CRÓNICA | El Bus TV: la ruta para volver a los orígenes (incluye video)
Caracas.- Más de la mitad del equipo se conoció ese día, esa mañana. Claudia Lizardo, redactora creativa, y Laura Helena Castillo, periodista, nos unieron. Nos saludamos y no hubo tiempo para mucho más. No hubo preguntas personales, ni cómo estás, ni qué vas a hacer después. Fuimos directo a practicar en la planta baja de un edificio la primera emisión de El Bus TV, el mismo día en el que se cumplían 10 años del cierre de Radio Caracas Televisión.
La idea de hacer un noticiero dentro de los autobuses tenía menos de una semana gestándose, pero en el grupo había una convicción compartida: informar a audiencias que no buscan noticias en redes sociales, que tal vez no tienen acceso Internet y que no reciben un panorama completo de lo que sucede en el país a través de los medios de comunicación audiovisuales. El plan era volver a lo básico, a los orígenes, como método de supervivencia. El plan era poner la noticia a rodar.
Fuimos seis ese día, esa primera vez: Claudia, Laura, Nicolás Manzano, Víctor Rodríguez, María Gabriela Fernández y yo. Todos comunicadores y periodistas. La mitad del equipo se vino bien vestido por si le tocaba ser ancla y todos trajimos, luego de pasar por varios cajeros inhabilitados, efectivo para poder pagar los pasajes.
Caminamos la avenida Francisco Miranda, una vía que atraviesa Caracas de este a oeste y en la que convergen pasajeros de varias rutas de buena parte de la ciudad. Íbamos con cautela y con un marco de cartón que simulaba una televisión más grande que nosotros, más grande que el temor antes de subir los tres escalones del primer autobús en el que no nos montamos.
– Chamo, este autobús es el perfecto.
– Sí, ni mucha ni poca gente, páralo ahí.
Víctor saca la mano, damos un paso, apretamos el marco de cartón, nos disponemos a entrar y, de pronto, se asoma un señor con un cuatro cerca de la puerta, dando un concierto en pleno autobús, con una inspiración que nos superaba.
– No, hermanito, gracias, no nos vamos a montar.
El conductor no entiende y se va.
Pasan dos más y nadie los para. Lo estamos pensando. Nadie dice nada por un momento. Nadie toma la iniciativa. Pero Víctor se decide otra vez y saca la mano para parar el siguiente autobús. Damos un paso de nuevo, Nicolás y yo miramos la pequeña cámara y el celular con el que pensamos registrar la actividad, casi como si nos estuviésemos despidiendo. Víctor habla con el conductor. Le dice que vamos a decir unas palabras y que vamos a pagar nuestro pasaje.
– Claro que sí, pero rapidito.
Parte de El Bus TV nació de un día en que Claudia y Nicolás iban de regreso de una marcha y se montaron en un autobús en el que parecía no pasar nada.
“Nos sorprendió que la gente estaba viviendo casi una realidad distinta a la situación de la marcha, de la represión. Era como si el bus fuera una cápsula. Entonces pensamos que algo había que hacer ahí”, cuenta Claudia, que comenzó este proyecto con Laura Helena.
Ambas habían ido a varias reuniones sobre protesta pacífica y, sin conocerse en persona, se pusieron en contacto a través de Twitter. En menos de una semana se definió el concepto y se sumaron más personas, incluyendo a Israel Rojas, un venezolano desde México, que lleva las redes sociales.
“Esto no es una protesta ni pretende serlo. Es simplemente un noticiero, pero informar se ha vuelto una actividad casi subversiva”, repite Laura siempre.
María Gabriela es la primera ancla de El Bus TV. Laura Helena le sostiene el marco, mientras que Claudia y Víctor están pendientes de cualquier situación que pueda presentarse. Nicolás y yo estamos a lo largo del autobús, registrando la actividad de la forma más disimulada y menos intrusa posible.
– Buenos días, esta la primera emisión de El Bus TV. Hoy se cumplen 10 años del cierre de Radio Caracas Televisión. La marcha de hoy es por el derecho de todos los venezolanos a la libertad de expresión y de información sea cual sea su postura política.
Algunos voltean a mirarla. Unos, con cierto desdén; otros, con inquietud, ven el marco. Nos ven. Hay los que mantienen su mirada en la ventana. Pasamos por Altamira, la gente comienza a reunirse para esa marcha.
– En Política, el presidente Nicolás Maduro anunció que quiere cambiar la Constitución de Hugo Chávez sin consultar a los venezolanos a través de un referendo.
Hueco y en la parada, por favor.
Después de 15 viajes, 15 autobuses, sólo dos personas han mostrado descontento con la iniciativa. Una hizo una crítica mientras se bajaba y otra fue increpada por los otros pasajeros. “Debe ser que tienes comida en tu casa”, le dijo una pasajera.
Los choferes han terminado siendo motivadores del proyecto. La mayoría no ha cobrado pasaje y muchos han pedido que, por favor, se continúe haciendo. Pero lo más importante: bajan la música cuando empezamos.
– La construcción del Metro de Guarenas cumplió esta semana 10 años y aún no está terminado.
Muchos más pasajeros voltean. María Gabriela sigue narrando y el autobús se para en un semáforo, la calle pareciera hacer silencio un instante y nuestra ancla lanza la noticia:
– En Economía, tenemos que una bomba lacrimógena puede llegar a costar 40 dólares. Al cambio del dólar paralelo, cada una le cuesta al país 200 mil bolívares, es decir: cada bomba lacrimógena equivale a un salario mínimo integral.
Todos, por completo, voltean. Como si oír la noticia les hubiese costado esos 40 dólares. Las informaciones que tocan el bolsillo, el estómago y la salud han sido las que más llaman la atención.
María Gabriela continúa, sorteando las caídas de la camionetica en los huecos de la calle y las paradas, mientras se agarra del tubo. Ahora todos nos miran.
El Bus TV ya ha recibido correos de varias ciudades de Venezuela y ya ha entrenado a través de video-llamadas a grupos de nuevos narradores del interior. La idea es que la actividad se replique con la misma logística y el mismo guión de noticias que ha diseñado el grupo organizador.
– Y para terminar, las panaderías continúan sin pan. Muchas gracias. Esta fue la primera emisión de El Bus TV.
Todos aplaudieron, aunque no teníamos cuatro. Y el temor se convirtió en euforia.
Por eso sigo teniendo fe de que saldremos de esta terrible situación y nos recuraremos. Ustedes están demostrando que en el país hay gente capaz, con creatividad y voluntad para llevar adelante grandes proyectos. Mis felicitaciones y mi reconocimiento.