Democracia y Política

Cuba da pistoletazo de largada al relevo de generación gobernante

20110417004344-pccEl Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) y la reforma electoral anunciados marcan el inicio del relevo generacional en la cúpula gobernante de la isla, en busca de un proceso ordenado y continuista después de Fidel y Raúl Castro adaptado a los nuevos tiempos, estimaron analistas este miércoles.

El X Pleno del Comité Central del PCC, partido único, acordó el lunes celebrar el VII Congreso en abril del 2016 y aprobar una nueva ley electoral antes de los comicios generales del 2018, entre otras medidas.

“El proceso (…) marca la primera transición intergeneracional a nivel de los máximos poderes después de la revolución (de 1959). Las evidencias hasta ahora indican que será un cambio ordenado, con la promoción a la primera secretaría (del PCC) de Miguel Díaz-Canel”, ahora número dos del gobierno, dijo a la AFP el analista Arturo López-Levy, del Centro de Estudios Globales de la Universidad de Nueva York.

“Se suele asociar la salida de los históricos con el fin del proyecto social cubano mientras analistas, investigadores e incluso miembros de la oposición política proembargo coinciden en que los cubanos quieren cambios pero dentro del sistema político en el cual viven”, declaró a la AFP Jorge de Armas, de Cuban Americans for Engagement de Estados Unidos, que promueve un acercamiento entre ambos países.

López-Levy afirmó que “ya esa transición inter-generacional ha ocurrido en el PCC en los niveles provinciales, y municipales y del Comité Central. Se redondeará ahora con los cambios inevitables en el Buró Político” del partido, un selecto equipo de 14 miembros.

Los analistas estiman que el congreso debe marcar la salida de la vieja guardia del Buró Político: el número dos del PCC, José Machado Ventura; el ministro del Interior, Abelardo Colomé, el comandante Ramiro Valdés; y el general Ramón Espinosa, entre otros.

“La experiencia de los últimos años sugiere que la cúpula dirigente en Cuba se propone traspasarle el poder a los cuadros militantes más jóvenes dentro del partido único, sin hacer enmiendas constitucionales ni concesiones a los grupos opositores”, dijo a la AFP Jorge Duany, de la Universidad Internacional de la Florida.

La vanguardia joven está encabezada por Díaz-Canel, delfín de Raúl Castro de 54 años, primer vicepresidente de Cuba desde el 2013 y miembro del Buró Político; el ministro de Economía, Marino Murillo (54), el canciller Bruno Rodríguez, (57) y Mercedes López Acea (50), jefa del PCC en La Habana.

Pero no todos los dirigentes históricos se preparan para vaciar los cajones de sus escritorios. El ministro de las Fuerzas Armadas, el general Leopoldo Cintra Frías (72), se dibuja como el garante de una continuidad sin tropiezos.

“Ningún miembro civil de la nueva generación tiene el prestigio y ascendencia de Fidel o Raúl Castro sobre los generales”, apuntó López-Levy.

Díaz-Canel tendrá que cortejar y escuchar a los generales, y encontrar formas de promover líderes dentro de los cuerpos armados que sean leales a su visión de cambio y continuidad”, añadió.

Por ahora no hay información sobre lo que discutirá el Congreso ni sobre la nueva ley electoral, los analistas no creen que haya cambios radicales.

López-Levy descartó “que la elección directa del presidente por la población esté en la agenda de reformas, pues plantearía un cambio radical de la estructura” política.

Ahora es el Parlamento, de 612 miembros, el que elige al presidente del Consejo de Estado (máximo órgano del gobierno, de 31 miembros).

“Quizás un espacio para la elección directa existe en los municipios y hasta provincias, donde se ha experimentado en la separación de funciones ejecutivas y legislativas”, agregó.

El deshielo con Estados Unidos, el regreso de los agentes presos en ese país y el diseño de un nuevo modelo económico que permita salir a la isla del estancamiento podrían ser el broche de oro de Raúl Castro, quien sustituyó a su hermano Fidel en el 2006.

“La inminente restauración de relaciones diplomáticas con Estados Unidos es ciertamente un escenario propicio para esa transición”, señaló Duany.

“El gobierno de Raúl Castro ha anotado importantes logros en la reinserción internacional de Cuba en un mundo post-guerra fría”, dice López-Levy.

Pero “la suerte de la presidencia de Díaz-Canel dependerá esencialmente de su capacidad para garantizar crecimiento económico y estabilidad social”, una tarea “gigantesca”, concluyó López-Levy.

 

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