Coronavirus: reporte de Madrid
–¡El lunes teníamos y el mismo lunes ya no teníamos! –contestó el dueño de la ferretería cuando le preguntaron por las mascarillas de más protección, que todos buscan.
Hasta la mañana de este martes, en Madrid se habían reportado alrededor de 32 casos del coronavirus, mientras que en toda España hay 115. Números que van cambiando por minutos.
–Desde que comenzó el alerta en el norte de Italia, la gente empezó a buscar las máscaras –dijo el ferretero.
También el gel antibacterial recomendado para proteger de la infección. De 10 farmacias visitadas, ninguna lo tenía.
Aunque están agotadas las mascarillas, las normales y las profesionales, no se ve su uso. Ni siquiera en espacios como el metro de Madrid, empleado por el 39% de la población de la capital, según la Encuesta de Movilidad de 2018.
Hay una calma tensa, extraña. Al que tose, lo ven con desaprobación. Lo miran con ceja levantada. Un juicio silencioso que impulsa a algunos a levantarse de sus asientos en el transporte públ de ico. Pero en cada espacio de Madrid están hablando del virus: los del bar de la esquina, las señoras de la farmacia, los del restaurante que fuman fuera y comparten con los de la oficina.
–¿Acaso no se lavaban las manos antes de esto? –dice en voz alta una dependienta a su compañera, mientras arregla los productos de limpieza en el estante–. ¡Yo llevo el antibacterial en mi bolso siempre! –sentencia con el tono fuerte de Madrid–. ¡Joder! ¡Si nos vamos a morir, que llegue cuando llegue!
El jueves se confirmó el primer caso. Los chats enloquecieron. Todos escribían, enviaban y reenviaban el mismo mensaje: “Primer caso confirmado en Madrid”. Pero en Madrid está Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad. Escucharlo, con respuestas claras, con datos precisos, genera tranquilidad.
Fernando Simón es, desde el 2012, el director de este centro, que depende de la Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, Servicios Social e Igualdad. Ha aparecido en los medios desde el momento en que se anunció el primer caso del virus en España, en Tenerife. En Madrid se dice que su rostro es sinónimo de crisis sanitaria. La razón es que lo precede su gestión de control de daños, cuando asumió la vocería del Grupo Sanitario de Emergencia del ébola, en el año 2014.
El contagio de ébola de Teresa Romero, la enfermera que atendió al primer expatriado español con el virus, generó estado de angustia en la población, pues el hecho evidenciaba fallas en la preparación del sistema sanitario, y “el ministerio decidió entonces nombrar como portavoz de la crisis a un científico, director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias. Desde que Fernando Simón, cogió las riendas de la comunicación, las preguntas comenzaron a tener respuestas”, cita Vozpopuli en un perfil de Fernando Simón.
Simón comienza diciendo: “Como ya es costumbre cada día, aquí estoy para brindar información sobre el coronavirus”.
Sus primeros datos se refieren a la situación global. Luego pasa a Italia, que ha exportado la mayoría de los casos, luego a los números de España, ya reducidos por los países que lo preceden.
Un joven de 22 años, segundo caso de contagio en Cataluña, ha usado sus redes para, como paciente, tranquilizar a todos. Diagnosticado positivo, Nil Monró es la primera cara del virus. Habiendo estado en una zona de contagio en Italia, sintió un malestar “de gripe común” y decidió ir al hospital. Inmediatamente lo internaron y fue diagnosticado.
Su testimonio se viralizó. Lo han entrevistado diferentes medios y sus cuentas han crecido notablemente en las redes. La calma, la buena cara y la información vivencial han hecho que el monstruo del virus no sea tan monstruo. La clave de su testimonio fue confesar que tenía miedo. El ministerio de Sanidad le agradeció públicamente “el mensaje tranquilizador”.
“Por ahora, no vemos la necesidad de suspender eventos masivos”. “Estamos evaluando muy bien ese caso”, “No vale la pena tomar pequeñas medidas”, “Lavarse las manos con frecuencia es la mejor prevención”, «Evoluciona bien», “No hay riesgo de tal o cual cosa”. Así va España, con un manejo comunicacional del coronavirus mejor que el de muchas de las crisis políticas recién vividas.
En un escenario de contención, Madrid prosigue su rutina diaria: alegre, ajetreada, con juegos de fútbol activos, eventos masivos, atracciones, restaurantes y bares llenos. Mañana, al mediodía, volverá Simón y dirá: “Como ya es costumbre cada día, aquí estoy para brindar información sobre el coronavirus”.