de diálogo militar.
El Ministerio de Exteriores chino ha anunciado también la imposición de sanciones personales contra Pelosi y sus familiares. Estas responden a la actuación «agresiva» y «provocativa» de la presidenta de la Cámara de Representantes, según ha señalado el organismo por medio de un comunicado oficial, sin desvelar más detalles respecto a la consecuencia de las mismas. «A pesar de las serias preocupaciones y la firme oposición de China, Pelosi insistió en visitar Taiwán, interfiriendo seriamente en los asuntos internos de China, socavando la soberanía e integridad territorial, pisoteando la política de ‘Una China’ y amenazando la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán», sentenciaba el documento.
La tercera autoridad de EE.UU. ha concluido su gira asiática con una última parada en Japón, uno de sus mayores aliados en la región. Allí, ella y el primer ministro Fumio Kishida han reiterado su compromiso común de mantener la estabilidad en el estrecho de Formosa y un Indo-Pacífico «libre y abierto». En Xiamen, mientras tanto, la silueta de los barcos militares solo se intuye en el horizonte, y agosto continúa.
