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Cristina Casabón: El fin del PSOE o la belleza

«Sánchez ha sido destapado, pero la farsa del socialismo bueno persiste, con lo cual todos compartimos esa verdad fabricada, esa farsa constante»

El fin del PSOE o la belleza

      Ilustración de Alejandra Svriz.

 

Hoy me acordaba de «La Belleza», canción que Aute escribió cuando rompió con el Partido Socialista de Felipe González, con quien compartía cierta amistad a juzgar por fotos de la época. «Antes iban de profetas / Y ahora el éxito es su meta / Mercaderes, traficantes / Más que nausea dan tristeza / No rozaron ni un instante / La belleza». Mes de julio, el país está arrasado por un fuego psicológico que está llevando los políticos a las playas calientes de las vacaciones permanentes, o a la prisión de Soto del Real. Hay una riada de gente que habla, frases entrecomilladas, van dando nombres con cautela, como el que prendió una cerilla en el arranque de Ferraz y que, con precaución, espera que no incendie el partido por si aún puede vivir de la política.

Tenemos ya una colección de tramas que van dejando pistas del número 1, no sabemos si son varias o la misma, y si todos acabarán en el mismo hombre. El «sanchismo» ha celebrado un Comité Federal donde la renovación ha consistido en un cierre de filas en torno a Sánchez. Lo cierto es que salvando a Sánchez, se arriesgan a perder el partido. Y cuando Sánchez caiga en las urnas, el PSOE podría desaparecer, como el socialismo francés. Ya lo advirtió hace años Manuel Valls, aunque para que eso suceda, los españoles deberían dejar de creer que hay un socialismo bueno que no se entera de nada.

Y deberían también juzgar a la izquierda por sus actos y no por sus bonitas intenciones. Esencialmente, y esto lo cuenta bien Escohotado, no hemos sido capaces de ver que el socialismo es una praxis religiosa. Y el resto de los españoles, ¿hasta qué punto hemos tomado en serio la farsa del PSOE bueno? ¿Hasta qué punto seguimos pensando que el bipartidismo es necesario y no podemos ver que el socialismo es solo una antigualla del siglo pasado?

Lo cierto es que los socialistas ha ido desapareciendo en todos los países del entorno. La duda es si el experimento del socialismo debía fracasar porque era una especie de imposibilidad natural, o si su declive se debe a la mala praxis, a que en otros lugares sí han podido distinguir las intenciones y los actos o han juzgado las políticas socialistas por sus resultados nefastos.

En esta traca final de julio, vemos un partido que intenta convencer al votante medio de que la corrupción son los otros, y que nadie sospechaba de Cerdán, de Koldo, del putiferio en paradores ni de las saunas. «Cualquiera puede mentir. Basta con decir algo con la intención de engañar. Fingir, sin embargo, es un logro», escribe Roger Scruton. Para fingir hay que engañar bien a la gente, incluido uno mismo. Quien finge se escandaliza de verdad cuando queda al descubierto, ya que había creado a su alrededor una comunidad de confianza, en la que él mismo era miembro. Al igual que Shakespeare, Molière percibió que fingir afecta al corazón mismo de la persona que lo hace. Y muy probablemente, cuando un gobernante finge constantemente, daña el corazón de una nación.

Sánchez es simplemente un hipócrita, alguien que finge ideales en los que no creees una persona fabricada, alguien que cree en sus propios ideales, puesto que es tan ilusorio como ellos. Sánchez ha sido destapado, pero la farsa del socialismo bueno persiste, con lo cual todos compartimos esa verdad fabricada, esa farsa constante. Esto me hace ver que la crisis es moral y es profunda. La crisis afecta no ya a un partido, ni solamente a la autoimagen de un colectivo que piensa que es altamente moral, y que vota a otras personas altamente morales que les representan. Afectaría a todo el país, todos seríamos cómplices de la farsa de la democracia socialista. 

Por eso España debe sostener el espejo de la verdad hasta el final. Quiero creer que nuestra democracia está perdiendo sus monstruos sagrados de camino a las elecciones que vendrán, desde Sánchez a ZP. Pero mientras el PSOE siga vendiendo su mercancía del socialismo Bueno (ese que no ha sido capaz de apoyar la petición de una moción de censura), estaremos creando una España tan ilusoria y falsa como ellos. En la traca final, celebremos y cantemos a viva voz los versos de Aute.

 

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