CorrupciónDemocracia y PolíticaDictaduraRelaciones internacionales

Conte, duramente criticado en la Eurocámara: «¿Hasta cuándo va a ser un títere de Salvini-Di Maio?»

En el debate sobre el futuro de Europa el primer ministro italiano ha defendido el apoyo de su Gobierno a los «chalecos amarillos» y la falta de reconocimiento a Guaidó como presidente interino de Venezuela

La acogida y el impacto en la Eurocámara del discurso de Giuseppe Conte sobre el futuro de Europa de este martes en Estrasburgo puede resumirse con la pregunta que le ha lanzado el líder de los líberales europeos, Guy Verhofstadt: «¿Hasta cuándo seguirá siendo un títere de Salvini (Liga) y Di Maio (Movimiento 5 Estrellas)?». Ni el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ni su número dos, Frans Timmermans, asistieron a la visita, descafeinada, del primer ministro italiano con menor liderazgo real en décadas.

Conte ha visitado Estrasburgo en plena crisis diplomática con Francia por el apoyo manifiesto del vicepresidente italiano Luigi Di Maio a la revuelta de los «chalecos amarillos» frente al Gobierno de Emmanuel Macron. Lejos de matizar la posición de su colega, el «premier» italiano ha tildado la revuelta de «fuerza propulsora» de la democracia. «No debemos temer al conflicto. Deberíamos demostrar que podemos controlarlo. No debemos oponernos al cambio con un conservadurismo estéril y perjudicial», agregó.

Después de los duros enfrentamientos entre Roma y la Comisiónpor los presupuestos italianos, Conte ha insistido este martes en las principales demandas de la bicefalia populista: más solidaridad económica y en la crisis migratoria con Italia. «Los flujos no se pueden gestionar diciendo que hay que gestionar la inmigración en el país de primera llegada», ha afirmado sin abundar en hojas de rutas concretas y limitándose a pedir que «no haya diferencias entre las distintas áreas europeas». Conte ha resaltado el esfuerzo de su gobierno por ayudar a los países vecinos del Mediterráneo y África para controlar y reducir la inmigración hacia Europa.

«Prudencia con Venezuela»

En un discurso marcado por la retórica del pueblo contra las élites, el «premier» italiano reclamó una Unión Europea menos austera y más reformas en las instituciones: «Gobernar para los europeos y por los europeos». «La poderosa oposición que el pueblo europeo, en sus diversas formas, está demostrando frente a las élites habla a nuestras conciencias y nos recuerda que la política, demasiado firme en cuanto a los fundamentos económicos, no ha hecho su tarea y ha renunciado a su misión», aseguró.

Conte se ha enfrentado este martes a un rosario de críticas de los ponentes. Uno de los más tajantes fue el presidente de los populares europeos, Manfred Weber, quien afeó al líder italiano las políticas económicas de su Gobierno basadas en el aumento del gasto público destacando que la economía italiana está a la cola del crecimiento europeo. «Para nosotros es un problema ver que un miembro del Consejo dice que esa institución no está cumpliendo con sus compromisos», agregó el socialcristiano bávaro. Weber criticó duramente la posición italiana en la crisis venezolana tras haber bloqueado la posición común de reconocimiento europeo a Juan Guaidó como presidente interino del país iberoamericano.

Conte ha defendido la posición italiana, que dice estar basada en la «prudencia»: «Italia tiene las ideas claras sobre Venezuela (…), pero deberíamos ser prudentes, porque no sabemos cómo evolucionará la situación en Venezuela». «No podemos reconocer a nadie que no haya pasado por elecciones libres y democráticas», ha agregado el «premier», pidiendo «cuanto antes» unas elecciones que se ajusten a estándares internacionales y que se abran «canales para la ayuda humanitaria».

Verhofstadt, líder de los liberaleseuropeos y uno de los más vehementes durante el debate, ha sostenido que tras la ambigüedad italiana se esconde la mano de Moscú. «Como verdaderos líderes de este gobierno Di Maio y Salvini impidieron la unanimidad sobre Venezuela bajo la presión de Putin».

 

Botón volver arriba