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Cisma en Podemos a cuenta del nombre para las elecciones de 2019

Iglesias ha tenido que recurrir a la pregunta a sus bases para imponer el nombre de Podemos en las papeletas electorales de 2019.

Pablo Iglesias reunió este sábado en Madrid a la dirección de su partido, el llamado Consejo Ciudadano Estatal, para marcar la estrategia electoral de cara a las elecciones autonómicas, municipales y europeas de 2019. Lo que no esperaba el líder de Podemos es que este encuentro provocara una nueva brecha en su formación.

Iglesias intentó, durante su discurso inicial, imponer la marca «Podemos» para todos los comicios que se van a celebrar el próximo año, algo que provocó la queja de la líder autonómica andaluza Teresa Rodríguez. Un enfrentamiento que el líder morado zanjó utilizando uno de sus recursos más polémicos: la pregunta a sus bases.

Imposición o negociación

La reunión de la cúpula de Podemos comenzó este sábado por la mañana con Iglesias dando un golpe en la mesa: «Quiero ser muy claro», decía, «Podemos es el principal significante del cambio y el nombre de Podemos debe estar visible en todos los procesos electorales en los que nos presentemos».

Una imposición a la que le respondieron desde Podemos Andalucía. Su líder en esa comunidad, Teresa Rodríguez, pidió dentro de ese consejo a puerta cerrada que el nombre de «Podemos» no fuera una «imposición» sino que se «negociase».

 

Una petición que llegaba después de que este viernes Podemos Andalucía acordase utilizar una «marca municipalista» junto con las candidaturas ya usadas en las pasadas municipales de 2015 con sus aliados y con diferentes movimientos sociales locales, y defendió la importancia de generar «una gran marea de municipalismo de ámbito andaluz».

No solo a Andalucía

Pero esta imposición de Iglesias no solo molestó a Podemos Andalucía. El anuncio llegaba también después de que Izquierda Unida hubiese pedido más visibilidad y después de que el ‘errejonismo’ hubiera valorado otras fórmulas en las que no aparecía Podemos.

Para evitar que estos sectores se pudiesen desviar del camino, Iglesias hizo su imposición. Algo que genero críticas internas. Por ello, el líder de Podemos tomó el camino más fácil: preguntar a sus inscritos. Unos inscritos que siempre respaldan la postura de la cúpula.

 

Pregunta a las bases

Así las cosas, al término de esta reunión, Iglesias anunció una consulta a sus bases para que respaldaran su decisión. La formación de los círculos hará durante este mes de marzo unas consultas virtuales para que sus seguidores respondan a esta pregunta:

¿Apoyas que PODEMOS se presente a las próximas elecciones (EUROPEAS, AUTONÓMICAS o MUNICIPALES) en coalición con las fuerzas políticas aliadas del espacio del cambio y con la palabra PODEMOS (el los idiomas que corresponda) formando parte del nombre de la candidatura?

A nivel europeo, la circunscripción será única; los inscritos autonómicos votarán cada uno en su comunidad así como en los municipios.

Con la pregunta, Iglesias se garantiza que su voluntad se cumpla ya que es improbable que las bases se nieguen a llevar el nombre de su partido en la papeleta.

El errejonismo se abstiene

Una consulta con la que no comulgaron desde el errejonismo. Explican que diez de los suyos se abstuvieron cuando en el consejo votó si realizar o no esta pregunta a las bases que todo el pablismo -con mayoría en la dirección- apoyó.

Desde esta corriente crítica del partido explican que «nos hemos abstenido porque se ha presentado de forma apresurada y sin cerrar muchas cosas que son más fáciles de trabajar a fuego lento que de esta forma». «En todo caso», añadieron, «se deja margen a excepciones. Madrid siempre es un caso propio. Vamos a levantar nuestra propia alternativa».

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