Cómo reaccionó la reina Isabel II al asesinato de John F. Kennedy y otros secretos que revelará la nueva temporada de “The Crown”
La segunda temporada de la aclamada serie sobre la realeza británica, que estará disponible en Netflix a partir del próximo fin de semana en Reino Unido, trae hasta nuestras pantallas diez episodios de una hora de duración.
Prepárate para disfrutar si te gustan las series con una gran cantidad de historia y una buena dosis de licencias poéticas presentadas con mucho gusto.
Lo único que tienes que hacer es adaptar tu mente a un periodo en el que el acento ridículamente meloso era signo de estatus social.
Incluso así, hay momentos en los que esas voces son, como diría la propia reina, simplemente demasiado.
En una de esas escenas podemos ver al exprimer ministro británico Harold Macmillan (Anton Lesser) teniendo una conversación de hombre a hombre sobre una partida de billar con su pícaro ministro de guerra John Profumo, quien estaba en medio de un escándalo político por un affaire que había sostenido con una corista, a quien se le acusaba de ayudar a los soviéticos durante la Guerra Fría.
Por lo tanto debería parecer algo tremendamente serio; la reputación del gobierno está en juego.
En cambio, en lugar de sentirse atraído por el argumento, uno se encuentra comportándose como la desleal mujer de Macmillan, riéndose de él por su acento.
Ello no quita, no obstante, que la serie no tenga sus toques de humor intencionado. Hay numerosas bromas, generalmente presentadas a través del príncipe Felipe, en diálogos con su tranquila esposa, la reina Isabel II de Inglaterra.
Ambos personajes son retratados con cariño, pese a que el duque de Edimburgo real podría tener algo que decir sobre la atención que centra el show en su libido en lugar de su intelecto, sin mencionar cómo la serie especula y le involucra en el escándalo Profumo.
Claire Foy, reina de la pantalla
La primera temporada fue un rotundo éxito. Foto: Netflix.
Claire Foy vuelve para interpretar a su reina, y, de nuevo, la saca del estadio.
Hay momentos en los que piensas que va a meter la pata: puedes verla balanceándose al borde del precipicio, llevando el papel a un punto sin retorno en el que temes que vaya a dejar que algo espantosamente exagerado o tremendamente trillado socave la credibilidad del personaje.
Pero todas las veces escapa del abismo y consigue deleitar al público con una expresión o comentario perfectamente oportuno.
Es buena actriz. Y Matt Smith (Dr. Who) es un excelente compañero. Ambos hacen una estupenda pareja.
También ocurre con la princesa Margaret y Antony Armstrong-Jones, interpretados por Vanessa Kirby y Matthew Goode, que se adueñan del cuarto episodio y lo convierten en el más destacado de la temporada.
Vanessa Kirby y Matthew Goode protagonizan uno de los momentos más destacados de la temporada. Foto: Netflix
En general, The Crown es una obra de televisión de primera categoría, hermosamente grabada y con excelentes actuaciones.
Trailer de la segunda temporada:
Los magníficos guiones de Peter Morgan nos permiten imaginarnos lo inconcebible: cómo la reina reaccionó a eventos como la crisis del Canal de Suez o el asesinato del presidente Kennedy, y qué efecto hubieran tenido en el mundo en la actualidad.
The Crown recibió el Globo de Oro al mejor show dramático de televisión, y Claire Foy a Mejor Actriz.
No hay duda alguna de que tuvo un gran impacto en la vida del propio Morgan. Esta es la tercera vez que escribe sobre la monarca (The Crown fue precedida por su película The Queen, ganadora de un Oscar, y la obra de teatro The Audience, galardonada con un Olivier).
De hecho, le ha ido tan bien escribiendo sobre su vida que probablemente ya va siendo hora de que le ofrezca a la reina el pago de cánones.