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Chitty La Roche: A México y a otras quimeras

He renunciado a ti. No era posible. Fueron vapores de la fantasía; son ficciones que a veces dan a lo inaccesible una proximidad de lejanía

Andrés Eloy Blanco 

Vuelve el perro y salta el cuero, se oye decir en el coloquio más popular y otra vez, se rumorea, aunque aún no se confirma, que otra ronda de negociaciones tendría lugar en Ciudad de México o tal vez se muden en un salto turístico vistoso a París, entre los opositores que generosamente escogió el régimen, cada día menos republicano y más sátrapa, por cierto.

Si mis cuentas son buenas, será la duodécima ocasión que se encaran en supuesto diálogo los unos y los otros, lamentablemente siempre monológico y no dialógico, por cierto.

Han sido a la postre las anteriores experiencias falaces, incumplidas o desconocidas por parte de los “dignatarios” y con poca o ninguna efectividad para los intereses democráticos y pluralistas que pudieran visualizarse y, valga la ironía o el sarcasmo según se vea, esto tampoco está fácil de detectar y más aún, de creer.

Así como Maduro declaró la navidad sin cumplir con los compromisos laborales de los maestros y docentes universitarios o fraccionando el ya mísero ingreso, también se dispondría a otra probable parodia que no sorprende que vuelva a pasmar porque se conduele y presiona por la libertad del colombiano Saab, “diplomático venezolano”, como lo hizo con los sobrinos convictos en Norteamérica; pero veamos a qué nos lleva el temido sainete.

En todo caso; desde mi barricada ciudadana, observo que, en caso de que se haga una agenda seria y diré de una vez, no lo que fue la anterior, que como las otras once veces a nada llegó, me permito sugerir algunos puntos a considerar que me lucen impretermitibles.

Comenzaré exigiendo se dispongan los mecanismos para que los ciudadanos venezolanos que habitan en otras latitudes puedan votar en las próximas elecciones presidenciales, en 2024 y, en aquellas que luego tendrían lugar en 2025 si el despotismo no termina por imponerse y modificar el calendario.

Seguidamente; garantizar que aquellos votantes no inscritos en el Registro Electoral Permanente o que se han mudado o cambiado de residencia, puedan aligerar sus trámites y acreditada su cualidad puedan entonces, para los comicios próximos, estar en capacidad de sufragar a voluntad.

Debe igualmente exigirse la libertad de centenares de presos políticos que fueron privados, por expresar su pensamiento crítico o porque algún capo uniformado lo exigió. Es vergonzoso llamarse demócrata y tolerar ese infame irrespeto del derecho humano más elemental para un miembro del cuerpo político; atentar contra su libertad y su derecho a disentir es inaceptable.

El mundo democrático sabe que las sórdidas inhabilitaciones impuestas a ciudadanos opositores, conocidos por todos, son inconstitucionales, ilegales e irregulares. Restringir de esa manera el ejercicio de su ciudadanía es una práctica propia de regímenes fascistas y nunca de una república, y como de aparentar se trata, ténganlo en cuenta.

Judicializar los partidos políticos para colocar al frente de ellos agentes que pretenden encubrir su enajenación no debe ni puede dejar de reclamarse. Lo hecho por la sala constitucional del TSJ, en flagrante e insolente desconocimiento precisamente de la CRBV y el enervamiento de la dinámica política de la sociedad civil y política en particular, por decisiones constitutivas de grotescos exabruptos, es un delito que se articula con la tutela política del aparato de justicia y la pestilente impunidad que los precede.

Permitir el regreso al aire de los medios radiales abruptamente impedidos, cerrados y confiscados sus equipos, en cerca de un centenar de ellos, es imperativo. El pueblo tiene derecho a saber y a decir, y solo se persigue coartar el derecho a manifestarse los ciudadanos, sin otro argumento que el abuso y las vías de hecho.

Se trata a fin de recuentos, de establecer certezas indispensables. Si alguno o algunos de estos petitorios no se logra, la legitimidad democrática estará largamente comprometida en Venezuela y los procesos pendientes estarían inficionados de ventajismo y adulteraciones que los pervertirían.

No puede admitirse que la fecha de las elecciones se determine al arbitrio de Maduro o de Cabello. Eso es contaminar, manipular, corromper la constitucionalidad, la legalidad y el sistema democrático y, además, es burlarse de la soberanía popular. ¿Cuánto nos ha costado y hasta cuando el chavomadurismo nos humillará, Dios?

Siempre recuerdo aquel galo que, con su ejército, venció a las legiones y asedió a Roma y para levantar el sitio, solicitó un rescate y lo obtuvo en oro. Cuando se estaba pesando el metal, se percataron que se les hacía trampa y se le reclamó a Brenno, ¡quién simplemente y para que el buen entendedor lo comprendiera, colocó su espada en la balanza y sentenció, “Vae Victis!” (“¡Ay de los vencidos!”)  

Vuelvo a la poesía del mas excelso poeta entre los nuestros:

He renunciado a ti, y a cada instante
renunciamos un poco de lo que antes quisimos
y al final, cuantas veces el anhelo menguante
pide un pedazo de lo que antes fuimos! 

 

Nelson Chitty La Roche, nchittylaroche@hotmail.com, @nchittylaroche

 

 

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